Carlos Melconian: “Vivíamos en calle de tierra y mi mamá estaba encaprichada con encerar la vereda”
Uno de los economistas más consultados por las grandes empresas de la Argentina habló de su humilde infancia en Valentín Alsina; también repasó la realidad económica argentina en la actualidad
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Carlos Melconian, uno de los economistas más consultados por las grandes empresas de la Argentina, y cuya opinión autorizada temen los gobiernos, reveló en Hablemos de otra cosa, por LN+, que vivió una infancia muy humilde en Valentín Alsina.
“Vivíamos en calle de tierra y mi mamá estaba encaprichada con encerar la vereda” -hace memoria-, recuerdo siempre la cera y mis zapatillas blancas. Del dormitorio al baño cruzábamos por abajo de una parra, no había techo”.
Melconian le contó a Pablo Sirvén que hasta los veinte años debió calentar ollas de agua para bañarse. Sin embargo, a pesar de esas limitaciones, se recuerda ya desde chico como “gran asador”, algo que destaca en la biografía escueta que publica en su Twitter. En esa Argentina de hace medio siglo, la carne todavía estaba a tiro del bolsillo de los menos pudientes, aunque en la actualidad se ha convertido en una comida de lujo inclusive para la clase media.
“Mi primer negocio fue vender ramos bendecidos en la puerta de la iglesia de Pompeya” -relata Melconian-, durante la secundaria trabajé en un negocio que vendía timones para barcos enfrente a casa. Ahorraba porque me gustaba comprarme pilcha para ir a bailar. Trabajé con papá varios años vendiendo zapatos, pero se fundió en 1977 con la reforma financiera de [José Alfredo] Martínez de Hoz”.
Los abuelos del economista llegaron a la Argentina tras escapar del genocidio turco. “Hay una mentalidad armenia: saber olvidar y saber perdonar. Hay que saber ir siempre para adelante”, subraya Melconian.
En el transcurso del programa hay interesantes contrapuntos entre distintos momentos de la historia contemporánea argentina como el Rodrigazo, en 1975, y Juan Domingo Perón, explicando su concepción de la economía, con lo que hoy opina Melconian de aquellas etapas en comparación con lo que sucede ahora.
“El país -apunta el consultor económico- tiene una inflación crónica, no tiene moneda ni fuentes de financiamiento. Bajar la inflación no es una tarea del economista, que hace su aporte técnico, porque la decisión es de carácter político y se transforma luego en un elemento virtuoso cuando la gente vuelve a su moneda y no al dólar. Pero tu moneda tiene que valer siempre lo mismo y para eso no hay que tener exceso de gastos. El kirchnerismo recibió un país con vacas, trigo, reservas”.
Pero, alerta Melconian: “Este gobierno se está endeudando hasta la maceta en pesos”.
Y los problemas tienden a agravarse para el invitado de Hablemos de otra cosa. “Los gastos -advierte- superan los ingresos y la manera de financiar es maquinita o tomar deuda. Ambas maneras de financiación están mal. El problema de este país es el agujero fiscal.”
¿Hay alguna solución a la vista? “La infraestructura -responde Melconian- tiene un rol fenomenal en el resto de los sectores. Vos necesitas puertos, rutas, turismo. Sus efectos multiplicadores son muy nobles para un país que tiene moneda, no tiene inflación y cuenta con los recursos. Pero es muy difícil transitar el 50% de inflación con todos los conflictos que hay”.
Tres malas noticias para terminar, según Melconian: 1) “No hay ninguna chance que la situación de hoy se arregle durante 2022.” 2) “Seguramente se van a ajustar las tarifas después de las elecciones.” 3) “En la economía no hay magia, alguien siempre paga”.
Hablemos de otra cosa se emite los viernes, a las 23, por LN+.
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