Se trata de un invento de Joel Príncipe, un contratista cordobés con un espíritu emprendedor
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“Mirá si el abuelo Juan supiera que el Fahr que compró allá por el año 1967 ahora lo manejamos a control remoto”. Con esas palabras, el influencer del agro Gerardo Coniglio compartió en redes sociales el invento de Joel Príncipe, un contratista cordobés que maneja con un control remoto un tractor que era de su abuelo. El video causó sensación en los seguidores de Instagram, en donde tuvo más de 50.000 reproducciones.
El motor de su ingenio fueron sus ganas de aliviar al productor a la hora de usar la maquinaria para confeccionar un silobolsa con el fin de embolsar granos. “Hoy estrenamos, por primera vez, trabajando el tractor a control remoto, qué gusto ver cómo anda algo hecho a pulmón y que otros se sientan cómodos y maravillados de lo útil que es. Cómo sin bajarse del tractor podés controlar al otro y hacer todo más fácil, me llena de orgullo saber que algo útil a la sociedad estamos aportando y ser parte de la cadena de producción del país”, expresó Príncipe, que mostró imágenes de las primeras veces que utilizó el equipo para hacer dicha tarea.
Para trasformar el viejo tractor, según detalló en el video, usa un dispositivo que permite encenderlo y frenar, una electroválvula que corta el combustible para apagarlo, y también, un motor con una rueda que hace girar el volante para ambas direcciones. Todas estas funciones se controlan a través del control remoto.
A Príncipe lo presentan como “El Da Vinci cordobés” porque es conocido por sus innovadoras creaciones, muchas relacionadas con el campo, el lugar en donde, al igual que sus padres y sus hermanos, se crió. “No sabemos hacer otra cosa que quedarnos en el campo y producir”, contó Príncipe durante su participación en una webinar de Expoagro Digital, que se realizó en enero pasado. Junto a su familia, presta servicios rurales a terceros.
Además del amor por el sector, el joven heredó de su abuelo y su padre los dotes de inventor, que cultivó junto con las cualidades artesanales de su madre. El hecho de vivir del campo y haberse criado ahí le permite conocer de primera mano los problemas que deben afrontar los productores y con su espíritu autodidacta buscarle soluciones. “La matriz de un invento es la necesidad”, expresó el joven en la charla.
Algunos de estos inventos los presentó a través de sus redes sociales. Tal es el caso de la alarma para silobolsas, que cuenta con un sensor que alerta a los productores en caso de que haya movimientos cerca para prevenir los casos de vandalismo y de robo. “Si no estás en el campo no ves las necesidades, por eso surgen mis inventos”, concluyó.
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