“Teoría Milei”: la asombrosa causa detrás del giro que fue del récord al derrumbe de las importaciones de yerba

POSADAS.-Luego de haber pasado de los 600.000 kilos de enero pasado a los 2 millones de kilos de abril último, en mayo las importaciones de yerba mate molida registraron un brusco descenso respecto del ritmo que venían teniendo y se ubicaron en 968.000 kilos, según información de Softrade con datos de la Dirección General de Aduanas.

Como se sabe, tanto el presidente Javier Milei como el ministro de Economía, Luis Caputo, han venido mostrando su malestar cuando algunos economistas y empresarios señalan el retraso cambiario, ya que las autoridades consideran que la competitividad, como la exportadora, tiene que venir no por una nueva devaluación sino por mejoras productivas y otras eficiencias que permitan bajar costos.

En este contexto, la actividad yerbatera, que pasó a tener una desregulación total, ya que no se fijan más precios, e importaciones récord en los primeros cuatro meses del año, apuntaladas por el retraso cambiario y la apertura, registraron el fuerte descenso señalado. En rigor, según los industriales yerbateros consultados por LA NACION ya no es tan conveniente comprar yerba mate a industrias paraguayas y brasileñas.

¿Cómo sucedió sin que haya devaluaciones de por medio? Según las fuentes consultadas, esto fue porque la desregulación habilitó tal caída en los precios pagados a unos 12.000 pequeños productores que la Argentina se volvió barata donde antes era cara en dólares. Vale recordar que para impulsar las importaciones de alimentos el Gobierno facilita a los importadores el acceso a las divisas, le da un plazo para liquidarlas con pesos y eliminó la doble imposición de IVA y una retención de Ganancias.

Entre enero y abril último las importaciones de yerba mate acumularon casi 6 millones de kilos y estaban en línea para superar el récord histórico del 2020, cuando se importaron 30 millones de kilos o el equivalente a más del 10% de las ventas al mercado interno.

“Ahora en dólares el precio en la Argentina es más competitivo, ya no conviene traer yerba de Paraguay o Brasil”, explicó un industrial a LA NACION.

Mientras tanto, los pequeños productores reciben cada vez menos por la hoja verde que entregan en los secaderos. Ya sin el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) con las facultades para regular el precio oficial de la hoja verde, los productores iniciaron esta zafra en abril con la demanda de unos 500 pesos por kilo de hoja verde, un reclamo que venían haciendo desde el mes de febrero sin ninguna respuesta. Esto mientras todos los precios se movieron hacia arriba: combustible, insumos, luz eléctrica, mano de obra y otros rubros necesarios para cubrir sus costos.

“Cuando liberaron la importación con la retención de Ganancias y el IVA adicional, la yerba de Paraguay y Brasil estaba en 1200 pesos; mientras, acá se estaba pagando por entonces 1450 pesos el kilo de canchada. La Argentina era más cara, pero con la falta de precios oficiales, la desesperación por levantar la cosecha de los productores, las industrias fueron bajando los precios, probaron un monto, probaron otro monto y ya no tiene piso, los precios están cada vez más bajos”, señaló otro industrial yerbatero de la zona centro a LA NACION.

“Encima se cayó la venta en góndola, empezaron a bajar los precios en góndola y al mismo tiempo pagar cada vez menos al `productor y vieron que igual les venden”, señaló el empresario. Remarcó: “Ahora ya es por pura especulación, pagan por la yerba canchada a 1100 pesos con cheques a 30, 60 o hasta 180 días”, graficó. “Imaginate quién va a comprar afuera si acá podés pagar con un promedio de 90 días en pesos, por eso se pararon las importaciones y con un mercado a la deriva, con mucha importación y los molineros con la posibilidad de imponer las condiciones de su negocio”, indicó.

Pérdidas

Según diversos cálculos, los pequeños productores perdieron unos US$200 millones desde que comenzó la cosecha, si se tiene en cuenta que el precio de la hoja verde pasó de pagarse 60 centavos de dólar a menos de 30 centavos. Muchos productores votaron a Milei en demanda de cambios cuando en la misma campaña se advertía desde la oposición que el gobierno libertario o el de Juntos por el Cambio iban a avanzar sobre la desregulación de la yerba mate y la disolución del INYM.

“Ahora tienen lo que pedían”, dijo a LA NACION Héctor “Cacho” Bárbaro, exdiputado nacional por el Partido Agrario y Social y dirigente político y rural de la zona centro que defiende al pequeño productor. “Lo que están haciendo con los pequeños productores es un genocidio”, subrayó Ricardo Barrios Arrechea, el exgobernador de Misiones, quien también fue ministro de Salud de Raúl Alfonsín y es un pequeño productor yerbatero y un activo dirigente agrario, a sus 90 años.

“El tema de la yerba mate en la provincia de Misiones es un tema social y económico, principalmente social. Si se extingue el colono, se extinguen los pueblos, se extingue el interior y florecen las villas para los estados. Pero para los pequeños productores, mal negocio”, señaló Barrios Arrechea, durante una entrevista en la que presentó su libro “El ochenta y tres”, que escribió junto a la periodista Cristina Besold y donde relata las peripecias del primer gobierno tras el regreso de la Democracia.

Barrios Arrechea es defensor de la regulación de la yerba mate y durante su gestión llegó a impulsar Ñande Yerba, una marca controlada por el Estado que tuvo cierto éxito en el público y se pensó para ayudar a establecer precios testigos para el pequeño productor. De la misma forma que Ramón Puerta, el dos veces gobernador de Misiones, presidente por un día y empresario yerbatero, es un defensor a ultranza de la desregulación.

Conforme a los criterios de

Conocé más

Negocio millonario. Sergio “Kun” Agüero se sumó a la tendencia mundial de las bebidas en base a yerba mate

Empezó con US$20.000. Se instaló en Miami y fundó una empresa que le da un plus a la yerba que es furor

Sorpresa en la Fiesta del Mate. El instituto que desreguló Javier Milei se retiró de un millonario sponsoreo para “asignar prioridades”