Mendoza sumó más de 2500 hectáreas con olivo, durazno, frutos secos, cereza y ciruela con un programa que permite la recuperación del 40% de los fondos que destinan las empresas
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MENDOZA.- La crisis en la economía regional argentina se transformó en una oportunidad en tierra cuyana, más allá de la vid. Así, principalmente a través de un programa de fomento a las inversiones, con la recuperación del 40% de los fondos, se logró sostener el crecimiento en la cantidad de hectáreas de producción de otros frutales, sobre todo de cultivos que empiezan a tener cada vez más demanda internacional. De acuerdo con un informe del Instituto de Desarrollo Rural (IDR), en tan solo un año, Mendoza incorporó más de 2500 hectáreas con olivo, durazno, frutos secos, cereza y ciruela, con una inversión privada cercana a los 4000 millones de pesos.
“Esto muestra a las claras el interés que hay en el sector de seguir aportando para el desarrollo y crecimiento de la actividad en la provincia. Es allí donde Mendoza acompañó con iniciativas de fomento”, expresó Alfredo Baroni, director ejecutivo del IDR.
Según datos a los que accedió LA NACION, de las 190.000 hectáreas cultivadas totales en Mendoza, sin contar las 131.000 correspondientes a la vid, ya son más de 60.000 las hectáreas con frutales, por lo que la nueva producción, en tan sólo un año, representa un crecimiento del 5%, cuando hay actividades productivas en todo el país que registraron mesetas o caídas en las implantaciones.
“Aunque el porcentaje no resulta tan llamativo, al ponerlo en contexto es muy significativo: es un avance en medio de un país con una crisis abrumadora, con una inflación altísima y con una economía regional de plazos largos, ya que no son cultivos como en la pampa húmeda, que en seis meses se obtiene la cosecha. Cualquier de estos cultivos se demora hasta 5 años en generar frutos, pero, pese a todo, se decidió invertir y ampliar la superficie cultivada”, explicaron a LA NACION desde el Ministerio de Economía de Mendoza.
De esta manera, la producción frutícola provincial se vio impulsada, en gran medida gracias al aporte del programa de fomento a la inversión privada Mendoza Activa. “Se trata de proyectos de envergadura que se han puesto en marcha recientemente, que ya estaban en funcionamiento u otros que en breve se inician. En este punto, ha jugado un rol muy importante el programa Mendoza Activa, que ayudó a que el sector privado se animara a invertir”, indicó Baroni.
Se trata del programa que comenzó a instrumentarse en plena pandemia y luego se extendió a las diversas industrias y sectores económicos de la provincia. Con este plan, los productores reciben una devolución de 40% de la inversión en Aportes No Reembolsables (ANR) y billeteras virtuales (10% transferencia a CBU, 10% en Billetera Virtual y 20% en crédito Fiscal).
Según los requisitos, se pueden presentar pymes, cooperativas, entidades sin fines de lucro o fideicomiso. De acuerdo, a los datos oficiales de Economía, en estos proyectos la inversión privada fue de $3700 millones con reintegros por $1100 millones.
Asimismo, el programa contempla el “Plus Activa”, esto es que los proyectos que luego de ejecutados cumplan con todos o algunos de los objetivos de generación de empleo permanente, innovación tecnológica mendocina o contribuyan a las exportaciones provinciales sumarán un 5% adicional del reintegro.
De acuerdo con los datos aportados por la cartera de Economía local, la mayor cantidad de hectáreas cultivadas y a implantar corresponden al sector olivícola. “A través de la inversión de distintas firmas, se han impulsado proyectos por un total de 1027 hectáreas, a desarrollarse en los departamentos de Las Heras, Lavalle y San Rafael”, señaló Baroni.
Por su parte, otro de los productos locales que verá ampliada su producción para la próxima temporada es el durazno para industria. “Esta actividad ha visto incrementada su superficie implantada gracias al impulso de proyectos en el Valle de Uco, San Rafael, Lavalle y Junín, por un total de 457,62 hectáreas”, indica el informe.
Sin dudas, a tono con el crecimiento de la demanda internacional y que representa una nueva oportunidad para la producción local, frutos secos es otro de los sectores que ha impulsado proyectos de relevancia para extender la superficie cultivada. “Solo en almendros, se han impulsado inversiones para sumar 450,8 hectáreas en los departamentos de Las Heras y Luján, mientras que el pistacho aporta otras 280,99 hectáreas también en este último departamento”, destacaron las autoridades. De hecho, el pistacho, considerado el “oro verde” viene teniendo una explosión de crecimiento en tierra cuyana, ya que los últimos datos oficiales disponibles indican que en Mendoza sólo se registraba una plantación de 78 hectáreas.
En tanto, la producción de ciruela industria aporta un total de 128,95 hectáreas, la implantación de nogales sumó lo propio, con 127,99 hectáreas, y la de cerezos seis hectáreas más.
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