Las grandes empresas ligadas con la producción agrícola tomaron nota de las demandas que, cada vez más, se imponen en torno de la sustentabilidad y están haciendo sintonía fina en esa dirección. Más que una moda, lo tienen incorporado como un elemento clave para diferenciarse en un contexto ya no solo competitivo, sino donde los ojos de la sociedad en general permanecen atentos a lo que ocurre en el sector.
En este marco, LA NACION contactó a referentes de Los Grobo, Adecoagro y Man Agro. ¿Qué hacen por ese tópico? ¿Cómo lo interpretan para trabajar tranqueras adentro? La mirada está puesta en cómo trabajar junto a otras herramientas claves como la implementación de buenas prácticas agrícolas (BPA), siembra directa, rotaciones, etcétera.
Según señaló Emanuel Bodega, de Los Grobo, desde 2011 están certificando bajo el estándar internacional RTRS (Round Table Responsible Soy), que trabaja básicamente sobre cinco principios: cumplimiento legal y buenas prácticas empresariales, condiciones laborales responsables, relaciones responsables con la comunidad, responsabilidad medioambiental y buenas prácticas agrícolas. En la campaña 2018/2019 la firma trabajó sobre una superficie de 187.600 hectáreas en asociación con diferentes socios locales en diversas zonas de producción.
"Hoy vemos que el mercado y la sociedad demandan cada vez más conocer el origen y la trazabilidad de sus alimentos, donde muchos compradores están dispuestos a pagar un plus por productos certificados o de determinado origen. Como también bancos y organismos del sistema financiero demandan hoy información sobre de qué forma producimos, estándares, buenas prácticas y zonas de producción", explicó.
"Consideramos que en un futuro no muy lejano contar con un aval o certificación va a ser una condición para poder vender nuestros productos, porque así la sociedad lo está demandando", agregó Bodega.
En Adecoagro, que tiene un plan de siembra de 258.000 hectáreas para la nueva campaña, también tienen el foco en la sustentabilidad. Y sus ejemplos sobran, según contaron Alejandro López Moriena, director de Sustentabilidad, y Diego del Carril, de Relaciones Institucionales. Para la producción de granos tienen certificación de soja sustentable con estándar RTRS. Según condiciones de mercado han certificado soja EPA y soja 2BS. "Actualmente estamos evaluando una certificación específica para maní sustentable requerida por un cliente europeo", indicaron.
En el biodigestor de los tambos (10.000 vacas en ordeñe) cerca de Venado Tuerto están certificando ISO 14001 y se encuentran en proceso de certificar para bonos de carbono. En los tambos reutilizan todo el estiércol para generar energía eléctrica a base de biogás y luego devolver nutrientes esenciales al campo en forma de biofertilizantes.
"Adicionalmente, para nuestras operaciones de la Argentina, estamos implementando las Normas de Desempeño del Banco Mundial, por lo que anualmente recibimos una visita de auditoría del banco. Estas normas tienen un amplio y profundo alcance de temas relacionados a la sustentabilidad, desde la gestión de los recursos naturales (incluida la biodiversidad), la salud y seguridad de nuestros colaboradores, hasta la relación con las comunidades locales y los stakeholders", explicaron.
En tanto, en sus plantas industriales alimentarias certifican algunos estándares de inocuidad y seguridad alimentaria como Buenas Prácticas Manufactureras, Smeta, Haccp y FSSC 22000 entre otras. "Estamos estudiando el Sistema B como una posibilidad para agregarle valor a nuestra compañía desde la sustentabilidad. La certificación del Sistema B permite que las empresas trabajen por una economía que pueda crear valor integral para el mundo y la Tierra, que puedan ser medidas desde el bienestar de las personas, las sociedades y la Tierra, de forma simultánea y con consideraciones de corto y largo plazo", señalaron.
Adecoagro hace unas 40.000 hectáreas de arroz. Implementaron sistemas de riego como Nivel Cero o Pendiente Controlada y Riego por Mangas. "Podemos ahorrar hasta un 30% de agua, y por lo tanto de energía también", indiciaron.
"Hace un tiempo que se habla de la importancia del consumidor de conocer la trazabilidad de lo que consume. La descomoditización de las commodities también se viene escuchando fuerte, pero en las ideas hasta ahora. Salvo la soja sustentable que nos ha dado premios de 3 a 5 dólares por tonelada por los exportadores, no vemos nada concreto que incentive destinar recursos y esfuerzos por ahora", opinó Diego Sánchez Granel, CEO de Man Agro, que trabaja unas 60.000 hectáreas. Recientemente, este ejecutivo estuvo en Memphis, Tennessee (EE.UU.), en el lanzamiento de Terraton, de Indigo Ag, con el cual es posible que se genere un negocio con bonos de carbono si la producción de granos se hace con siembra directa, rotación y cultivos de servicios. "Estamos entusiasmados con que este proyecto tenga éxito", señaló.
Por el momento la firma no tiene ninguna certificación. "Lo hemos estudiado en varias ocasiones ya que sí contamos y hacemos todas las prácticas, procesos y registro que cualquier certificadora pueda pedir, así que sería muy fácil para nosotros certificar. No lo hemos hecho ya que no vemos que haya algún negocio que lo justifique, al menos por ahora", indicó.
Destacó que la firma trabaja con rotaciones (al menos 50% de gramíneas aun con el anterior gobierno), buenas prácticas y correcto uso de fitosanitarios e intensificación agrícola, entre otros puntos. "Aumentamos la intensidad de cultivos de cosecha y de coberturas o servicio. Con esto y la rotación aumentamos el secuestro de carbono, mejoramos la actividad microbiológica, mejoramos parámetros físicos y químicos, aumentamos el control de malezas y reducimos el uso de agroquímicos y aplicaciones en un 50%", precisó.
Ante los ojos de la sociedad
"Nuestra actividad se encuentra en el ojo de la tormenta a nivel mundial, donde se cuestionan constantemente a los agricultores por sus formas de producción, utilización de productos fitosanitarios para la protección de cultivos, semillas OGM, inocuidad de los granos para el consumo humano, entre otras. En este aspecto, es muy importante que podamos demostrar con hechos la forma en que producimos, bajo la implementación de buenas prácticas agrícolas que apuntan no solo a lo técnico, sino a lo social y ambiental del entorno desde donde se trabaja. Aacrea, Aapresid y otras organizaciones de carácter internacional están trabajando mucho en el tema".
La frase es de Emanuel Bodega, de Los Grobo. Para este ejecutivo, el cómo se produce es un tema que va teniendo una mayor demanda desde la sociedad, pero también de actores vinculados con la producción, como las entidades bancarias.
"Prácticamente en todos los casos es el consumidor final el que está demandando más detalles y conocimiento de cómo se producen los alimentos, y exigiendo que se haga en forma sustentable", señalaron Alejandro López Moriena, director de Sustentabilidad, y Diego del Carril, de Relaciones Institucionales, de Adecoagro.
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