Al productor Carlos Wagner lo atacaron el lunes por la noche cerca de la Estación Arroyo Venado, en el partido bonaerense de Guaminí; fue rotunda la movilización de los vecinos
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Tras el violento asalto que sufrió el productor agropecuario Carlos Wagner en su campo cercano a la Estación Arroyo Venado, en el partido de Guaminí, más de 200 personas, entre productores agropecuarios y vecinos, se autoconvocaron y movilizaron ayer a las 10 de la mañana para reclamar por seguridad.
El hecho ocurrió el lunes por la noche mientras se jugaba el partido de la Argentina y Uruguay por la Copa América. En el entretiempo, el productor, de 75 años y que vive solo en el campo, aprovechó para salir a buscar leña para su cocina económica cuando fue sorprendido por dos individuos encapuchados que lo llevaron para adentro de la casa. Allí lo maniataron y lo amordazaron mientras le pedían dólares. Como el hombre les decía que no tenía nada lo amenazaban gatillándole con un revolver en la cabeza.
“Carlitos es soltero y vive ahí de toda la vida ahí. En el año 63 se instaló en un rancho hasta que pudo hacerse su casa. Nunca pasó algo así por acá. En el pueblo somos una gran familia de 80 personas y que le pasé esto a una persona como él, que es el alma de Arroyo Venado, nos golpeó muy fuerte a todos porque fue un calvario lo que vivió”, contó a LA NACION Sebastián Mori, contratista rural, vecino del pueblo y amigo de Wagner.
Según describió Mori, el casco donde vive Wagner está a unos 700 metros de un camino rural y a unos tres kilómetros del poblado. “Los delincuentes dejaron la moto en la banquina del camino, la taparon con pasto y a pie se dirigieron hasta la casa. Pensamos que alguien les brindó una información y datos errados porque Wagner es una persona austera que el poco efectivo que tiene es para hacer la provista de alimentos en el pueblo”, detalló.
“No fue al voleo. Fueron por dólares que Carlos no tenía y como no le seguían creyendo le tiraron agua en la cabeza de una pava que estaba sobre la cocina económica, que por suerte solo estaba tibia, sino lo terminaban quemando vivo al pobre hombre”, añadió.
Luego que le revolvieron toda la casa y solo encontraron unos $10.000, una pistola antigua que había pertenecido a su abuelo, una carabina vieja y su celular, se fueron. Cuando logró desatarse, por miedo que aun estén cerca, el productor esperó a que amanezca para salir del campo y avisar lo que le había sucedido.
“Agarró su camioneta Ford de 1974 y fue a un campo vecino a pedir ayuda. Luego llegó la policía científica a tomar muestras y huellas en el lugar. Asimismo, enseguida todos los vecinos se acercaron al campo para ayudarlo a arreglar y poner en orden la casa que se la habían destrozado”, describió Mori.
Mientras la policía busca avanzar en las investigaciones, ayer a las 10 de la mañana, de manera espontánea, en el camino real que une las ciudades de Carhué y Guaminí, se acercaron para pedir por seguridad. En tanto, Wagner se mudó a Guaminí a vivir con su hermano y dice que ya no quiere volver a ese lugar donde vivió por casi 50 años.
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