Según la Sociedad Rural Argentina (SRA), en los últimos 20 años el vecino país sacó una fuerte ventaja en soja y carnes, entre otros productos
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El campo volverá a visibilizar el próximo martes, en la autopista Rosario-Buenos Aires y ruta 90, altura de Villa Constitución, los reclamos por problemáticas que no solo considera irresueltas, sino que se han potenciado con la sequía. Allí aparecen desde pedidos por un alivio en la carga impositiva y ayuda crediticia para quienes tendrán dificultades de reponerse tras el evento climático, ya que las medidas del Gobierno son catalogadas como insuficientes, hasta otros temas más de fondo: el peso de las retenciones y la brecha cambiaria que distorsiona el negocio de producir y que se transforma en una cancha inclinada para los productores.
La asamblea citada para ese lugar, que tuvo su puntapié inicial con una movida de Federación Agraria Argentina (FAA), que terminó sumando al resto de las entidades, se da además en un contexto complejo en el plano internacional y local. Afuera, la continuidad de la guerra en Ucrania tras la invasión de Rusia, entre otros factores. Adentro, un año electoral, una grieta que se ensancha, una macroeconomía donde los funcionarios buscan cómo tapar agujeros más que en soluciones de raíz y, para completar el cuadro, casos de gripe aviar que generan alerta y atención en la producción avícola por si lograra expandirse al ámbito comercial.
Todo este contexto invita, en paralelo, a hacer una pausa y tratar de pensar en qué momento la Argentina se fue estancando como productor y perdió relieve, por ejemplo, ante el vecino Brasil, que no tiene ni retenciones, ni brecha cambiaria ni intervenciones en los mercados.
Ezequiel De Freijo, economista del Instituto de Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales de la Sociedad Rural Argentina (SRA), realizó un estudio comparativo entre la Argentina y Brasil desde el 2000 que permite ver cómo el socio mayor del Mercosur siguió creciendo en producción y productividad. La Argentina mantuvo niveles de productividad, pero se estancó en el volumen de producción.
Brasil logró crecer tanto en producción como en productividad mientras la Argentina se estancó
“La producción de soja argentina era el 70% del volumen de la producción de Brasil en 2000 y en la última campaña fue solo el 33%. Estimamos que esta campaña, marcada por la sequía, la producción de la Argentina será un quinto de la cosecha brasileña”, indicó. En maíz, de acuerdo al trabajo, hubo una relación más pareja. “A comienzos de 2000 la producción argentina representaba el 42% de la de Brasil, mientras que la última campaña la Argentina fue el 45% del total de Brasil”, señaló. Agregó que, por el impacto del clima, este año la producción argentina del cereal será una tercera parte de la cosecha brasileña.
En trigo vale destacar que el vecino país viene creciendo en las últimas dos campañas, llegando a 10 millones de toneladas, y pasó a exportar. Lo hace en simultáneo a la importación. De Freijo se detuvo a analizar otros rubros, como carnes y leche. En carne bovina, al comienzo del 2000 el volumen producido por la Argentina se ubicaba en el 44% del total de lo que hacía Brasil. En tanto, el año pasado fue el 30%. En el caso de la carne aviar, la proporción de la producción argentina en el tonelaje del vecino país ha permanecido constante en torno del 16%, según el reporte. El experto de la SRA relevó para la carne porcina que mientras en 2000 la producción nacional representaba el 11% de la de Brasil, el año pasado ascendió al 16%. Por otra parte, apuntó para la leche que “se observa que el negocio ha tenido una similar performance, en términos de volumen de producción estables”.
Más diferencias
En otro tramo del trabajo se pone el foco en un elemento no menor: la productividad total de los factores de la producción (PTF), que abarca los factores económicos utilizados para producir y que van desde “los beneficios de las nuevas tecnologías, los manejos, la mejora tecnológica de las semillas, el uso de fertilizantes, la eficiencia del transporte”, etcétera. Sobre esto, se apunta en el informe: “En dos décadas Brasil pasó de tener una productividad total de los factores de producción un 35% por debajo de la Argentina, a un 15% por encima en 2020″.
Los productores del vecino país han respondido a las señales políticas y económicas de estabilidad y estímulos que se dieron. Esto no significa que Brasil no tenga problemas; los tiene y también son motivo de preocupación para los productores. Sin embargo, hay un punto clave: cuando se tiene un norte definido, reglas claras y una economía ordenada, sin alta presión fiscal, es más fácil producir. Los productores pueden pensar en cómo hacer más antes que adivinar de dónde saldrá una traba, una restricción del Gobierno. A Brasil su receta le sirvió para crecer y ganar mercados.
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