Una organización internacional reconoció el estatus sanitario de los salmónidos de una zona de la Patagonia

SAN CARLOS DE BARILOCHE.- El embalse Piedra del Águila, ubicado entre las provincias de Río Negro y Neuquén, fue incorporado por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) como zona libre de enfermedades de notificación obligatoria que afectan a los salmónidos.

Así, se amplía la zona libre en Argentina, que ya incluía a la cuenca alta del río Limay y el embalse Alicurá, también en las provincias de Neuquén y Río Negro. La OMSA publicó en su sitio oficial un documento que había sido presentado en marzo de 2022 por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), en el que se proporcionan las evidencias del cumplimiento de los requisitos y procedimientos que establece ese organismo internacional.

A través de ese documento, se pudo demostrar la ausencia de cinco enfermedades que afectan a los salmónidos: infección por el virus de la necrosis hematopoyética epizoótica (EHNV), infección por Gyrodactylus salaris, infección por el virus de la anemia infecciosa del salmón (por las variantes con supresión en la HPR y HPR0), infección por el virus de la necrosis hematopoyética infecciosa (IHNV) y la infección por el virus de la septicemia hemorrágica viral (VHS).

Asimismo, se llevaron adelante acciones de vigilancia epidemiológica desde el 2006 para demostrar la ausencia de la enfermedad bacteriana renal (BKD), piscirickettsiosis (SRS) y necrosis pancreática infecciosa (IPN), aunque estas enfermedades actualmente no están contempladas en la lista de notificación obligatoria de la OMSA.

“Cabe recordar que en 2010, la OMSA había publicado la primera autodeclaración de la República Argentina de la zona libre de enfermedades de notificación obligatoria que afectan a los salmónidos –normada en el 2013 mediante la Resolución Senasa 375/13– gracias al trabajo de vigilancia epidemiológica y monitoreo llevado a cabo en el embalse Alicurá desde 2006″, indicaron desde el Senasa.

Agregaron que ese muestreo se realizó en los establecimientos de producción de trucha arcoíris (Oncorhyncus mykiiss) y en la población de vida silvestre de salmónidos en la zona de Alicurá, en el marco de un convenio firmado entre la Dirección de Acuicultura de la actual Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación y el Programa de Enfermedades de los Animales Acuáticos del Senasa.

Y, a partir de 2019, el Senasa comenzó a trabajar en Neuquén y Río Negro para ampliar la zona autodeclarada como libre. La extensión del área de vigilancia permite ahora incorporar al embalse Piedra del Águila.

Auge

La producción de trucha tuvo un pico en 2007 en Argentina y luego comenzó a caer: en 2019 alcanzó un total de 1201 toneladas, 42% menos que el máximo de 2007. Sin embargo, esa especie cuenta con un gran potencial de expansión tanto en el mercado exterior como en el local como reemplazo del salmón chileno, tal como lo advirtieron los docentes y analistas económicos Ignacio Carciofi y Luciano Rossi en su documento Acuicultura en Argentina: red de actores, procesos de producción y espacios para el agregado de valor. En búsqueda del impulso exportador para los productos acuícolas, de 2021.

“La producción acuícola nacional se caracteriza por su alta concentración en términos tanto de localización como de especie de cultivo. La producción de pacú y de trucha arcoíris es la de mayor representación en el total cultivado a nivel nacional: estas especies llegaron a concentrar cerca del 87% del total en 2019″, indicaban los autores en ese momento, al tiempo que advertían que la acuicultura destinada al consumo humano en Argentina “continúa teniendo valores de producción marginales para el mercado mundial”.

En septiembre de 2022, Brasil habilitó la exportación de trucha arcoíris producida en la Argentina. Ese mercado se sumó así al de Japón: en junio de ese año se había concretado la primera exportación de esa variedad perteneciente al Proyecto de Acuicultura Sustentable, en la cuenca del río Limay.

Siete empresas aportan más del 80% de la producción total de trucha en la Patagonia: cinco realizan su actividad en el margen neuquino del embalse Alicurá y dos en el embalse de Piedra del Águila.

Tal como señalaron desde Senasa, la incorporación que la OMSA hizo ahora del embalse Piedra del Águila les permitirá a los socios comerciales y potenciales países o bloques compradores acceder a la información publicada por esa organización para iniciar el proceso de reconocimiento de estatus sanitario de la Argentina.

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