Pese a las noticias de los últimos meses sobre un fuerte interés de inversores argentinos y muchos ciudadanos en general por Uruguay, en el caso de los productores no hay un boom de consultas por alquilar o comprar campos en el otro lado del Río de la Plata. Así lo expresaron inmobiliarias rurales y operadores comerciales del vecino país a LA NACION. En este contexto, las dificultades para viajar por el coronavirus complican las cosas.
"Algunos pronosticaban que iba a haber una invasión. Estamos lejos de eso", dijo Gerardo Zambrano, un agente inmobiliario rural de Uruguay quien sostuvo que ha tenido entre 3 y 5 consultas por semana vía Zoom, pero ninguna concreción de parte de argentinos.
"Personalmente no hemos tenido ninguna concreción, sí hemos tenido consultas, más que revisaciones", afirmó. Los agentes inmobiliarios de ese país esperaban una alta demanda de productores argentinos tras la suba de las retenciones y luego de que el Gobierno intentara expropiar la cerealera Vicentin.
Ya hay argentinos produciendo en Uruguay y están concentrados sobre el Litoral donde se puede hacer agricultura combinada con ganadería. Los departamentos de mayor interés son Paysandú, Soriano y San José.
"Los argentinos que vinieron entre 2001 y 2003 se dieron unos palos no muy menores porque se dieron cuenta que Uruguay no está muy enfocada a la actividad agrícola y esa gente que estaba en ese tema se fue. Quedaron pocos porque la agricultura acá no está pensada como en la Argentina, pero Uruguay les da seguridad jurídica, por eso es que hay gente que quiere invertir en este país", señaló.
En una entrevista con LN+, el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes, sostuvo que si los productores pudieran trasladarían su producción del país. "Hay muchísimas averiguaciones de empresas agropecuarias que están mirando la posibilidad de conformar sus sociedades en Uruguay y trasladar toda su producción, no solo a ese país, sino también a Paraguay, sobre todo en el sector ganadero. Pero sí están viendo a los países limítrofes con mayor interés porque la incertidumbre hace que la inversión no avance", apuntó.
En esa línea, desde Da Silva Agroinmuebles afirmaron que la dinámica que vienen teniendo con productores argentinos es de tres o cuatro charlas virtuales por día donde los productores expresan la situación que padecen. "No se han concretado porque muchos de ellos no pueden cruzar a Uruguay, está muy restrictivo para habilitar el cruce. Algunos nos llaman para ver el campo, porque existe una voluntad muy fuerte, pero no podés hacer una operación de estas características sin ver la propiedad", dijo Sebastián Da Silva, titular de la firma.
Los productores de Santa Fe, Córdoba y el interior de la provincia de Buenos Aires son los que más consultas han hecho en los últimos meses. "Tenemos que ver cómo va a ser el cruce, el mercado existe y está expectante, pero fundamentalmente algunos de los que se quieren mudar son los que ya tienen propiedades en Uruguay. Las consultas existen, pero después terminamos en círculos viciosos y no se llegan a concretar", aseguró.
Un dato de color que dan las inmobiliarias es que también hay consultas de europeos que tienen la intención de trasladarse e invertir en ese destino.
"Hay cierto escepticismo en el futuro de la Argentina. Uruguay tiene rentabilidad parecida a la Argentina, pero la carga tributaria es más sencilla. El gobierno de Luis Lacalle Pou entiende al campo, empatiza y lo define como el motor de salida de la crisis sanitaria y son estos gestos o acciones los que incitan al productor. Pero la expectativa que se ha generado en los traslados, mudanzas y la realización de los negocios es relativa a las circunstancias", aseveró Da Silva.
En tanto, Fernando Indarte, de la firma Indarte & Cia, mantiene entre 5 y 10 consultas por semana de argentinos. "Desde las PASO argentinas, empezó a cambiar la tónica de la consulta para hacer cosas en Uruguay y cuando se confirma el gobierno de Lacalle Pou que aseguró la protección de las inversiones, hubo más consultas. Después de eso pasó el episodio de Vicentin y me empezaron a sonar más los teléfonos", agregó Indarte. Agregó que los interesados ven las características de los terrenos y precios, pero no hacen concreciones.
Los precios para campos agrícolas están en 7000 dólares por hectárea, aunque varían según el lugar y la ubicación. Los mixtos, es decir, agrícolas y ganaderos, están entre los US$4000 y US$5000 por hectárea. En tanto, los de ganadería pura cotizan a US$2500 la hectárea.
Los alquileres para campos agrícolas están en 7 quintales de soja por hectárea por año. "Al precio de la soja de hoy, tiene un valor de US$250 aproximadamente, mientras que los campos ganaderos están entre US$70 y US$100 la hectárea por año", agregó. Los precios están determinados en función de la ubicación y productividad de los campos en base al Índice de Coneat que maneja el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay.
"En general, el mercado en Uruguay es bajo, pero si aumenta la demanda, va a subir hasta un punto lógico y tampoco va a ser mucho", aclaró.
Los operadores uruguayos destacan como puntos positivos para el país la seguridad jurídica, la no aplicación de retenciones y que se mantienen las reglas de juego. "Tuvimos una modificación de impuestos fijos, pero la estabilidad jurídica en Uruguay es atractiva para invertir. Por más que cambian los gobiernos las líneas se mantienen y hay un Presidente que es afín a las inversiones", destacó.
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