El presidente de Brasil dijo que “posiblemente” el sector participó en los ataques; “¡exigimos respeto a la clase productora!”, reclamó la Federación de Agricultura y Ganadería del Estado de Mato Grosso
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“El agronegocio que quiere usar agrotóxicos sin ningún respeto por la salud humana posiblemente también estuvo ahí”, dijo ayer el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, desde San Pablo, al referirse a los militantes bolsonaristas que atacaron el Palacio del Planalto y los edificios del Supremo Tribunal Federal y del Congreso Nacional en Brasilia.
La declaración del mandatario, que incluyó también como posibles protagonistas de los desmanes a los mineros ilegales y a los madereros que deforestan la Amazonia, crispó aún más los ánimos de los productores agropecuarios brasileños, que en su mayoría militaron por Jair Bolsonaro en las últimas elecciones presidenciales y que rechazaron el triunfo del candidato del Partido de los Trabajadores.
“No fue el agro el que hizo esto. El agro es patriótico; el agro defiende la paz. El agro no está en contra de las instituciones que garantizan nuestra democracia”, dijo al medio brasileño Noticias Agrícolas, Roberto Rodrigues, exministro de Agricultura de Brasil entre 2003 y 2006, durante el primer mandato de Lula.
Ingeniero agrónomo y actual coordinador de la Fundación Getúlio Vargas, Rodrigues repudió los actos de violencia que se vieron en Brasilia, pero aseguró que es esencial en este momento “separar el trigo de la paja” y dejar aclarado que “el agronegocio es inocente; el agronegocio es trabajar, no armar escándalo; es siembra y tiempo de cosecha”.
En el mismo sentido se expresó a través de un comunicado el Frente Parlamentario Agrícola (FPA), que reúne a legisladores de extracción agropecuaria: “Las declaraciones que atribuyen la participación del sector en los ataques son inapropiadas y no retratan la importancia real de la agricultura brasileña para el país. La bancada está en contra del acaparamiento de tierras, la deforestación ilegal y del uso irrestricto de pesticidas en los cultivos. Por ello, es importante aclarar que el FPA y los representantes del agro valoran la democracia y se oponen a cualquier acto que perjudique al país”.
El presidente de la Asociación de Criadores de Mato Grosso, Oswaldo Pereira Ribeiro Júnior, argumentó que “todas las generalizaciones son dañinas porque ponen a todos los productores en la misma canasta. Ya estamos enfrentando demasiados problemas como para involucrarnos en uno más”.
Repudio generalizado
La Asociación Brasileña de Agronegocios repudió la violencia contra las instituciones democráticas en el Distrito Federal y destacó que “es inapropiada, ilegal e inaceptable la acción de invasiones y vandalismo, así como las declaraciones precipitadas, ya sea del sector privado o del público”. A través de un comunicado la entidad agregó que “al defender la democracia, tenemos la obligación de buscar la unidad y el amor a la patria de todos los brasileños. El agronegocio es un defensor de las soluciones que conducen a la paz”.
Para la Federación de Agricultura y Ganadería del Estado de Mato Grosso (Famato), toda manifestación pacífica, ordenada y dentro de los principios democráticos “siempre contará con nuestro apoyo, sin embargo, los actos de depredación jamás contarán con nuestro aval”. Por otro lado, la entidad cuestionó que se acuse al sector rural por su supuesta participación en los actos de barbarie. “¡Exigimos respeto a la clase productora!”, reclamó Famato en relación con los dichos de Lula y añadió: “Momentos como este exigen cautela y es necesario verificar los hechos antes de difundir acusaciones de esa naturaleza, demostrando, sobre todo, atención a los principios básicos de nuestra Constitución Federal”.
A través de su cuenta en Twitter el actual ministro de Agricultura, Carlos Fávaro, señaló: “El ataque a la democracia brasileña es inaceptable en este momento en que luchamos por recuperar la imagen de Brasil en el mundo. Todos nuestros esfuerzos estarán comprometidos con la pacificación del país. Contra el terrorismo no hay lugar para la vacilación. Se debe aplicar toda la fuerza de la ley para proteger a Brasil, a los brasileños y las brasileñas que hicieron de nuestro país una gran democracia. No se aceptará ningún retroceso”.
En la misma red social se expresó Tereza Cristina, exministra de Agricultura durante el gobierno de Bolsonaro: “Un momento muy serio que requiere equilibrio y sabiduría. Necesitamos mucha responsabilidad para enfrentar los lamentables hechos. En democracia no hay lugar para actos vandálicos y de irrespeto a las instituciones”.
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