A los 81 años falleció Pedro Nordheimer, un entusiasta de la actividad que dejó una huella en el sector de compraventa de campos
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“Ayer dejó de latir uno de los corazones más potentes con los que me crucé en mi vida. Un corazón que desde lejos se lo escuchaba venir. Dejó de latir el corazón de Pedro Nordheimer, mi papá”. Con estas emotivas palabras, Federico, su hijo, despidió a un emblema del sector inmobiliario rural, que falleció a los 81 años.
Nordheimer nació el 2 de marzo de 1942 y se casó con Rita Garrahan, con quien tuvo tres hijos, Alejandro, Christian y Federico, quienes siguen con su legado. Los tres forman parte del directorio de la empresa que tiene la inmobiliaria y un establecimiento agropecuario en Cañuelas en donde Pedro compartió momentos inolvidables con sus seis nietos.
Además de ser el fundador de una inmobiliaria rural relevante en el sector, que lleva su apellido, Nordheimer se convirtió en un referente en el mercado. Formaba parte de la “vieja guardia” que influyó en la formación de muchos que están en la actividad. “Generoso”, “divertido”, “optimista” y apasionado por el campo son solo algunas de las características que quienes lo conocieron destacan al describirlo.
No solo dejó su marca como una figura destacada en el sector inmobiliario rural, sino que también fue un hombre cuyo legado trascendió los límites del negocio. “Un tipo que cada uno que se acuerda de él destaca su generosidad, alegría, espontaneidad. Muy carismático”, lo describió Federico en el mensaje que le envió al equipo de la inmobiliaria y que compartió con LA NACION. “Un apasionado por el campo, por nuestro país. Ante todo, un devoto inquebrantable del optimista”, agregó.
Como hijo de inmigrantes alemanes, Pedro creció en el seno de una comunidad en Martínez con raíces germanas. Sin embargo, siempre tuvo un amor incondicional por la Argentina. Al punto que, cuentan, no le gustaba irse más de 15 días de vacaciones porque extrañaba el país. “Amaba tanto la Argentina que cuando se recibió se fue a trabajar y vivir a Alemania, pero no le gustó y decidió volver a la Argentina”, expresó Federico.
Cursó la carrera de abogacía en la Universidad de Buenos Aires (UBA). No obstante, siempre tuvo vocación por la actividad agropecuaria: dedicaba sus recreos a la lectura de revistas especializadas en toros y el campo.
Esa pasión se hizo evidente cuando empezó a ejercer la abogacía. Federico recordó que tomó algunos casos, pero se dio cuenta que no le gustaba. Y fue así que convenció a su padre de comprar un campo en Cañuelas en donde pusieron un tambo. Después de unos años lo vendió y se trasladó a Coronel Falcón, partido de Coronel Pringles.
Luego pasó por Copetonas, Tres Arroyos, y finalmente regresó a Cañuelas. Estas experiencias de compraventa de campos lo condujeron hacia el oficio que lo acompañó el resto de su vida: el sector inmobiliario. Fundó inicialmente Nordheimer & Minola y en 1994 estableció su propia firma bajo el nombre de Nordheimer.
“Pasó por este mundo dejando surcos en lugar de huellas desde cero, sin historial de campo creó una de las inmobiliarias rurales más reconocidas del país”, señaló Federico. Destacó que fue disruptivo en su manera de trabajar y comunicar y que logró formar un equipo “incondicional” que aún hoy perdura.
Mariano Maurette, responsable de Campos de Álzaga, Unzué & Cía., recordó que pudo conocer mejor a Nordheimer gracias a que ambos se asociaron a Mercampos, una sociedad que perduró durante una década, compuesta por 10 firmas, y que mantenían reuniones regularmente. “Conocí a una persona muy auténtica, genuina y que supo manejarse muy bien. Siempre decía: ‘la publicidad es todo’; ‘la plata en publicaciones es plata bien invertida’, y creo que no se equivocó. Eran famosas sus páginas en el diario [por LA NACION]”, dijo.
Para Juan José Madero, expresidente de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR) y director de la División Campos de LJ Ramos Brokers Inmobiliarios, fue uno de los grandes referentes del sector. “Es un hombre emblemático en nuestro rubro. De los que fundaron la especialidad de venta de campos y formaron a los que lo suceden. Siempre fue un referente del mercado, muy divertido, una persona muy accesible, vivaz, que siempre buscaba nuevas alternativas de negocio. Guardo muy lindos recuerdos de él”, expreso.
CAIR emitió un comunicado de despedida para Nordheimer, subrayando que, “sin ninguna duda”, fue una persona de larga trayectoria y que se destacó en el sector inmobiliario rural argentino.
“Los inicios de su actividad fueron con el Ing. Minola bajo la firma Nordheimer–Minola, para luego formar su empresa Nordheimer SRL con el apoyo de sus hijos Federico y Cristián. Fue uno de los Socios Fundadores de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales. Dedicó su vida a la actividad inmobiliaria rural, la que le permitió recorrer nuestro país en toda su extensión y a la que sirvió con profesionalismo y pasión”, expresó.
“Su vida estuvo marcada por una incansable dedicación al desarrollo y la promoción de inversiones en negocios de campos. Reconocido por su visión innovadora, armador de equipos de ventas y de los primeros en incursionar fuertemente en la publicidad. Su legado perdurará en la memoria de aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo y trabajar a su lado”, agregó.
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