En Chapuy, en el sur de Santa Fe, Walter Donati sufrió un impactante hecho de inseguridad; “estamos muy desprotegidos”, dijo
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SANTA FE.- Los delitos rurales se siguen sumando con daños materiales que luego se transforman en pérdidas importantes para los que trabajan en el campo. Es el caso de un productor de la zona de Chapuy, departamento General López, 300 kilómetros al sur de la capital provincial, a quien un grupo todavía no identificado ni detenido ingresó al establecimiento, mataron y mutilaron varios vacunos, robaron la batería de un tractor y se llevaron hasta un boyero eléctrico.
“Siento una impotencia muy fuerte porque lamentablemente esto ya parece tierra de nadie. En esta zona estamos muy desprotegidos y no veo soluciones en lo inmediato porque se está incrementando mucho la delincuencia”, explicó su preocupación a LA NACION el productor Walter Donati, un hombre conocido en la zona por su labor como contratista rural, una labor que heredó de su padre.
A Donati, los delincuentes que “visitaron” su campo en jurisdicción de Chapuy, cerca de Santa Isabel, por la ruta nacional 8 -que une las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y San Luis- le mataron y mutilaron siete vacunos, entre ellos varios terneros, robaron un boyero eléctrico y la batería del tractor y otros elementos que se destinan habitualmente a este tipo de tareas.
“Creo que todo lo robado está en el orden de los 2 millones de pesos, pero lo indignante es que mataron terneros de hasta 100 kilos. Mire, es preferible que se lleven una vaca más pero que no se lleven los terneros”, agregó el productor. Y añadió: “De los animales dejaron nomás las cabezas, las panzas y las patas”.
La consulta lógica refirió más adelante a si tenía algún elemento que pudiera orientar la investigación: “No tengo dudas que para llevarse lo que se llevaron debieron ingresar varias personas y en un vehículo de gran porte, porque todo lo robado no entra en una camioneta”.
Para el productor del sur santafecino, “los que cometieron el delito utilizaron armas de fuego”. Explicó: “Eso lo digo porque las vacas tienen tiros en la cabeza. ¿Será que a partir de ahora al campo no podemos ir más desarmados?”
Y resumió su ánimo apuntando que “sin dudas, lo sucedido revela un desprecio a los productores agropecuarios porque si se llevan una vaca para comer es una cosa. Pero que se lleven seis o siete ya pasa a ser un comercio ilegal”.
Para Donati, la situación en los campos del interior del país “se está poniendo difícil y no solo para los contratistas sino para los que hacen ganadería, por lo que cuesta criar un vacuno. El actual es un momento muy difícil”.
No evitó señalar las dificultades que existen para que se puedan esclarecer los hechos. “Estamos muy desprotegidos en esta zona. Recién un día después que denuncié el robo aparecieron (efectivos de la Guardia Rural) Los Pumas pero después nadie supo informarnos algo. Dicen que esta semana podrían venir a ver lo que ocurrió. Y seguramente ahora vendrán porque el caso tomó estado público. Pero es importante que no nos resignemos a seguir manteniendo la vagancia de esta región”, dijo.
La investigación quedó a cargo de la Guardia Rural Los Pumas, con el apoyo del personal de la Subcomisaría 7ma del distrito Chapuy.
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