En Salliqueló, la comisión directiva de la asociación rural está conformada por jóvenes que buscan una nueva forma de trabajar desde el campo
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“Ante tantos jóvenes que deciden irse del país en búsqueda de un futuro más próspero, hay otros que elegimos quedarnos a luchar para revertir la situación”. Con esas palabras, Federico Lema destaca el rol que tienen los jóvenes que deciden apostar a la Argentina. Habla con orgullo de la dirigencia rural de la entidad que él preside: la Asociación Rural de Salliqueló, en donde la mayoría de los integrantes son de entre 22 y 29 años.
Allí, en diciembre último, renunció a su cargo Lorena Elorriaga, quien fue la primera presidenta mujer de la asociación, por lo que empezó un proceso de reorganización de la comisión directiva que terminó con una particularidad: es una dirigencia en la que predominan los jóvenes.
Lema, que en ese momento era tesorero, explica: “Junto con otros dos productores, con quienes éramos los más chicos de la comisión, nos dimos cuenta de que había un montón de otros jóvenes que también tenían ganas de participar”, explica. Y agrega: “Por eso, una vez que arrancamos e hilvanamos las reuniones de comisión, se nos hizo fácil armarla con toda gente joven ligada al sector, que está muy comprometida”.
Para el dirigente, esta adhesión de las nuevas generaciones se debe a que “hay una desilusión con toda la situación que se vive en el país y con ganas de cambiar las cosas ya siendo parte de una institución”.
Señala que el promedio de edad es 29 años, que hay dos antiguos presidentes que quedaron como revisores de cuentas suplentes y sumaron a una ruralista que es jubilada del Banco Nación. “Nos pareció razonable armar el equipo de esa forma para también tener cierta guía, porque no todo lo que se hizo antes estuvo mal, ni mucho menos”, comentó.
En esta entidad del oeste de la provincia de Buenos Aires tienen una dinámica de trabajar “muy liberal, donde hay mucha flexibilidad”, remarca el presidente de esta organización ligada a la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap).
“Estamos en un momento de cambio de época. Es evidente que es inviable un país así y es ahí en donde creo que surgen estas ganas de participar para intentar cambiar las cosas y revertir la situación. Desde que nacimos estamos en crisis y eso tiene que cambiar”, agrega.
En esa linea comenta: “Para que se puedan expresar en su máximo esplendor y explotar los recursos naturales que tenemos, el conocimiento y las fuerzas productivas necesitan estar libres. Sin embargo, gran parte de las últimas políticas económicas que llevan a cabo en el gobierno son totalmente intervencionistas y cuando hay algo que no pueden controlar, tienen la tendencia a directamente prohibirlo”.
Lema es cuarta generación de productores. Su bisabuelo, que vino de Italia, empezó a trabajar las tierras de Salliqueló, luego siguió la actividad su abuelo. Cuando terminó la secundaria, Lema se mudó a la ciudad de Buenos Aires para estudiar economía. Luego de que se recibió, comenzó a trabajar en una consultora, pero por situaciones familiares regresó a Salliqueló a ocuparte de la empresa familiar.
“Por mi profesión tengo cierta conexión con la política, pero creo que en gran parte decidí meterme por el descalabro que estamos viviendo“, concluye.
Esta nota se publicó originalmente el 29 de septiembre pasado
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