En Rio Grande do Sul, que representa entre el 40 y el 50% de la producción total de la vecina nación, no se pudo sembrar y hay dudas; la opinión de los expertos sobre las posibilidades para vender más cereal a ese mercado, hoy el principal que tiene el país
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Tras la devastadora caída de agua de alrededor de 600 milímetros, los campos en el estado brasileño de Rio Grande do Sul están totalmente anegados. En este contexto, algunos consultores del país hablan de una “situación de guerra, donde prima el desabastecimiento” y el sector agropecuario tiene y tendrá muchos inconvenientes a la hora de cumplir las metas esperadas de trigo por parte del presidente Lula da Silva. En ese Estado brasileño se hace en torno del 40 al 50% de las necesidades del cereal.
Bajo este escenario, aunque no habría problemas para su colocación, independientemente de las inundaciones de Brasil, el cereal argentino podría tener un importante impacto positivo para su venta a ese país. Vale recordar que alrededor del 50% de las exportaciones argentinas de este cultivo tiene ese destino.
Según Gustavo López, analista y director de Agritrend, para este año se esperaban unas 3,3 millones de hectáreas de siembra, con una producción de entre 10,5 y 11 millones, donde el 90% se hace en el sur, entre Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul. Este último estado es quien tiene al menos entre el 40 y 50% del total.
“Serían un millón y medio de hectáreas afectadas y ya está lloviendo de vuelta. Hablaban de entre 150 y 200 milímetros de nuevo, con lo cual se está achicando cada vez más la ventana de siembra, por lo que no pueden plantarlo”, explicó a LA NACION.
Esto no quiere decir que, con este panorama se pierda todo, pero, con lotes totalmente bajo agua, es probable que no lleguen a lo proyectado, y de esas 11 millones de toneladas estimadas “podrían estar rondando solo entre 7 u 8 millones”.
Para López, las posibilidades de que Brasil tenga que incrementar las compras en el exterior son bastante claras. “El punto es que ellos [Brasil], de su trigo, terminan exportando entre 2 a 3 millones de toneladas, pero se trata de trigo forrajero. Lo que necesitan sí o sí es el trigo corrector, que es un poquito más duro. Y es justamente en esa zona, Rio Grande, que está más pegada a Uruguay, donde tienen los mejores trigos. Entonces, es muy probable que este año tengan que comprar entre 5,5 y 6 millones de toneladas, o quizás un poco más si se pierde parte de esa zona”, adelantó.
Según describió, en los últimos tiempos las compras de trigo de Brasil a la Argentina tuvieron oscilaciones. Este año que se está desarrollando, si bien llevan embarcadas una cantidad razonable, obviamente hay que esperar para ver cómo termina.
“El año anterior fue un desastre porque no se podía embarcar. Pero este 2024, gran parte de esas seis millones de toneladas que va a necesitar Brasil, va a ser argentino, sobre todo por ese arancel externo común del 10%, respecto a los otros orígenes extra Mercosur. Es decir que un trigo paraguayo, uruguayo o argentino llegan con ‘un beneficio’, respecto al resto del mundo”, detalló.
Para Gonzalo Agusto, economista en Bolsa de Cereales de Córdoba (Bccba), es muy relevante para la Argentina lo que está sucediendo en ese país vecino, que “hasta 2015, con el mercado muy intervenido, representaba casi el 80%”.
Recordó que fue con el gobierno de Mauricio Macri que bajó las retenciones y hubo mercados más liberados, se pudo aumentar la producción y la exportación, cuando Brasil acotó su participación porque la Argentina diversificó su producción en más mercados.
“Hay que ver lo qué pasa en Rio Grande do Sul, donde hoy las tareas de siembra no han avanzado. Es lo normal respecto a otras épocas, donde se siembra un poco más tarde, similar a lo que pasa en la Argentina, pero hay que ver cómo continúa y si van a poder sembrar con el nivel de agua y con el estado de los caminos que están teniendo. Es muy complicado para ellos”, indicó.
Según una estimación de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, este año la Argentina sembrará 6,2 millones de hectáreas con trigo, un 5% más que el año pasado. La producción se expandirá un 20%, a 18,1 millones de toneladas. La venta de implantación del cereal ya está abierta en el país.
Respecto al trigo, Rio Grande Do Sul representa el 50% de la producción de Brasil. A la fecha, el avance de siembra es nulo (lo cual es normal), pero es importante monitorear las condiciones en las próximas semanas pic.twitter.com/0UbSbFUZjn
— Gonzalo Agusto (@gonzaloagusto) May 7, 2024
En coincidencia con López, analizó que, si no pueden sembrar lo que ellos necesitan, esto “demandaría un aumento en las importaciones de trigo”.
“Tendríamos una gran oportunidad de colocar nuestro trigo en el mercado brasilero. Y, si bien también importan de Estados Unidos, Canadá y Rusia, obviamente el socio natural por cuestiones logísticas es la Argentina”, destacó.
Con una mirada más conservadora, Paulina Lescano, analista del mercado granario, señaló que hay que seguir de cerca lo que pueda llegar a ocurrir en esa región, pero que el proceso de la siembra todavía no arrancó en esa zona: “De todas maneras hay que seguir de cerca para ver si se complica la siembra en ese estado y si puede generar alguna demanda adicional de trigo. Pero todavía es medio pronto para asegurar de que eso nos va a generar una mayor demanda de las habituales en otros años”.
Panorama internacional
En su último informe, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) habló de que habría algo más de trigo a nivel mundial para este próximo ciclo 2024/25. Sin embargo, esa cifra no sería del todo valedera, ya que Rusia presenta un clima de sequía, al igual que en ese país del norte y ahora sumado el problema meteorológico de Brasil.
“Podría haber cambios en la oferta, pero básicamente lo que puede ser la demanda. Con lo cual, si te aumentan los consumos con producciones iguales, un poquito más bajo que lo que piensan, te bajan los stocks. Y esto, al tocar los stocks, obviamente, tienden a subir los precios. Por lo menos, Brasil va a tener que comprar seis millones de toneladas”, reiteró.
Si bien estuvieron comprando a Rusia, como búsqueda de acceder a otros mercados, en la actualidad, con problemas de sequía, podría reducir su participación. “Hay que ver cómo queda en el esquema mundial de precios y si es competitivo. Hoy el más competitivo es Ucrania, pero tiene el tema que no puede salir por el estrecho del Bósforo, del Mar Negro. Y lo que suele es salir vía Rumania y Polonia, pero básicamente para lo que es Europa”, cerró.
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