Lo advirtió Santiago Carlucci, presidente de Transportistas Unidos de Argentina (TUDA), que señaló que los viajes de sus asociados en camión se redujeron un 50%
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“Es terrible lo que está pasando. No había cubiertas, no había repuestos y ahora nos quitaron lo último que nos podían quitar, ya más no nos pueden sacar. Moraleja: el Gobierno nos dice quedate en casa”.
Para Santiago Carlucci, presidente de Transportistas Unidos de Argentina (TUDA), los camioneros están atravesando “su mayor flagelo, con faltante, sobreprecios y demoras en las rutas de más de 24 horas, que conlleva a una inseguridad vial y personal alarmante”.
Advirtió que, si para fin de mes no se normaliza este escenario “va a comenzar el desabastecimiento de alimentos, insumos y todo lo que tenga que ver con el transporte. En este contexto, comentó que sus asociados están desesperados por la situación que viven que, “lejos de mejorar, pareciera profundizarse minuto a minuto”.
“Hoy por hoy, con cupos de entre 50 y 100 litros promedio un camión tiene que parar cada 100 kilómetros promedio para recargar. Pero cuando llega a la estación de servicio las filas llegan hasta seis kilómetros. Y por ahí cuando estás cerca del surtidor ya no hay más combustible y tenés que esperar a la vera de la ruta, aguardando una cisterna que puede tardar 24 horas mínimo, de ahí hasta 72 horas”, dijo a LA NACION.
Según comentó el dirigente, por este motivo “el transporte de carga cayó un 50% en viajes”. A modo de ejemplo, contó que un camionero que, de manera habitual hacía cuatro vueltas semanales de Entre Ríos a Buenos Aires, transportando alimento balanceado, “hoy, por los graves inconvenientes para cargar solo puede hacer uno semanal”.
“El ánimo de la gente es crítico, porque a pesar de estar parado tiene costos fijos que debe afrontar. Para cubrir el gasto y que quede algo de ganancias uno debe hacer al menos 7000 kilómetros al mes”, detalló.
“Lo grave es que hay petróleo, hay combustible pero no está disponible a esos precios en el mercado interno y una de las pocas formas de conseguirlo para poder trabajar es con sobreprecios. Me contó un asociado que en la YPF en Fernández, Santiago del Estero, le cobraron $186 el litro pero le facturaron $141,6″, agregó.
Carlucci indicó que además de la demora en la logística, en donde “el tiempo se vuelve interminable”, un tema no menor es la seguridad de los transportistas: “La seguridad personal y lo que transportamos está en riesgo. Estamos durmiendo y te roban una rueda, te cortan la lona para sacarte la mercadería. No se puede seguir así”.
Contó que a eso se adiciona el inconveniente que existe en las distintas estaciones de servicio de las rutas, en donde si no tenés cuenta corriente o estás adherido a una tarjeta de cada petrolera solo te cargan combustible pagando en efectivo.
“En los mejores casos, te cargan si contás con efectivo. Imaginate la inseguridad para un camionero tener que viajar por lo menos con $300.000 para ir recargando combustible. Es un riesgo enorme”, remarcó.
Por último, remarcó que para que el gasoil esté disponible en los surtidores y se solucione el faltante, tiene que ser a un valor competitivo. “Hace cuatro meses que advertimos que había problemas con el combustible, nadie hizo nada y todo se fue profundizando. Lo que pasa es que existe un déficit fiscal y poner el combustible al valor que corresponde generaría más inflación y entraríamos en un proceso de hiperinflación que ya comenzó a raíz de las malas medidas económicas del Gobierno”, finalizó.
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