Una sembradora que "lee" los tipos de suelo mientras implanta un cultivo; una pulverizadora que "reconoce" las malezas con una cámara y aplica el herbicida adecuado; equipos de riego que emiten alertas en un smartphone cuando fallan. No son ciencia ficción, ni una promesa para la próxima década. Son productos ya disponibles en el mercado, que pueden ser comprados y utilizados por los productores.
Es que, de manera vertiginosa, la robotización de la maquinaria agrícola y el desarrollo de plataformas y otras herramientas digitales están irrumpiendo sin pedir permiso en el agro argentino para mejorar procesos productivos, automatizar operaciones o facilitar la comercialización insumos y productos, entre otras cosas.
No requieren un gran entrenamiento de los usuarios, son fáciles de operar y reportan beneficios que son superiores a su costo, lo que permite adelantar que su difusión se llevará puestas muchas rutinas históricas de las empresas en los próximos años. A continuación, las características de algunos desarrollos disponibles.
Precision planting propone una batería de mecanismos para equipar la sembradora con el propósito de mejorar la calidad de implantación de los cultivos. Entre ellos, los motores eléctricos vDrive, por ejemplo, permiten variar de forma más rápida y eficiente la densidad de siembra al pasar de un ambiente a otro. Aceleran o reducen la velocidad de cada dosificador para aumentar o disminuir la cantidad de semilla entregada.
"Hay distintos tipos de soluciones. Desarrollos simples, como tubos de bajada curvos que reducen los rebotes de la semilla una vez que sale del dosificador y permiten mejorar su calidad de entrega en el surco de siembra. También, sistemas más complejos, como Delta Force, que permite ajustar la carga descendente del cuerpo de siembra sobre el suelo de forma automática", explica Gabriel Tinghitella, líder de Innovación de CREA.
También hay mucha tecnología en las pulverizadoras. Los equipos Weed it y Weed seeker, para realizar aplicaciones selectivas de herbicidas en barbechos (aplican solo donde detectan malezas), se encuentran muy difundidos en el país, pero ya aparece la segunda generación, con nuevas funcionalidades. Por ejemplo, los nuevos sensores Weed It Quadro permiten realizar aplicaciones selectivas como sus predecesores, pero añaden el modo dual que, en el barbecho, posibilita aplicar una dosis baja en cobertura completa y una dosis mayor sobre las malezas que detecta. Adicionalmente, para tratamientos en cultivos ya implantados, la tecnología permite realizar aplicaciones en cobertura completa, pero un sistema de modulación por pulsos (PWM, por sus siglas en ingles), posibilita ajustar las dosis en tiempo real.
En el mercado también hay empresas locales -Deepagro, Milar- trabajando en el paso que sigue: la identificación de malezas mediante imágenes captadas por cámaras. Con este equipamiento se podrían diferenciar malezas de cultivos y hacer aplicaciones selectivas en cultivos implantados.
"En el futuro, estos nuevos sistemas podrían identificar especies de malezas y, en tiempo real, se podría seleccionar y aplicar el producto adecuado para controlar la especie identificada. Potencialmente, en un mismo momento, en el botalón también se podrían estar aplicando tres o cuatro herbicidas distintos de forma sitio especifica", proyecta Tinghitella.
Monitoreo
Para monitorear la evolución de los cultivos en cada lote se hace uso creciente de imágenes satelitales (Auravant, SIMA y otras plataformas). Estas "fotos", se pueden ver en una computadora, una tablet o un smartphone. Uno de los usos más difundidos para las imágenes satelitales es la identificación de zonas con distintos niveles de vigor de la vegetación (se determinan a través de índices como el NDVI). Esta funcionalidad, relativamente básica, resulta de gran utilidad para planificar las recorridas de monitoreo de los lotes y mejora la eficiencia del proceso. Otras funcionalidades más avanzadas permiten realizar prescripciones para la aplicación de fertilizantes y herbicidas.
Específicamente, para el monitoreo de cultivos, la app SIMA, un desarrollo nacional que ya desembarcó en otros mercados, permite realizar el registro digital de malezas, plagas y enfermedades, entre otras funciones. Esta solución reemplaza a las libretas y a las planillas de papel, permite sistematizar y georreferenciar todos los datos relevados y ponerlos disponibles para la consulta en tiempo real por todos los integrantes de un equipo de trabajo. Adicionalmente, posibilita emitir órdenes de trabajo para llevar a cabo labores para el control de las adversidades que se detectan en los lotes.
En riego, la empresa Kilimo calcula el balance hídrico de los perfiles de suelo y realiza recomendaciones de riego. Con mediciones del contenido de agua obtenido a partir de muestras de suelo, información climática e imágenes satelitales, el sistema calcula la evolución del contenido de agua disponible en los lotes para indicar cuándo se debe regar, y con cuantos milímetros. Este cálculo permite hacer importantes ahorros sin comprometer el rinde de los cultivos.
Otra empresa -Ponce- detecta fallas en el funcionamiento de los pivotes de riego. Normalmente el control de estos equipos era realizado por una persona que los recorría para verificar eventuales fallas de funcionamiento. Con este procedimiento podía ocurrir una falla luego de realizado el control, lo que significaba muchas horas con el equipo en problemas. Ahora, sensores en los pivotes avisan la ocurrencia de anomalías en tiempo real a un smartphone o a una computadora en la oficina.
Plataformas para comercializar insumos y productos
En los últimos meses, y probablemente en buena medida como una consecuencia de la aparición de la pandemia, las plataformas digitales para la resolución de cuestiones logísticas y comerciales, que ya se venían desarrollando, experimentaron un fuerte impulso.
Hoy, en la Argentina existen muchas plataformas digitales que posibilitan la compra de insumos, la venta de productos y la contratación de fletes para el transporte de carga.
La plataforma Pacta desarrolla acuerdos de venta de insumos con diversas empresas proveedoras. Éstas realizan sus ofertas en el sitio, como la siguiente: "se venden 5000 bolsas de semilla de sorgo del híbrido X. Si se venden todas se hará un descuento del 20% sobre el precio de lista; si se vende el 50% se hará una bonificación del 10%". Los interesados suscriben sus intenciones de compra hasta el último día de la promoción. Cuando llega la fecha en la que se cierra la oferta, se confirman los adquirentes y se extienden los comprobantes que permiten acceder al descuento logrado cuando se paga y retira el producto en el distribuidor más cercano.
Otras plataformas permiten comercializar productos agropecuarios. Agreemarket, por ejemplo, propone la comercialización digital de commodities y specialities. Los argumentos a favor de estas plataformas son la posibilidad de realizar ventas de forma directa, sin intermediarios, la reducción de costos asociados con las operaciones comerciales y la simplificación de procesos. Específicamente, en la comercialización de granos, a los corredores y brokers les resultan de utilidad para tener referencias de cotizaciones y mercados.
Las plataformas para contratar fletes coordinan la oferta con la demanda. "Actualmente, un productor puede informar que tiene determinadas toneladas de soja, para transportar a determinado destino y ofrece determinada tarifa. Los camioneros consultan las ofertas de transporte en el teléfono y pueden cerrar el negocio directamente con el productor", explica Gabriel Tinghitella.
También hay plataformas para facilitar la administración de empresas agropecuarias. Por ejemplo, AGBI permite comparar los márgenes brutos y netos de las actividades agrícolas de distintas zonas productivas del país. También ofrece detalles de costos de producción y series de precios.
Lo que viene: maquinaria con robots
A nivel global ya existen muchos desarrollos de robótica para el agro, que están relativamente cerca de concretar su desembarco en el mercado. La principal limitante para que eso suceda radica en los riesgos asociados con accidentes por hackeo o desconfiguración de los softwares y la ausencia de regulaciones en la materia
- Prototipos avanzados. En la última edición de Agritechnica –la exposición de maquinaria agrícola más grande del mundo, en Alemania- hubo numerosos stands -John Deere, Case, Ecorobotix, Carré, Agrointelli entre otros- que presentaron robots de distinto tipo para la ejecución de tareas agrícolas.
- Sembradora autónoma. La firma Raven desarrolló Dot, una plataforma autónoma que permitirá el transporte de un conjunto de cuerpos de siembra. De esta forma, una sembradora se desplazará de forma autónoma por los lotes sin necesidad de ser tirada por un tractor.
- Flota de pulverizadoras. En Australia la firma Swarmfarm desarrolló pequeñas pulverizadoras autónomos que trabajan en flota para llevar a cabo aplicaciones de agroquímicos en forma conjunta y coordinada en lotes de grandes dimensiones.
- Muestreo de suelo. También existen robots para realizar muestreos de suelos. La empresa danesa Wintex Agro desarrollo un calador autónomo que posibilita la obtención de muestras de diferentes perfiles de suelo en una misma operación, lo que reduce los tiempos y costos de la tarea.
- Tolva guiada por la cosechadora. Son conocidos los mapas de rendimiento y otras aplicaciones de agricultura de precisión en cosechadoras. En los últimos tiempos se agrega el control de la tolva que recibe la descarga de grano. Un comando de la trilladora guía al tractor para mantenerse apareado.
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