El campo argentino y el emprendedor más importante del mundo en la actualidad, Elon Musk, tienen algo en común. SpaceX, la compañía que dirige el empresario de origen sudafricano, fue la encargada delanzar el cohete Falcon 9 desde la base de Cabo Cañaveral, en Estados Unidos, con un satélite que aceleró la agricultura digital en el país: el Saocom 1B.
En rigor, el satélite no es una invención más del dueño de la compañía de autos eléctricos Tesla y otras tantas empresas que están en la frontera tecnológica. Este desarrollo es fruto del trabajo de científicos y técnicos argentinos, encabezados por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) en conjunto con el Invap, el INTA, de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y otras 80 empresas.
"En el mundo están siguiendo con mucha atención esto, solo Japón tiene un satélite parecido", se entusiasma Álvaro Soldano, subgerente de Aplicaciones y Productos de Observación de la Tierra de la Conae.
La razón por la cual despierta tanto interés es que el Saocom puede ver mucho mejor y con más precisión lo que sucede en la Tierra que los tradicionales satélites ópticos. Los científicos y técnicos argentinos desarrollaron un Radar de Apertura Sintética (SAR, por sus siglas en inglés), "capaz de atravesar las nubes, la vegetación y parcialmente el suelo", explica el especialista de la Conae. El SAR trabaja "en la porción de las microondas en banda L del espectro electromagnético" lo que permite mejorar la precisión de los datos transmitidos.
El Saocom 1B es similar al Saocom 1A, lanzado en 2018. Juntos, forman parte de la Misión Seacom del programa espacial argentino.
Soldano explica que a partir de estos satélites "los datos van a ser medidos pixel a pixel, de un modo preciso" y ayudarán "a mejorar las decisiones de los productores para sembrar, fertilizar, cuidar la sanidad de los cultivos y gestionar el agua". En otras palabras, las estimaciones dejarán de ser tales y pasarán a ser precisiones.
El SAR "atraviesa el follaje, los bosques y la humedad del suelo", dice el especialista. En campos sembrados con arroz, por ejemplo, es capaz de ver una capa de agua de diez centímetros.
Ventajas
El experto de la Conae enumera las tres ventajas de los satélites Saocom que permitirán desarrollar servicios para la producción. Son las siguientes:
Mapa de humedad en el suelo. Considerado como el producto estrella de la Misión Saocom. "A diferencia de la señal óptica, la señal del radar es muy sensible a la variación de la humedad en el suelo y por eso puede medir (ya no es estimar) su valor y registrar sus cambios en el tiempo. En la Pampa Húmeda, la señal del satélite puede penetrar en la capa superficial del suelo, entre 10 y 50 centímetros. dependiendo de la cobertura vegetal, el tipo de suelo y el contenido de humedad. Con esta información los productores pueden conocer con precisión, pixel a pixel, cómo va variando a través del tiempo la humedad en su lote, y tomar decisiones de siembra, fertilización, manejo y cosecha para cada cultivo".
Este mapa puede ser crucial para las zonas áridas y semiáridas del país, que representan más del 70% del territorio. "Es posible mejorar los sistemas de riego en esas regiones", señala Soldano.
Índice de Vegetación Radar. "A partir de este producto, los productores podrán hacer un monitoreo preciso de la evolución de sus cultivos. Hasta hoy se utiliza el Índice de Vegetación de Diferencial normalizada (NDVI, por sus siglas en inglés) para conocer el estado fenológico de los cultivos. Pero a diferencia del NDVI, que se obtiene a partir de información óptica, el Índice de Vegetación Radar (RVI, por sus siglas en inglés) provisto por la Conae detecta el crecimiento de las plantas y permite hacer seguimientos en cualquier condición meteorológica porque atraviesa las nubes", destaca Soldano. Ademas, los satélites Saocom obtienen imágenes horizontales y verticales que permiten conocer con precisión la evolución de los cultivos.
Máscaras de agua. "La adquisición de imágenes radar es útil para delimitar, de manera precisa, áreas agrícolas inundadas o cuerpos de agua. Cuando ocurren inundaciones, las imágenes provistas con sensores ópticos no logran "ver" el agua debajo de los cultivos porque no los pueden atravesar, con lo cual no se alcanza a detectar el área encharcada en toda su dimensión", explica Soldano, y añade: "los productores necesitan saber qué superficie está realmente saturada para evitar pérdidas en sus cultivos,". De forma inversa, cuando hay sequía, el satélite capta cómo se reducen los cuerpos de agua.
Un informe de la Conae señala que la familia de satélites Saocom contribuirá a tomar mejores decisiones en la producción agrícola. "Este modelo va a brindar escenarios probables de rendimiento de cultivos sobre la base de la fecha de siembra, al conocimiento de las lluvias y la humedad de suelo. El mapa de humedad va a mejorar la precisión en la modelización del rinde y permitirá mejorar la estimación de la humedad del suelo hasta los dos metros de profundidad".
Otro servicio que proveerán los satélites será el sistema de pronóstico de Fusariosis. "Este modelo brindará soporte a la aplicación de productos químicos para el control de enfermedades en cultivos, en particular para la fusariosis en el trigo", explica y añade: "el Mapa de Probabilidad de Fusariosis, en relación a los períodos críticos del cereal, alerta sobre un posible ataque de la enfermedad".
Además, se podrá instrumentar un manejo del riesgo por emergencias hidrológica, de forma tal de contar con un sistema de alerta de inundaciones, explican en la Conae. El modelo hidrológico se aplica a una cuenca hidrográfica particular,, "al cual se le incorpora como entrada el mapa de humedad del suelo", y "con la información del radar SAOCOM se suma la medición pixel a pixel del estado de humedad del suelo en la cuenca y el modelo entrega un valor de caudal de salida, de manera más precisa que antes. Si este caudal de salida supera un caudal de referencia, a partir del cual comienza a inundarse la cuenca, se emite un alerta", señala.
Interés de los especialistas
"A diferencia de otros sensores que solo fotografían y actúan como sensores pasivos, el Saocom es un sensor activo que posee un radar de apertura sintética que posee penetración y puede monitorear, por ejemplo, la humedad del suelo hasta un metro de profundidad", explica Cristian Zajac, ingeniero agrónomo del sudeste bonaerense, especializado en imágenes satelitales y AgTech.
En su opinión" cada día, la información que brindan los satélites es demanda con más asiduidad por productores, asesores, técnicos e investigadores ya que es muy variada la información que se obtiene en tiempo real y en forma remota". Para el especialista, "toda la puesta en órbita de satélites nuevos redunda en un beneficio ya que se complementa la resolución temporal, espacial o espectral de un satélite que ya está orbitando", dice.
Según Zajac,con el Saocom mejora la "cobertura temporal, espacial o espectral y se generan constelaciones de satélites hasta cumplir con los objetivos de la misión espacial".
Además, "hay muchos productos derivados que se pueden obtener, y junto con modelado matemático predictivo y el machine learning, es auspicioso el futuro que depara la utilización de imágenes", destaca.
Otros datos
*El despegue del cohete que va a transportar el Seacom 1B estaba previsto para marzo pasado, pero la pandemia impidió el trabajo de ajuste final del proyecto.
* Además de los servicios específicos para la producción agropecuaria, los satélites Seacom, por su mejor capacidad de lectura, van a brindar información útil sobre el mar, los glaciares y la geografía antártica
*¿Cómo es el Saocom? Tiene un peso de 3000 kilogramos, con 4,7 metros de altura y 1,2 metros de diámetro. Con su antena desplegada, tiene una dimensión de 35 metros cuadrados12345
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