"El foco está puesto en ambos cultivos, maiz y soja, en el rendimiento y en el equipo humano". Así se refirió Ignacio Rosasco, titular de la semillera Stine para Latinoamérica, durante un encuentro realizado en su planta de "El Campito", sobre la ruta 8 en Venado Tuerto, provincia de Santa Fe.
Los participantes del evento tuvieron la oportunidad de recorrer todos los lotes de soja y maíz de la empresa. En este sentido, visitaron las 160.000 parcelas de soja, en donde pudieron observar las diferentes variedades con sus diferentes tipos de madurez.
Según dijeron, la clave de la compañía es la innovación permanente y la mejora de los productos, con el principal propósito de ayudar al productor a lograr una mejor rentabilidad.
Stine inició su programa de soja en los años sesenta en Estados Unidos cuando no había aún comenzado el fuerte interés por este cultivo. En 2017, decidió instalarse en la Argentina con el objetivo de desarrollar y comercializar sus propias semillas.
Este año la firma lanza al mercado su soja Stine Enlist E3, el evento biotecnológico "en el que la empresa lleva trabajando y contribuyendo a su desarrollo en forma activa desde el año 2008 en conjunto con Corteva".
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