En el atardecer del 15 de enero de 1822, se reunieron los vecinos más representativos de la ciudad en la Casa del Consulado, San Martín 137, para discutir el proyecto de fundar un banco. El 20 de marzo se constituyó el primer directorio, de los diez directores, seis eran hijos del país y su objetivo principal suplir la escasez de moneda circulante, aumentar el comercio y aportar recursos al tesoro.
La idea de fundar una entidad bancaria comenzó a desarrollarse durante el período virreinal, un precedente fue en 1752, el Banco de Potosí. Habían comenzado a surgir las economías regionales y crecido el intercambio interno e internacional. Hubo varios intentos que no se concretaron, pero la idea siguió evolucionando. El gobierno de Martín Rodríguez, (1820/1824) proclamó una reforma administrativa sustanciosa, cerró el Cabildo y convocó a una suscripción de comerciantes, capitalistas, propietarios de bienes raíces, para fundar un banco con un capital de un millón de pesos.
Fue el primer banco y la primera sociedad anónima del país. Funcionó como Banco de Buenos Aires, aunque era conocido como Banco de Descuento. Inició sus actividades el 6 de septiembre del mismo año en Perú 272, en un sector de la Manzana de las Luces. Vivió en el primer siglo de su existencia los avatares políticos de su constitución y de su sostenimiento. Fue cambiando de nombre pero siempre era el mismo Banco. Solventó con sus recursos la guerra con el Brasil en la disputa por la Banda Oriental, atendió las necesidades del ejército como agencia móvil, dejando exhausto sus arcas. En 1826 pasó a ser sociedad mixta. En 1836 se llamó Casa de la Moneda de la Provincia. Después de Caseros, en 1854, se llamó Banco y Casa de Moneda del Estado de Buenos Aires. Se empezaron a encarar obras fundamentales como el puerto, aguas corrientes, pavimento de calles y ahí estaba el Banco para apoyarlas financieramente. Colaboró para instalar el primer ferrocarril,, las obras del primer Teatro Colón, etc.
En 1863, la Legislatura estableció su nombre definitivo, Banco de la Provincia. Ese mismo año la Provincia con su ayuda compró el ferrocarril . El Banco mantenía un alto prestigio y comenzó a abrir sucursales, San Nicolás, Mercedes, Dolores. Contribuyó a la construcción de la Zanja de Alsina (1878) que incorporó 130.000 km2 que para ampliar la producción agropecuaria.
Crisis
Años más tarde, el efecto de la Primera Guerra Mundial trajo transformaciones profundas. También la crisis de 1929. El Banco mantuvo los créditos hipotecarios bajo estrictas normas de prudencia.
En el año 1936, comenzó actuar el Instituto Autárquico de Colonización, con el fin de distribuir hectáreas de campo entre los agricultores. La intervención del Banco, que se inscribió en el marco de una política colonizadora requerida en el medio rural, le permitió al colono, ser dueño de la tierra en el término de 23 años. La zona oeste y sudoeste fue la mayor beneficiaria donde se practicaba el engorde del ganado vacuno, favorecido por el transporte ferroviario. Se establecieron colonias donde el cultivo predominante era el maíz y colonias de tamberos cercanas a los centros de consumo, Buenos Aires y La Plata.
Se dijo del Banco “la cartera está colocada en buenas manos y por lo tanto su liquidez no podrá ser motivo de preocupación?” Durante la Segunda Guerra Mundial, hubo un estancamiento de la agricultura, mientras el ganadero era revelante. Esta crisis había afectado las chacras cerealeras. El Banco colaboró para la compra de pequeñas explotaciones fomentando la producción en pequeña escalas. La operatoria se extendió para la industrialización, tratando de sustituir las importaciones. A finales de la década del 40, el Gobierno le compraba a precios muy bajos a los productores y los colocaba a precios altos obteniendo un margen importante para derivarlo al sector industrial. A partir de 1956, el Banco, otorgó préstamos privilegiando a los establecimientos rurales para la compra de animales de pedigree, maquinaria agrícola, para el fomento tambero y la industria frigorífica, etc., Hubo como una “vuelta al campo”.
Avanzando en el tiempo, el Banco debió soportar el proceso inflacionario y las políticas económicas del país. A partir de 1974, utilizó el slogan “El banco Gaucho le tiende su mano”. Fue siempre un agente activo para el desarrollo de la economía. Es el primer banco del país que en 2022 cumple 200 años.