Es sabido que la genética es uno de los pilares de la producción de carne y que es una inversión que se realiza y queda en el rodeo en forma permanente. ¿Cómo hacer para seguir avanzando con las nuevas herramientas que nos da la genética para mejorar los rodeos de cría? A lo largo de la historia lo hemos hecho mediante las exposiciones, los índices de selección (dentro del rodeo) o las pruebas a campo, entre otras. Todas ellas hicieron aportes para direccionar la selección.
Pero hace años, para complementar dicha selección se sumaron los DEP (diferencia esperada entre progenies), que nos permiten comparar y seleccionar a través de los rodeos, documentando e ilustrando el progreso genético de la mayoría de las características de interés económico que deseamos, logrando la evolución de los mismos en la dirección deseada.
La genética bovina se basa en genética de poblaciones. Esto significa que las características por mejorar se distribuyen alrededor de una media, lográndose mejorar, en promedio, la variable seleccionada.
En este sentido, los DEP son la mejor herramienta de selección y la única objetiva para mejorar el rodeo (propio y el de nuestros clientes).
Pero ahora tenemos una nueva herramienta: la evaluación genómica. Esta ayuda a evaluar y seleccionar animales jóvenes aunque no tengamos de ellos sus datos fenotípicos, pues les aumentamos la precisión ("accuracy") de sus DEP como si tuvieran hijos evaluados. Esto es posible gracias a que se les puede extraer ADN (ácido desoxirribonucleico), secuenciarlo, evaluar sus SNP (single nucleotide polymorphism) y referenciar los mismos a un población de referencia ("training population") integrada por reproductores evaluados con DEP clásicos (obtenidos a partir de la genealogía y datos fenotípicos) de alta precisión. De esta forma podemos darle valor a cada uno de sus miles de SNP (marcadores moleculares) y obtener los DEP moleculares (o DEP genómicos). Por ello, sin DEP clásicos no hay DEP Moleculares, y calcular estos últimos no significa extraer ADN y hacerlo analizar, sino que requiere del citado trabajo previo.
Al respecto, en la última reunión de la National Beef Cattle Evaluation Consortium realizada en marzo de este año, en Kansas City, Estados Unidos, se enfatizó que los DEP moleculares permiten evaluar animales jóvenes sin datos, pero con una precisión más alta que la de un DEP de pedigree (obtenido a partir del promedio de los DEP de sus padres).
A medida que dichos animales generen información, se obtendrán también los DEP clásicos, los que integrados con los DEP moleculares generarán los DEP enriquecidos.
En otras palabras, los DEP moleculares refuerzan los DEP clásicos, pero de ninguna manera los reemplazan. Es importante comprender esto, pues se nota cierta confusión al respecto.
Hoy, nuestra raza Angus está en un lugar excelente gracias al uso de la evaluación y selección objetiva. El programa ERA (evaluación de reproductores angus) de la Asociación Argentina de Angus, llevado adelante desde 1989 con el Instituto de Genética del INTA Castelar, de la mano del doctor Horacio Guitou, recibe información de trece características relacionadas con eficiencia reproductiva, precocidad de crecimiento, rendimiento y calidad carnicera a través de 420 criadores distribuidos en diez provincias.
Esto ha generado una base de estudio de más 2 millones de datos, donde ya hay 60.000 reproductores Angus ecografiados para rendimiento y calidad de carne.
En resumen, los actuales controles de producción (mediciones, pesadas, ecografías, etc.) continuarán. Pero si lo que evaluamos y seleccionamos objetivamente es genética, la única herramienta que tenemos son los DEP Clásicos y los DEP Genómicos, y para facilitar su uso, la comunidad académica los integró en los DEP Enriquecidos, lo cual agradecemos.