Se trata de una tecnología de bajo costo, pero que requiere máximo cuidado en muchos aspectos
Especialistas del INTA estiman que buena parte de las pérdidas podrían evitarse, mediante una concientización de los productores sobre los beneficios de la aplicación de prácticas adecuadas en la cosecha y el almacenamiento y de un permanente control de la calidad de los granos producidos.
Observan además los técnicos que ciertas normas, que son fundamentales en el manejo de poscosecha en chacra, aún son desconocidas o no se las aplica con regularidad para una mejor conservación del grano.
Esto adquiere mayor relevancia si se tiene en cuenta la gran expansión que tiene el sistema de silo bolsa, una nueva tecnología sobre la cual aún se desconocen muchos aspectos de manejo.
Debido a la incorporación de tecnología que ha experimentado el productor agropecuario en los últimos 10 años, la producción de granos de cereales y oleaginosas aumentó el 60% en el país.
En la presente campaña la estimación es de 70 millones de toneladas y se estima que al finalizar esta década, la producción de granos alcanzará 90 millones de toneladas.
Cambio de hábitos
La capacidad de almacenamiento a granel aumentó en la última década a razón de 2 millones de toneladas por año, correspondiendo a los "silos chacra" una mayor evolución.
Si se comparan las cifras de comienzo de la última década, la relación de la capacidad de almacenamiento de los silos chacra respecto a la de los acopios de granos era de aproximadamente 25%, mientras que en éstos últimos años se refleja una relación en aumento con más del 50%.
En la última campaña agrícola 2001/02 un porcentaje muy importante de lo cosechado se almacenó en chacra, utilizando instalaciones tradicionales (silo de malla de alambre, silo de chapa, galpones y celdas) y silos de bolsas plásticas debido a la decisión del productor agropecuario de retener el cereal en su propio campo por diversos motivos.
Por otra parte hay que reconocer también que esta situación llevó al productor agropecuario a tener que afrontar un nuevo desafío: el de desarrollar por sí mismo una estrategia de almacenamiento y control de calidad. Esto le significó un cambio de hábito, ya que anteriormente, luego de la cosecha, entregaba su cereal y se terminaba su problema.
El INTA comenzó las primeras experiencias en silo bolsa en el año 1995/96 en la Estación Experimental Agropecuaria de Manfredi en Córdoba.
En ese entonces se realizaron ensayos con Trigo, Girasol y Maní. Posteriormente a partir del año 2000, la E.E.A. INTA de Balcarce realizó ensayos más completos con Trigo, Maíz, Soja y Girasol.
Resultados
Los resultados en general muestran la misma tendencia cuyas principales características son:
1) Con granos secos (valores de humedad de recibo) no hay ningún problema de conservación.
No hay deterioro causado por el sistema de almacenamiento.
2) No hay generación de calor propio del silo bolsa aún con granos húmedos.
3) La variación de temperatura interior del silo, acompaña la variación de la temperatura ambiente.
4) No hay modificación de la humedad inicial de los granos.
5) Hay una tendencia al deterioro de la calidad de los granos húmedos almacenados con este sistema en el tiempo. A mayor humedad del grano, los tiempos de conservación se acortan.
6) Las alteraciones de calidad se manifiestan principalmente cuando se rompen las bolsas.
7) Hay movimientos convectivos de aire en el interior de la bolsa. Esto se acentúa en aquellas áreas donde hay una mayor amplitud térmica, pudiendo provocar la condensación de humedad en la parte superior. Esto se manifiesta en mayor proporción en primavera.
Además, en los lugares donde la bolsa presenta depresiones (floja), se nota una tendencia a condensar humedad en la parte superior, contra el techo del silo.
8) El deterioro disminuye cuando las bolsas, con granos almacenados, están bien armadas (con la presión recomendada, sin depresiones y bien cerradas).
Como resultados de estas experiencias se confeccionó una guía práctica, cuyo principal objetivo es el de orientar al usuario de este sistema para que se organice durante la etapa de conservación de sus granos.
Principios básicos
Esta es una tecnología sencilla y de bajo costo pero requiere máximo cuidado en la calidad del grano a almacenar, en la calidad de la bolsa, en el llenado y en el control posterior. pero es necesario tener en cuenta varios aspectos
1) El principio básico es el de guardar los granos secos en una atmósfera automodificada, con bajo oxígeno y alta concentración de anhídrico carbónico (CO2).
Con esto se logra el control de los insectos y de los hongos que son los mayores causantes del aumento de la temperatura de los granos.
2) También es necesario considerar que los granos son organismos vivos y deben estar sanos, sin daño mecánico y limpios, para tener mayor posibilidad de mantener su calidad durante el almacenamiento.
3) La tecnología de embolsado de granos secos requiere un adecuado llenado de la bolsa para expulsar la mayor cantidad de aire posible, no dejando "floja" la bolsa ni tampoco sobrepasar la capacidad de estiramiento aconsejada por los fabricantes en un 5 a 6 por ciento.
4) La calidad de la bolsa es fundamental para una buena conservación. Esta bolsa debe permitir un adecuado estiramiento sin perder, por un tiempo prolongado, su capacidad de contener a los granos y su impermeabilidad.
5) El lugar donde su ubica la bolsa debe ser lo más alto posible, lejos de árboles y de cualquier posible fuente de rotura. El piso debe ser firme y liso para que permita un buen armado de la bolsa y no se rompa en la parte inferior. Esto también facilita el vaciado de la misma.
6) Como regla general, la humedad con la cual se deben almacenar los granos no debe sobrepasar la humedad base para la comercialización. Cuanto menor es la humedad del grano, mejor será la conservación y mayor el tiempo disponible para guardarlos.
Cuando se trata de semillas las condiciones son aún más estrictas.
7) A medida que aumenta la humedad del grano a embolsar, aumenta el riesgo de deterioro.
Las evaluaciones realizadas por el INTA han demostrado que existe un deterioro en la calidad de los granos cuando se almacenan, con alto contenido de humedad, en silos bolsas. Unicamente se pueden almacenar granos húmedos, en bolsas plásticas, cuando existen condiciones de emergencia y sin otra alternativa.
En estos casos es aconsejable para disminuir el riesgo de deterioro, sobretodo a la entrada de la primavera, montar una cobertura que permita atenuar la incidencia de la temperatura exterior.
8) Se debe tener en cuenta que es una tecnología simple, pero requiere de extremo cuidado para proteger y mantener la integridad de la bolsa. El control debe ser permanente para tapar inmediatamente las roturas.
9) En todo momento recuerde que cuanto mejor es la calidad del grano a embolsar mejor será su conservación.
Finalmente recordar que la calidad se logra durante todo el proceso de producción de los granos.
Calidad es simplemente hacer todo bien desde un principio y, sobre todo, cuidar la calidad de los granos durante toda la etapa, teniendo en cuenta también que se está produciendo alimentos.
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