El entendimiento entre ambos bloques contempla diversos plazos que van desde lo inmediato hasta un término de diez años
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El acuerdo Mercosur-Unión Europea [UE], anunciado hoy en Uruguay, contempla diversos plazos para su implementación, que van desde lo inmediato hasta un término de diez años en algunos productos de los países de la región. Las negociaciones de libre comercio siempre tienen como objetivo la baja de los derechos de importación. No obstante, el cronograma de reducción para llevar a cero los aranceles es más extendido en el tiempo. Esto al margen de la aplicación de cuotas.
En el primer año de vigencia del acuerdo Mercosur-UE van a quedar eliminados los derechos de importación a los productos como la harina de soja y el poroto de soja, aceites para uso industrial (soja, girasol y maíz), despojos comestibles de especie bovina, porcina y ovina. También se contemplan las menudencias, grasas y semen bovino.
En el caso de las frutas quedarán excluidas de la aplicación de aranceles en el plazo de un año aquellas como las manzanas, peras, duraznos, cerezas y ciruelas. Le siguen las legumbres, frutos secos, pasas de uvas, uvas de mesa, el maní y las infusiones (café, mate y té). Además están las especias y bebidas (agua mineral, cervezas y espirituosas). También los productos de la pesca, como la merluza, vieiras y calamares.
En ese sentido tendrán una desgravación entre cuatro y diez años los productos de la pesca como los langostinos y conservas de pescado. Le siguen las hortalizas, plantas y tubérculos alimenticios y las frutas cítricas. En este último caso están también los limones, naranjas y mandarinas. Así como las frutas finas: arándanos, frutillas. Y la harina de maíz, el almidón y el arroz partido. Ese mismo tiempo tendrán una desgravación las preparaciones alimenticias y pastas, las golosinas, las mermeladas, jaleas y otras preparaciones con base de frutas, las hortalizas en conserva, los helados, el alimento para mascotas, la manteca y preparación de maní y los vinos.
En este marco, quedaría establecido que los aceites vegetales envasados, como la soja, girasol y maíz tendrán siete años hasta su desaparición. Por último le siguen el biodiésel con 10 años hasta su eliminación.
El presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara), y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), Gustavo Idígoras, señaló que, en general, para los productos de mayor interés que tiene la agroindustria nacional recién entre los siete y los 10 años van a eliminar los derechos de importación a Europa. “Hay algunos productos que van a ir a cuota, por ejemplo, el bioetanol, la carne vacuna y la carne aviar. Por eso, no vemos que haya ningún efecto negativo para los productores agropecuarios de Europa. Creo que están exagerando en sus expresiones contrarias al Mercosur, porque el Mercosur tiene todas las condiciones para cumplir en materia de sanidad, inocuidad, ambiente y legislación laboral”, precisó.
Cuotas
Para el caso de los productos que tendrán una cuota están el arroz con una porción de 60.000 toneladas. Esto con un arancel del 0%, sin cambio en las condiciones, sin segmentación, e implementación en seis años. La Cuota Hilton, cuya cuota es de 28.346 toneladas tendrá un arancel del 0% a la entrada en vigor del acuerdo. En tanto, la UE ofrece una nueva cuota de 99.000 toneladas CWE, 55% refrigerada y 45% congelada, con arancel intracuota de 7,5% (EIF), y el volumen “phase in” en cinco años, en seis etapas. Mientras que para la carne aviar sería de 180.000 toneladas, arancel 0% a la entrada en vigor del acuerdo (EIF). La segmentación es “50% deshuesada” y “50% otros”. Con volumen “phase in” en cinco años en seis etapas.
La cuota en el caso de la miel será de 45.000 toneladas con arancel 0% a la entrada en vigor del acuerdo. Con volumen “phase in” en cinco años y en seis etapas. Mientras tanto, el azúcar tendrá una cuota de 180.000 toneladas arancel intra-cuota del 0%. Así como el bioetanol, que será de 450.000 más 200.000 en cinco años.
En ese sentido, Idígoras, agregó que la forma en que se hizo el acuerdo no genera beneficios sustanciales para la agroindustria argentina, pero remarcó la importancia de cerrarlo. “Puede generar la adopción de reglas en el Mercosur que promuevan inversiones. Hay que apostar a eso porque podrían venir inversiones europeas en los próximos años, por ejemplo, a invertir en biocombustibles de segunda generación. Invertir en la transformación del maíz, trigo en distintos productos procesados o la transformación en proteínas animales para el caso del maíz y la soja. Claramente, la adopción de reglas que fija el acuerdo puede promover ese tipo de atracción de inversiones”, amplió.
El presidente de Ciara-CEC resaltó: “Mientras el Mercosur no hacía ningún acuerdo, a nivel mundial se hicieron más de 260 acuerdos de libre comercio, liderados por Europa y sobre todo Chile en América Latina, con un plan muy fuerte de acuerdos internacionales. China o países como Vietnam también hicieron acuerdos de libre comercio; es una condición política hacer acuerdos. El Mercosur ahora tiene su oportunidad de redimirse, firmar y cerrar este acuerdo en la cumbre“, añadió.
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