Según el sindicato del tractor, la firma les niega aumentos para julio, agosto y septiembre; en la empresa, con planta en Granadero Baigorria, Santa Fe, sostienen que se está debatiendo la frecuencia de revisión de los próximos ajustes a otorgar; el lunes habrá una reunión convocada por el Ministerio de Trabajo provincial
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El conflicto salarial en la multinacional de la maquinaria agrícola John Deere se agravó en las últimas horas luego que el sindicato vinculado con la actividad decidiera ampliar un cese de actividades en la planta de Granadero Baigorria, Santa Fe.
Desde hace diez días, el Sindicato de Operarios y Empleados de la Industria del Tractor (Soeit) lanzó una medida de fuerza donde los trabajadores dejaban sus funciones dos horas. Lo hizo argumentando que la compañía no les quiere otorgar un aumento salarial por julio, agosto y septiembre. Este viernes el sindicato resolvió elevar la cantidad de horas a cuatro. En tanto, fuentes ligadas con la compañía dijeron a LA NACION que ya hubo una recomposición del primer semestre “superior a la inflación” y “lo que se está debatiendo ahora es el ajuste hasta fin de año”. Agregaron que se está negociando la frecuencia de revisión de los próximos ajustes. Detallaron que el paro no afecta a toda la planta, sino a sectores, y que aguardan una solución para la semana que viene. En este marco, el lunes habrá una audiencia para tratar de acercar a las partes en el Ministerio de Trabajo de Santa Fe.
“Ante la humillante actitud de John Deere de negarnos aumentos salariales en julio, agosto, septiembre, hemos decidido elevar la intensidad del conflicto, a partir de hoy, y hacer el cese de actividades por 4 hs diarias y trabajo a desgano hasta nuevo aviso”, dijo el gremio, que agregó. “El sindicato respalda a todas las compañeras y compañeros para el cumplimiento de la medida dispuesta”.
John Deere es la principal productora de maquinaria agrícola del mundo y en la Argentina hace motores, cosechadoras y tractores. Además, controla las marcas de pulverizadoras PLA, en Las Rosas, Santa Fe, y de botalones de fibra de carbono en Campana, Buenos Aires. Cuenta, se había indicado en marzo último cuando se presentó una inversión de US$15 millones para la planta de Las Rosas, con más de 3200 empleados directos entre sus plantas [más de 900 en la planta de Baigorria] y red de concesionarios presente en más de 100 localidades del país. Tiene 1200 proveedores nacionales de materiales y servicios.
Hace unos días, en diálogo con LA NACION, Osvaldo Mattana, secretario general del gremio, había alertado sobre un posible recrudecimiento de la medida de fuerza. “No habrá levantamiento de la medida de fuerza si la empresa no ofrece aumentar los salarios a partir de julio. Luego, negociaremos la forma, el porcentaje y cómo lo hacemos, pero el aumento debe ser desde julio. De lo contrario, no habrá tregua”, había apuntado.
Mattana recordó que en los últimos años se han hecho acuerdos trimestrales y que ahora la empresa no planteaba aumentos inmediatos. “Después de que hicimos el acuerdo abril-junio, cuando terminó ese período, en junio nos reunimos para evaluar cómo íbamos a tratar el trimestre o el semestre. La empresa planteó hacer un acuerdo de seis meses sin incrementar los salarios en julio, agosto y septiembre, y recién aumentarlos en octubre. Esto fue rechazado por el sindicato y los cuerpos orgánicos”, precisó.
En medio del conflicto, el ministro de Trabajo de Santa Fe, Roald Báscolo, visitó la planta de John Deere y manifestó su predisposición a interceder en el conflicto. “Ellos hasta ahora no recurrieron al Ministerio para una conciliación, pero ofrecí el ámbito para intentar llegar a un acuerdo”, dijo tras su visita.
Días antes la empresa había dado a conocer su posición: “Las negociaciones colectivas con los representantes de nuestros trabajadores son un proceso habitual y necesario en el marco de las relaciones laborales de nuestro país y empresa. En este sentido, en John Deere Argentina propiciamos el diálogo constante y estamos siempre a disposición, con el objetivo de alcanzar un acuerdo justo y razonable para todas las partes involucradas”.
Hoy, en medio de la profundización de la medida de fuerza, fuentes ligadas a la empresa dijeron a este medio: “Lo que se está debatiendo es el ajuste hasta diciembre. John Deere ya tuvo los ajustes del primer semestre para acompañar la inflación. La recomposición estuvo y fue superior a la inflación”. Ampliaron: “Lo que se está negociando hoy no es recomposición salarial sino frecuencia de revisión de los próximos ajustes en lo que queda del año”.
Ante una consulta sobre pérdidas en la producción debido al paro indicaron: “No está parada la planta entera, sino de a sectores. Esperamos que se pueda resolver en la semana [próxima]”.
Reunión
En este contexto, hay expectativa por el resultado de una reunión que convocó el Ministerio de Trabajo de Santa Fe a las partes. “Estamos convocados a una audiencia de conciliación en el Ministerio de Trabajo de la provincia para ver si se pueden arrimar voluntades para negociar nuevamente en función de las aspiraciones del gremio y lo que ofrezca la empresa. Vamos a ir a insistir en tener salarios en julio, agosto y septiembre. Ellos plantean un esquema a más largo tiempo, nosotros no estamos de acuerdo, pero estamos dispuestos a escuchar”, señaló Mattana.
El gremialista del Soeit agregó: “Nosotros sin salarios de julio, agosto y septiembre no nos vamos a quedar. Veremos qué plantean, ellos han pedido la audiencia en el Ministerio de Trabajo. Vamos a asistir, escuchar la propuesta”.
En tanto, desde el Ministerio de Trabajo provincial dijeron que, en caso de no llegar a un acuerdo, se evaluará dictar la conciliación obligatoria “para evitar la escalada del conflicto y no seguir perdiendo horas de trabajo y producción”.
Con la colaboración de Pilar Vazquez
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