Tras un comienzo de año para el olvido, con variaciones interanuales muy negativas hasta octubre pasado, este diciembre la producción de leche cerrará más arriba, en comparación al mismo periodo de 2023. En este nuevo escenario, con una Niña casi ausente que pronostica mejores lluvias en las regiones lecheras y una relación insumo-producto muy satisfactoria, se espera que la actividad pegue un salto en producción en 2025: la recuperación iría del 4 al 6% luego de una merma del 7% en 2024.