Empujada por los productores, la Mesa de Enlace finalmente decidió llevar adelante un cese de comercialización por cuatro días para que el Gobierno tome medidas que sean coherentes con lo que dice públicamente.
Si para el presidente Alberto Fernández, como expresó en el almuerzo del Cicyp ayer, el campo es un "socio estratégico" porque genera los dólares por exportaciones que la economía necesita, productores y ruralistas no comprenden por qué toma decisiones que van en el sentido contrario.
Los derechos de exportación, mal llamadas retenciones, se cobran sobre el precio de venta de la soja, el maíz, el trigo y el girasol. Cuando los exportadores les compran los granos a los productores, descuentan el porcentaje respectivo de la alícuota y le pagan al Estado. En el caso de la soja, eso significa que de cada tres camiones que se envían al puerto, uno va a parar al fisco. El Estado no le pregunta al productor si tuvo sequía o inundación en su campo que le hubieran impedido cosechar menos granos de lo planificado: cobra igual. El agricultor, a su vez, debe tributar, como las otras actividades económicas, el resto de los impuestos. No parece ser la actitud de un "socio estratégico".
Cuando aumenta la presión impositiva, los productores reducen gastos e inversiones en fertilizantes, agroquímicos, maquinaria agrícola y camionetas. Esta actitud "defensiva" del campo provoca dos cosas: que circule menos dinero en los pueblos del interior y que se reduzcan paulatinamente las cosechas. En definitiva, que ingresen al país menos dólares genuinos por exportaciones.
Este escenario solo puede cambiar si los precios internacionales de los granos son excesivamente buenos como en 2008 y en 2012, una situación que el gobierno argentino no controla y no parece que vaya a ocurrir en el corto plazo.
Como si eso fuera poco, la mayor presión impositiva afecta más a quienes producen en zonas alejadas de los puertos de exportación -el NOA y el oeste-, donde la fertilidad de los suelos es menor que en la llamada zona núcleo de la región pampeana y las condiciones climáticas son más inestables. Este aspecto no estuvo contemplado en el paquete de medidas que el ministro de Agricultura, Luis Basterra, le comunicó a la Mesa de Enlace.
Tras la medida de fuerza de los ruralistas, al Gobierno se le presentará el desafío de darle un sentido diferente a su concepción de "socio estratégico". La necesidad de contar con dólares genuinos por exportaciones puede ser un buen motivo para hacerlo.
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