La Algodonera Avellaneda, parte del grupo Vicentin, podría cerrar y dejar a 430 trabajadores en la calle si no se resuelve un conflicto salarial que tiene la planta paralizada hace un mes, según expresaron fuentes de la empresa en esa localidad de Santa Fe. La disputa se tornó especialmente compleja cuando un jugador inesperado entró en la mesa como representante de los trabajadores: el Sindicato de Aceiteros y Desmotadores.
Ayer, Roberto Sukerman, ministro de Trabajo de Santa Fe, presidió una audiencia para buscar una resolución al conflicto de la cual no participaron ni la Asociación Obrera Textil (AOT), ni el Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (Setia). Fueron abogados en representación de la Algodonera y representantes del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros y Desmotadores de Algodón de los Departamentos General Obligado y San Javier que, según la firma, no es el gremio que corresponde al establecimiento industrial.
"Para estar representándolos tendría que haberlos afiliado y no han presentado ningún tipo de documentación que lo avale", dijeron a LA NACION fuentes de la empresa. "Si los hubieran afiliado sería también un disparate que un sindicato que no tiene injerencia sobre la actividad de otros le tome sus trabajadores. Es absurdo", completaron.
Según el Ministerio de Trabajo de Santa Fe, el conflicto por la afiliación de los empleados no es parte de su competencia y tiene que dirimirse en la cartera laboral de Nación o, eventualmente, en la Justicia. Para Sukerman, "más allá de cualquier afiliación, hay un reclamo que es de los trabajadores" y es eso es lo que su cartera laboral apunta a resolver.
Lamentamos que los directivos de la empresa no se hayan presentado para resolver el conflicto. Convocamos a una nueva audiencia de conciliación para la semana próxima. Es importante defender los derechos de los trabajadores y trabajadoras de Avellaneda Algodonera. https://t.co/BNtksNYWwk&— Roberto Sukerman (@robertosukerman) August 5, 2020
Hace varias semanas, días después del comienzo del bloqueo a la planta, un representante de la AOT había explicado a LA NACION que un grupo de trabajadores habían sido convencidos de que podían desafiliarse de la AOT y pasarse al gremio de los aceiteros, donde cobrarían $160 la hora, en vez de $130.
Según el vocero de AOT, esto era un "error garrafal" porque los convenios están regidos por las maquinarias que se manejan en cada rubro industrial. Vale aclarar que, aunque la empresa es Algodonera Avellaneda, según la página de la firma las plantas desmotadoras se encuentran en Chaco, Santiago del Estero y Formosa mientras que la planta en conflicto, en Reconquista, provincia de Santa Fe, se dedica a la hilandería.
Según aseguran desde la Algodonera, de los 430 empleados solo unos 20 o 30 se habrían desafiliado del gremio textil con intenciones de pasarse al gremio aceitero. Son esos trabajadores, en conjunto con representantes del Sindicato de Aceiteros y Desmotadores, quienes, según la empresa, estarían detrás del bloqueo que desde hace más de 30 días tiene paralizada la actividad productiva.
"La industria textil está en un 30% de su capacidad, sufrió un aumento del 80% en las importaciones durante el período anterior y fue una de las más golpeadas por la pandemia: estuvo tres meses prácticamente parada", explicaron desde la empresa.
En este contexto, el ministro Sukerman aseguró a LA NACION que la gran mayoría de los trabajadores, alrededor de 400, presentaron constancia de afiliación al gremio de aceiteros. "Hay una discusión sobre a dónde tienen que estar afiliados los trabajadores. Esto se va a discutir en el organismo competente que es el Ministerio de Trabajo de Nación", explicó Sukerman.
"Ahora bien, hay un reclamo genuino de los trabajadores. Si paramos la pelota hasta que se resuelva el conflicto de la afiliación, ¿cuánto tiempo va a pasar?", se preguntó el funcionario, que aclaró que nadie, ni siquiera los mismos trabajadores, le está pidiendo a la empresa que reconozca algo que no quiere reconocer. "Nosotros no desconocemos sus escritos: los pusimos en un expediente y los remitimos a Nación", aclaró el ministro provincial.
En efecto, según Sukerman, los trabajadores expresaron en la audiencia de ayer que ellos no pretenden cobrar lo que cobran los aceiteros y que necesitan hacer un convenio colectivo propio de la actividad en esa empresa. "Dijeron que pretenden tener un sueldo digno que les permita vivir, un sueldo por encima de la línea de pobreza", contó el ministro, que consideró que el cambio de afiliación se debió a que los trabajadores "claramente no se sentían representados".
El ministro Sukerman aseguró a LA NACION que la gran mayoría de los trabajadores, alrededor de 400, presentaron constancia de afiliación al gremio de aceiteros
Sukerman también resaltó la atención que se le está dando a este conflicto. "Ayer viajé especialmente a Reconquista cuando a la misma hora tenía una reunión por la paritaria con los docentes de la provincia y otra con el ministro de Producción y todas las cámaras empresarias", comentó.
Según Algodonera Avellaneda, la empresa respeta los acuerdos salariales alcanzados con la AOT, Setia y la Federación de Industrias Textiles Argentinas. "Dichos acuerdos prevén integrar a los salarios el incremento dispuesto por el decreto 14/19 y el pago de una gratificación excepcional por trabajo efectivo según el gremio, de entre $6000 y $7200, repartido entre los meses de agosto a octubre", dijo.
"Nosotros vemos un componente político detrás de esto, en el marco de todo el problema que hay con Vicentin. Otra explicación es difícil. Pero están jugando con el laburo de esta gente. La verdad es que si esto sigue, se cerrará la planta y quedarán 430 trabajadores en la calle. La empresa no va a aceptar que se afilien a otro gremio y quieran cobrar el doble de salario porque es insostenible", remarcaron desde la Algodonera.
Dionisio Alfonso, secretario general del Sindicato de Aceiteros y Desmotadores de Reconquista, no respondió a consultas de LA NACION.
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