Carlos Melconian ratificó que con el Ieral preparan el programa económico para el próximo gobierno

CORDOBA.- Carlos Melconian debutó como presidente del Ieral de la Fundación Mediterránea con una exposición ante empresarios, legisladores nacionales y funcionarios provinciales. La expectativa existe desde el mismo momento en que se conoció que el instituto prepara un programa económico completo para el ganador de las próximas presidenciales. Quedó claro que no es solo para Juntos para el Cambio (JxC) sino que quedará a disposición de quien sea el triunfador. “Esto va a ser con vocación ciento por ciento apartidaria”, aclaró el economista quien agregó “vamos por el campeonato”.

Melconian definió al programa en el que ya trabajan como “de un capitalismo moderno, occidental y progresista” y enfatizó que están trabajando para un “cambio de régimen”. “No nos vamos a conformar con ‘Vamos viendo, de a poco’. No estoy diciendo que vamos a tener éxito, que creo que lo vamos a tener, sino que vamos a un cambio de raíz”. Ratificó que trabajarán con otros centros de estudios, entre los que mencionó a Idesa.

María Pía Astori -presidenta de la Mediterránea e hija de uno de sus fundadores, Piero- en su discurso se mostró muy entusiasta con la designación de Melconian. “Estoy feliz”, dijo como una forma de borrar las versiones que circulan desde hace meses, cuando se supo que fue un grupo de empresarios porteños el que decidió el desembarco del expresidente del Banco Nación en el Ieral, generando fricciones con otros hombres de negocios que aportan a la fundación.

“Estamos muy entusiasmados en desarrollar una propuesta con Melconian”, apuntó Astori e invitó a “todos” los que quieren “sumarse a trabajar” para la mejora del país “como soñaron” los fundadores de la institución hace 45 años. Es decir, casi medio siglo después, continúa el mismo debate.

“No entramos por la ventana; vamos a ser muy respetuosos de la fundación y su historia”, dijo Melconian, quien planteó que la tarea está abierta a los empresarios grandes y chicos que se quieran sumar a los que ya están y a investigadores y universidades.

Para arrancar el economista contó que hace tres meses que viene trabajando con los técnicos y economistas del Ieral y ratificó que está convencido de que eligieron el “camino correcto” al decidir armar “un programa para la Argentina”. “Estamos seguros de que la Argentina tiene futuro, de que no tenemos que resignarnos a vivir en decadencia”, subrayó y aclaró: “No hemos venido a buscar votos acá”.

Melconian adelantó que los verán hablando con todos. “No estamos para trabajar para ningún candidato electoral en particular”, insistió en varias oportunidades y reiteró que el resultado de lo que están haciendo estará “a disposición” de quien gana.

“Queremos romper el hielo y hacer un aporte incondicional a la patria”, afirmó dos veces y señaló que el programa es para planificar la Argentina a 20 años aunque debe tener resultados a corto plazo. Antes había señalado que trabajan en bases fiscales, en cambios impositivos y en ideas para generar trabajo.

A medida que describió lo que viene, detalló: “Será fundamental tener los pies sobre la tierra, no subestimar la situación”. Apuntó además que inversión y trabajo son los pilares para el crecimiento y en esa línea sostuvo que las reformas “profundas, serias” serán diseñadas “libres de toda ideología, además de apartidarias”.

De dónde arrancar

“No va más decir ‘Llegamos y lo que había era peor de lo que imaginábamos’”, dijo el economista cuando presentó un Power Point para dar algunas señales de cuál es la hoja de ruta de “lo que tenemos adentro de la cabeza”.

Respecto de qué expectativas hay sobre qué hará el Gobierno en los próximos dos años, afirmó que deberían “no suicidarse, debe primar el instinto de sobrevivencia”. “No hay lugar para el plan Remes del 2002 ni un plan bomba. Este Gobierno puede tener un plan bomba″, advirtió.

Describió que la Argentina tiene un “estancamiento relativo” respecto del resto de la región; independientemente de que algunas “cosas salgan bien” Fernández terminará con un PBI per cápita 5% menor a cuando asumió. Repasó la “mediocridad” actual por la pérdida de participación en mercados internacionales, la desinversión, el déficit fiscal, la degradación del mercado laboral, un nivel de gasto primario “infinanciable” y un balance del Banco Central que da US$70.000 millones de pasivos.

“No hablo más de deuda; a la deuda hay que arreglarla. Sino quiere tener deuda, no quiere tener emisión, no hay que tener déficit fiscal”, sintetizó. En otro tramo de la presentación, ironizó “no van a ver nunca un video nuestro que diga que bajar la inflación es fácil”.

Los ejes del programa en el que trabajan son consistencia “de verdad y no de sarasa, fiscal, monetaria y cambiaria”, tiene precios relativos (”no puedo tener metas de inflación si tengo pendiente cuadruplicar el precio de la luz”), tiene “acuerdos” y “equipos”.

“No puede faltar ninguno de estos ingredientes -añadió-. Nunca concebí el crecimiento sin inclusión social; y con armonización federal. Por eso hemos venido a la Mediterránea, para estar de Ushuaia a La Quiaca”.

Repasó cinco claves del programa de trabajo: “Convencer a la política de los desafíos; armar equipos, trabajar con tiempo; tomar con naturalidad que el programa arbitrará pujas sectoriales; tener timing (todo es simultáneo); armonizar con un marco normativo y legal”. También enfatizó que “sin estabilidad macro no se puede avanzar, pero con eso solo no alcanza”.

En líneas generales también indicó que abordan las necesidades de infraestructura, las cadenas de valor; una política fiscal con menos presión tributaria para la producción; una reforma del gasto público y una de la organización federal.

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