Se trata de Satelligence, que a nivel global monitorea alrededor de 6000 millones de hectáreas por día con información real con 24 horas de diferencia; las exigencias que se vienen de los países compradores de los productos del agro
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En los últimos años comenzó a adoptarse en el vocabulario del agro la palabra “trazabilidad”. No se trata de un simple capricho, sino de una necesidad que empezó a surgir a partir de la masificación de la información y las nuevas exigencias de la sociedad, donde hay cada vez más compañías de tecnología que se encargan del monitoreo de deforestación en tiempo real y de los bosques nativos o la medición de la huella de carbono en las regiones productivas.
A partir de esta necesidad surgió Satelligence, allá por 2016, una firma holandesa dedicada a la medición satelital remota, para ayudar a los traders a supervisar y prevenir que haya deforestación en sus cadenas de suministros.
“La Argentina está haciendo un trabajo muy bueno en la reducción de deforestación, inclusive, hay casos de éxito como es en el Gran Chaco”, indicó Manuel García Laredo, director para Latinoamérica de Satelligence. De la charla del lanzamiento en el país también participaron Amy Ching, directora de producto de la firma, y Nanne Tolsma, director comercial.
El ejecutivo mencionó que es excelente lo que se está haciendo a nivel nacional, pero recalcó que hay una presión notable, que es creciente en la Unión Europea, sobre los productos adquiridos a otros países, a partir de la demanda de la sociedad. Por eso, resaltó que esto en el futuro cercano “va a ser una regla para los mercados exigentes como Europa y Estados Unidos”, donde ya comenzó a utilizarse este monitoreo en productos como aceite de palma, soja y carne vacuna, para evitar que provengan de zonas recientemente deforestadas.
“El que no se atenga a esta regla no va a poder exportar. Para la Argentina y para muchos otros países, para poder trabajar todos estos mercados va a ser necesario utilizar estas tecnologías, que van a permitir confirmar el origen de los productos de campos no deforestados en los últimos años. Esto es una realidad”, amplió.
La empresa, de origen holandés, comenzó a trabajar con los principales commodities que se ven afectados por los problemas climáticos y la deforestación. Los comienzos, indicaron los representantes de la firma, se dieron con la palma en el sudeste asiático.
Actualmente, la firma monitorea en tiempo real alrededor 6000 millones de hectáreas por día con información con 24 horas de diferencia. “El monitoreo en tiempo real es lo que va a venir cuando aparezcan los nuevos estándares de calidad. El green deal (el pacto verde europeo) va a pedir segregar los productos. Hay empresas en Europa que anunciaron que a aquellos proveedores o países que no cuenten con estándares de calidad no le van a comprar más”, explicó el director de Latam.
Puntualmente, la firma trabaja con traders como Cargill, Bunge, Dreyfus, ONGs, y el Banco Interamericano de Desarrollo. Estos dos últimos, indicó, son los que más “levantan la mano y le dicen a las empresas que no cumplen con los estándares de calidad”, y a su vez se los exigen.
En la Argentina, sostuvo, “faltan exigencias, normas, reglas, información, recursos, estadísticas” para impulsar estas iniciativas. “Lamentablemente, como suele suceder con estas cosas, falta una norma o una obligación. Hoy son pocos los mercados que los exigen, entonces se utiliza esta tecnología que ya existe para esos mercados”, puntualizó.
Para los empresarios, es indispensable el rol del Estado y que este provea más información y estadísticas para poder hacer este monitoreo satelital. “Lo que hace falta específicamente son las coordenadas de los campos, saber quiénes son los propietarios. Esa información en la medida que se pueda y sea más accesible va a ayudar muchísimo”, indicó García Laredo. Satelligence tiene su base de datos, pero también tiene que cotejarla con información pública y local. “Nosotros no podemos conseguir toda la información con nuestros recursos”, expresó.
En la Argentina hay empresas que poco a poco lo están incorporando, de hecho, en agosto pasado se presentó Visec, una plataforma de adopción de prácticas sustentables en la región. “Nosotros somos nuevos en esto, pero el mercado ya lo está haciendo con proveedores locales. Eso es una excelente noticia. Lo que venimos a traer son otras experiencias en tecnologías y el desarrollo del negocio agrícola”, explicó y sostuvo que el agro es clave en este caso, pero hoy la tecnología la adopta el exportador. En comparativa con la región, dijo, la Argentina ha hecho un excelente trabajo, ya que no es fácil. “Es difícil resolver esto en poco tiempo, pero hay que seguir trabajando”, resumió.
“El exportador es el único que está obligado a adoptarla, no le queda opción si quiere acceder a otros mercados. Hay empresas en el mercado que están intentando certificar en el tema de sustentabilidad y no deforestación campo por campo, para eventualmente proveer a los traders esta información. En definitiva, esto es para y por el campo. Es difícil que el productor pequeño pueda usar esta información. Solo esperemos que el día de mañana pueda ser más fácil y sea el propio productor el que pueda autocertificarse, eso sería espectacular. Por ahora, esto queda en manos de los grandes y no hay otra”, cerró.
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