RIZOBACTER
Barbecho. Todo lo que hay que saber para
el manejo de las malezas luego de la
cosecha
El período previo a la siembra es clave para que el lote llegue lo más limpio posible, por lo que se debe poner especial foco en que las aplicaciones de herbicidas necesarias sean bien efectivas.
El período previo a la siembra es clave para que el lote llegue lo más limpio posible, por lo que se debe poner especial foco en que las aplicaciones de herbicidas necesarias sean bien efectivas.
Manejo post cosecha
Una vez realizada la cosecha, es posible encontrar en el lote malezas primavero-estivales que lograron escapar a los controles o bien que se establecieron hacia el final del ciclo del cultivo, cuando la senescencia permitió la llegada de luz a la superficie del suelo. Si bien la mayoría de estas malezas terminarán su ciclo con las primeras heladas, son un buen indicador del tipo de especies que pueden encontrarse en el banco de semillas del suelo y que estarán presentes en el ciclo siguiente.
Dentro del grupo de malezas que vienen creciendo con el cultivo anterior es probable encontrar algunas bianuales como los cebollines o perennes como el sorgo alepo, la flor de Santa Lucía o el gramón. Estas especies se caracterizan porque su biomasa aérea crece durante la estación primavero-estival y luego, a fines del verano y principios del otoño, envían reservas a sus órganos subterráneos que les ayudarán a rebrotar durante la primavera siguiente.
“La aplicación de
herbicidas sistémicos en este momento ayudará a reducir la biomasa de los órganos subterráneos
de reserva, reduciendo no solo el número de plantas provenientes de rebrotes sino que estos
serán además mucho más débiles y sensibles a los controles de herbicidas primaverales. Para
garantizar la absorción y translocación de los herbicidas, la biomasa aérea debe estar
fotosintéticamente activa, por eso esta aplicación debe hacerse antes de la ocurrencia de
heladas que afecten la biomasa aérea”
Ing. Agr. Mariano Luna, desarrollador de
Productos Adyuvantes de Rizobacter Argentina.
Ing. Agr. Mariano Luna, desarrollador de Productos Adyuvantes de Rizobacter Argentina.
En cuanto a las
malezas
otoño-invernales, ya emergidas o emergiendo, estarán reguladas por el pulso de las
precipitaciones y se extenderán hasta que las temperaturas sean lo suficientemente frías
para
que no ocurra la germinación. La baja en las temperaturas y las menores precipitaciones del
invierno generan que tampoco haya crecimiento de las ya emergidas, pero a la vez reducen la
eficacia de los herbicidas sistémicos, es decir de aquellos que necesitan plantas
fotosintetizando activamente para moverse dentro de la planta, como el glufosinato de
amonio, la
atrazina o el cletodim.
“Al decidir el tipo de herbicida de contacto y la dosis a utilizar en una primera aplicación durante el inicio del barbecho, se deben tener en cuenta no solo las plantas presentes en estado adulto que generan semillas u órganos subterráneos, sino también las plantas nuevas que emergieron a fines del verano o principios del otoño. Para ello es muy importante realizar una recorrida exhaustiva de todo el lote luego de la cosecha y poder identificar las especies presentes previo a la aplicación. A medida que nos vamos retrasando en el momento de la recorrida y la decisión, el control químico como herramienta va perdiendo efectividad, ya sea porque las plantas superan los tamaños indicados o bien porque las condiciones ambientales reducen la efectividad de los herbicidas. Además, es muy importante en este momento el uso de herbicidas residuales que permitan controlar las cohortes que emergerán hasta que las temperaturas sean lo suficientemente bajas para que la germinación cese”, detalla el especialista de Rizobacter.
Resumiendo, el estado del lote a la salida del invierno dependerá entonces del banco de semillas del suelo, de las condiciones ambientales y de la efectividad de los herbicidas residuales utilizados al inicio del barbecho. Para la elección de los herbicidas se debe prestar especial atención al historial de aplicaciones, con el fin de rotar los modos de acción y disminuir así la presión de selección de biotipos resistentes que resultarán en pérdidas de rendimiento y aumento de costos de control en el largo plazo. También se recomienda el diseño de estrategias de manejo integradas, como son la elección de la fecha de siembra (adelantar o atrasar en función de las especies malezas dominantes) o estructuras de cultivo más competitivas que cierren rápido el entresurco (menor distancia entre surcos, mayores densidades de siembra o genotipos más competitivos, por ejemplo).
La importancia
de los adyuvantes
El otro factor clave para que el suelo llegue libre de malezas a la siembra es la eficacia de las aplicaciones. Para eso, desde Rizobacter recomiendan el uso de adyuvantes que tengan buena penetración, buen esparcimiento de gotas y que aseguren una mezcla homogénea en el tanque.