En el partido bonaerense de Rauch, el productor agropecuario José Lamarche sufrió la faena de cinco vacas, cuatro terneros y un toro; dejará la actividad ganadera por un tiempo
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“Una masacre”. Dos palabras le bastaron al productor agropecuario José Lamarche para describir y resumir el duro panorama con el que se encontró el jueves pasado en su campo, ubicado cerca de la estación Egaña, en el partido bonaerense de Rauch: en una sola noche le faenaron cinco vacas, cuatro terneros y un toro.
Todo sucedió cuando esa mañana un amigo que pasaba por la ruta 30, yendo a Tandil, donde está su establecimiento de 40 hectáreas, le avisó que vio algo raro, “como las vacas amontonadas en la manga”. Curado de espanto, pensó para sus adentros que podía ser algún nuevo hecho de inseguridad rural, de abigeato, pero nunca imaginó encontrarse con tamaño escenario.
“Mi actividad es otra, soy representante de una consignataria, no vivimos del campo. Soy productor chico, que lo tengo más como un hobby porque me gusta la producción agropecuaria y quería que mis hijos conozcan y sepan del sacrificio que se hace en el sector”, contó a LA NACION.
“Tenía 26 vacas, dos toros y 22 terneros. Y tengo 10 hectáreas de soja para hacer algo más también. Pero ya me faenaron de mi producción el 50% y el 23% de las vacas que estaban preñadas”, añadió.
No es la primera vez que le sucede ni tampoco al único productor que le carnean animales en la zona. A principios de 2023, en particular para Lamarche comenzó una seguidilla de hechos que nunca tuvieron fin. En marzo de ese año le faenaron tres terneros y en agosto pasado dos más. Este año, hace dos viernes, volvieron y le carnearon tres terneros y el último jueves se encontró con un total de 10 animales muertos: “Es una región muy castigada. Hay una impunidad en todo el vecindario. De marzo del año pasado a la fecha me carnearon 12 terneros, cinco vacas y un toro. Es una locura”.
Esta vuelta los delincuentes llegaron en una camioneta, le cortaron la cadena del candado de la tranquera y, en la manga, para poder entrar con el vehículo y cargar la carne en la caja cortaron entero el alambrado.
Por las pericias de la policía habrían entrado también con un carro para cargar la enorme cantidad de carne faenada: “Se llevaron todos los cuartos y las paletas de cinco animales grandes, más sus lenguas y los terneros enteros a los que les dejaron solo las vísceras”.
Según comentó, pese a que realizó las cuatro denuncias correspondientes, no hay ningún avance en concreto. “La semana pasada me citó el intendente local [Maximiliano Suescun] a ver si podía ir al municipio para conversar; también vino un jefe comunal de patrullas rurales, pero el tema es que no existe infraestructura, los móviles son escasos y los sacan de un pueblo para llevarlos a otro. Acá se quedaron con dos o tres móviles nada más y con eso no hacemos nada. Esto es laburo que se debe hacer. No es solo preocuparse; hay que ocuparse, no queda otra”, detalló.
Ante esto, la sensación que tiene el productor es de una “impotencia total, de una bronca inmensa y de una gran amargura”.
“El tema que más duele es que las encontré yo en el campo tiradas. Si se las hubiesen llevado y no hubiera rastros del robo, hubiese sido menos doloroso. Las tenía identificadas una por una; cuando sos productor chico le tenés un amor a cada animal como a una mascota en tu casa y verlas así descuartizadas en el suelo, fue desgarrador, muy terrible”, se lamentó.
Decisión
Tras el hecho de inseguridad rural, Lamarche tomó una dura decisión: “Algunas vacas que me quedaron las voy a vender; las tenía como resguardo de valor. Otras se las voy a entregar a un amigo. Lo más triste es que todas estaban preñadas, por parir. Tengo una pena muy grande por tener que desprenderme de los animales, pero así no puedo seguir. Me gusta producir. Pero, por ahora, voy a dejar la actividad, tal vez más adelante cuando se me pase la bronca vuelva a arrancar”, finalizó.
Para Amadeo Souverville, presidente de la Sociedad Rural de Rauch, en las 430.000 hectáreas y los 1700 kilómetros de caminos rurales aproximadamente, “la situación es bastante preocupante”.
“Ha habido muchos casos de inseguridad, han entrado a casas, robado cosas, sobre todo casos de faena, de abigeato que muchos no se han denunciado, por eso tampoco es que hay tantas denuncias. Tuvimos una reunión a mediados de enero con autoridades provinciales, con los jefes de la policía de la región y de la provincia, con el intendente, para abordar los temas de inseguridad rural”, indicó.
Incluso, comentó que hace 20 días tuvieron otro encuentro, donde estuvieron funcionarios del Ministerio de Seguridad y autoridades policiales de la provincia para hablar nuevamente de esta problemática, pero lo que sucedió con Lamarche fue “la gota que rebalsó el vaso”.
“Nosotros vemos que los casos de abigeato siguen, pero que no hay resolución. Cuando charlamos con la policía nos dicen que están trabajando, pero necesitamos que se empiecen a resolver algunos casos, porque después pasa el tiempo y queda todo en la nada. Lo que estábamos proponiendo en ese momento es poner cámaras en distintos puntos de caminos rurales, por lo menos para tener un seguimiento de los distintos vehículos que puedan ir pasando: hoy no tenés un control de los que circulan por las zonas rurales”, dijo.
Con este nuevo caso, la entidad ruralista envió una nota al coordinador de patrullas rurales de la provincia, Luciano Guerrieri, pidiéndole una reunión con autoridades policiales y, de esa manera, buscar alguna solución. “Ahora nos mandaron por un tiempito efectivos de otras ciudades, pero están un tiempito y se van. Nosotros necesitamos que nos manden efectivos”, cerró.
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