AVELLANEDA, Santa Fe.-Esta vez eligieron un horario diferente, cercano a la siesta, cuando esta localidad se transforma en una ciudad fantasma, para formalizar la intervención de Vicentin. Luciano Zarich, el subinterventor designado por el Gobierno, consiguió tres días después de llegar a esta ciudad del norte de Santa Fe entrar a las oficinas de la empresa y dar por iniciada la intervención anunciada por el presidente Alberto Fernández el lunes pasado, una medida que se tuvo que posponer por las protestas que se desataron en esta ciudad.
Poco después de las 15, una camioneta Toyota Hilux gris, estacionó de culata en el garaje de la empresa, frente a la plaza 9 de Julio, epicentro de las protestas para que Zarich pudiera subirse rápidamente. El temor era a que se originara un nuevo escrache contra el funcionario como ocurrió el martes. Pero en el horario elegido de la siesta los funcionarios y síndicos pudieron entrar y salir sin problemas. La carpa que instalaron los trabajadores de Vicentin en la sede de la empresa estaba vacía.
La intervención se firmó esta vez de manera consensuada con la empresa, según explicaron a LA NACION fuentes de Vicentin.
"No tiene ningún sentido que Vicentin resista la firma de la intervención", señaló a LA NACION una alta fuente de la empresa que participó de la reunión que encabezó Zarich.
En la reunión participaron el escribano oficial Carlos Gaitán, Zarich y los síndicos Ernesto García, del estudio Baravalle & Granados, junto con directivos de Vicentin. El primer encuentro transitó por un plano formal, casi protocolar en un buen clima, a pesar de la fuerte custodia de efectivos de la Policía Federal de civil.
El otro capítulo abierto en esta trama es la expropiación, una medida que anunció el presidente el lunes y descolocó a la empresa que, como el gobernador de Santa Fe Omar Perotti, no esperaban que entre los planes del gobierno estuviera la expropiación.
Ahora, con la instancia de negociación que se abrió se espera que ese escenario quede atrás. Vicentin evalúa que pueda activarse un nuevo esquema de negociación, según las fuentes. Una de las opciones que manejan es la posibilidad de que de la expropiación se pase a la conformación de una empresa mixta, entre YPF Agro y Vicentin.
La agroexportadora debe 99.000 millones de pesos a 2600 acreedores, de acuerdo a la causa de convocatoria de acreedores. Las plantas estuvieron paralizadas tres meses pero desde hace abril empezaron a trabajar a fasón con girasol y soja, con lo que un 40 por ciento de la capacidad de molienda de las plantas de Ricardone, San Lorenzo y Avellaneda, estaba activa. "Vicentin pagó la semana pasada 100 millones de pesos a proveedores para poder cumplir con la recuperación de las plantas", afirmó un directivo para señalar que no había intensión de la empresa de quebrar.
En tanto, la postura del Gobierno de Santa Fe es que la empresa sea intervenida por un plazo determinado, en acuerdo con el juez de la convocatoria de acreedores y la empresa, y luego se defina un plan de negocios, con la posibilidad de que se cree un fideicomiso con participación de YPF Agro y las cooperativas, fundamentalmente ACA, que tiene deudas por más de 100 millones de dólares dentro de la convocatoria de acreedores.
Como ocurre con Alberto Fernández y la permanente tensión en la coalición de Gobierno, en Santa Fe hay sectores del kirchnerismo, con representación en el Gabinete de ministros, que están a favor de la expropiación de una empresa que tiene una deuda con el Banco Nación de más de 300 millones de dólares.
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