Se vivieron momentos de tensión afuera del depósito de Lácteos Vidal en Villa Devoto cuando algunos miembros del personal llegaron para cumplir con sus tareas
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“No podés venir acá, está todo bloqueado”. Esas son las palabras que se escucha decir en uno de los videos que se viralizó esta mañana en medio del bloqueo a la planta de Lácteos Vidal en el barrio porteño de Villa Devoto. Hasta allí se extendió la manifestación por parte del gremio de la leche, Atilra, que comenzó originalmente el 18 de julio pasado en la localidad bonaerense de Moctezuma, donde también hacen guardia un grupo de personas afiliadas al gremio que reclaman, entre otras cosas, una recategorización para los empleados.
El martes a la madrugada, cuando los 36 empleados que trabajan dentro de la fábrica en el barrio porteño de Villa Devoto se presentaron en el lugar, un grupo de manifestantes los abordaron en la calle en un intento por sumarlos a la medida de fuerza y así no ingresen al lugar. La movida siguió luego de la llegada de camiones que tenían que cargar y descargar mercadería en el depósito. Debieron dejar los productos en la vereda, según se ve en las imágenes registradas por la dueña de la pyme, Alejandra Bada Vázquez.
En uno de los videos grabados esta madrugada se puede ver cómo una persona de Atilra aborda a un empleado de la fábrica que llega a trabajar a la empresa, ya que no se había sumado al bloqueo. “Quiero hablar con vos”, le dice el hombre que lleva puesta una campera con el logo del sindicato lechero. “Dejame que tengo que entrar a trabajar”, responde insistentemente el joven, mientras la otra persona sostiene que la persona que graba toda la secuencia “lo está hostigando”.
“¿Por qué estás acá?”, indaga el delegado de Atilra a la dueña mientras intenta evitar que el empleado avance y asegura que algunos trabajadores tienen reclamos que tienen que ser oídos. “Estoy acá para que no lo jodan. Los están persiguiendo por todos lados”, señaló la mujer que negó “hostigar a los trabajadores”.
En un leve forcejeo, el empleado insiste en que quiere avanzar a la fábrica y comenzar a trabajar. “Vení, vení, yo quiero hablarte”, insiste la persona de Atilra, quien a su vez le pide a sus compañeros que “le saque” de encima a la dueña que registra todo desde su celular. El momento se vuelve más tenso cuando la señora empieza a gritar “policía” en medio de la calle.
En otra secuencia se puede ver cómo una mujer con campera del gremio se acerca, en medio de la manifestación, a darle “una palmada” a la dueña y le dice que “no van a sacar más” productos del depósito. “No me palmes. ¡Me pegaste! No me duele. ¿Qué pasa? Una me agarró del pelo”, acusa la dueña a la llegada, finalmente, de la policía.
“Somos delegados del sindicato, acá no se trabaja más, manga de carneros. Van a demostrar quién es el sindicato”, gritó un hombre en medio de todo el conflicto que llevó a la planta a una paralización de la actividad. Acto seguido aseguran que la mozzarella que estaba apilada en la vereda no iba a ser cargada y terminan cantando en coro y aplaudiendo.
“Estábamos tranquilos como para esperar la audiencia hoy a las 11, pero los recibimientos en Capital fueron bravos. Trataron de bloquear fuertemente. Hubo empujones, de todo, a tal punto que cayó la policía, el Ministerio, porque hubo muchas amenazas feas. Fue feo con todo, con la dueña, los trabajadores, a quienes fueron a buscar a las paradas de los colectivos. Cuando los chicos llegan los [abordaban] a dos o tres cuadras. No sé cómo continúa esto, de esta manera, el diálogo cada día se corta más”, dijo Arturo Díaz, director técnico y apoderado legal de la pyme.
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