Caterings que cumplen caprichos
Las empresas ofrecen menús propios y exóticos, que pueden incluir caviar, carne de jabalí, sushi de autor y pastas variadas; los precios oscilan entre $ 100 y 1000 por persona
Presentaciones moleculares, sushi de autor, caviar, carne de jabalí o de yacaré, vodka importado y jugo de pasto de trigo son sólo algunas de las exigencias que las empresas de catering están dispuestas a cumplir a sus exclusivos comensales.
El negocio dejó de ser un mero servicio de comida para eventos empresariales y sociales; hoy en día busca generar experiencias únicas, ajustarse a las temáticas de la celebración y armar un menú especial para cada cliente, que puede ir desde los $ 100 hasta los 1000 por persona, según lo que se quiera. "Hoy podemos afirmar que el catering que acompaña el evento dará el éxito o el fracaso del mismo", dice convencida Victoria Zurro, gerente de Cuk 3.
La firma, que posee un área de desarrollo y un laboratorio para ofrecer opciones al gusto de sus clientes, basa su menú en una degustación de pequeños platos y postres, acompañados por uno principal. "Además de lo clásico, hemos creado un menú de fuegos en vivo, con barras mexicana, oriental y criolla, como también un menú 100% italiano con pasta rellena y seca casera", cuenta.
Lo más exótico que le pidieron, recuerda, fue un menú molecular (aplica conocimientos científicos en la cocina) para eventos de empresas químicas o farmacéuticas.
Osaka lleva las delicias de su restaurante a su catering y ofrece –a más del menú tradicional– un Sakana ishiyaki, que llega sobre una piedra caliente para que cada comensal se cocine su propia porción de pescado, cortado en finas láminas, al punto que desee. El Ceviche Bar es otro de los más demandados por los clientes en los eventos.
El sushi es uno de los platos que en los últimos años se masificó dentro del servicio, cuenta Lucio Bellora, gerente comercial de Los Ciervos Catering, que sirve unos 70.000 cubiertos por año. Esa demanda los llevó a ofrecer sushi y rollos de autor, con piezas creadas por su sushiman. La demanda incluye también caviar, salmón, ostras y langostinos.
Los Ciervos fue la encargada de atender, entre otros, a Paul Mc Cartney, Guns N´Roses, Roger Waters, Jonas Brothers, Bon Jovi, The Police y los artistas del Cirque du Soleil durante su visita al país. Además de sus requerimientos particulares, lo más común entre las celebrities –cuenta Bellora– es el wheatgrass, jugo de pasto de germen de trigo; los cereales norteamericanos Lucky Charms; Edamame, un tipo de poroto, y acai berry, una fruta amazónica, que si no se consigue acá es mandada a traer para satisfacer al cliente.
Para los amantes del asado, Asadores de Campo ofrece una opción premium que, señalan sus propietarias, Lorena y Cinthia Iraizoz, son más solicitados por las empresas cuando agasajan al personal jerárquico o para civiles, casamientos o festejos especiales. Se trata del menú patagónico, que incluye pinchos de jabalí y cordero patagónico, y del menú Tapeo del Asador, con pinchos de yacaré y tomates asados.
El costo de menú por persona es variable según el evento o su exigencia. En Cuk hay desayunos desde $ 100, cenas y almuerzos, desde $ 250, casamientos desde $ 380 y cenas gourmet exclusivas por $ 1000. En Osaka pueden arrancar desde $ 200, pero van creciendo de acuerdo con los requerimiento y la cantidad de meseros; el menú patagónico va desde $ 165 por persona para una base de 40 personas en Capital, y en Los Ciervos oscila entre los $ 400 y 600.
Los tragos son un asunto aparte, indica Diego de la Puente, uno de los creadores de Osaka. Se suelen instalar barras especiales con variedad de cocteles y hasta una bartender. En su caso cuentan con Mona Gallosi, que aporta sus propias creaciones. Una vez, recuerda, les tocó montar un catering con todo del color de la marca y preparar los tragos del color de su bandera. Lo resolvieron colocando pétalos de distintos colores.
Es que el catering no sólo requiere tener un menú de calidad sino también una presentación acorde con la temática. Por eso cada plato, el modelo de cada cuchara, cada mesa y hasta la iluminación que se disponga, cuenta.
La tendencia actual, coinciden los especialistas en catering, es salirse de los salones y buscar espacios al aire libre, como estancias, countries o espacios con vistas al río.
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