ROSARIO.- Luego de que Vicentín pidiera la apertura del concurso de acreedores, la Bolsa de Comerciode Rosario suspenderá a la firma para operar en el mercado de granos, una facultad que tiene esa entidad, de acuerdo al estatuto. La medida, que entrará en vigencia una vez se notifique a la compañía, era esperada después de que se desatara la crisis en esta empresa, que acumuló deudas por más de 1300 millones de dólares.
Unos minutos antes de que se reuniera el directorio de la entidad, el presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, Daniel Nasini, anunció que "el Reglamento de Operadores del Mercado Físico de Granos de la BCR establece expresamente en su artículo 10° que la presentación en concurso preventivo de una firma operadora implica la suspensión de la misma para operar en la BCR hasta tanto se logre la homologación del acuerdo de acreedores".
Nasini asumió como presidente de la BCR el 29 de noviembre pasado, cinco días antes de que Vicentín anunciara la cesación de pagos. Nasini reemplazó a Alberto Padoán, referente histórico de la empresa en default, que estuvo dos períodos al mando de la entidad.
En noviembre de 2018, Padoán pidió seis meses de licencia al frente de la entidad luego de que el fallecido juez Claudio Bonadío lo procesara sin prisión preventiva en la llamada causa de los cuadernos. Pero en abril pasado suspendió la licencia luego de que el magistrado le dictara la falta de mérito.
Desde ese momento siguió en la Bolsa hasta fines de noviembre, cuando cinco días antes del default se produjo el recambio de autoridades y asumió Nasini en uno de los momentos más críticos del sector por la debacle de Vicentín.
Como publicó LA NACION el 7 de octubre pasado, el grupo Vicentín, de la mano de Padoán que tejió las relaciones políticas, fue el principal aportante para la campaña electoral de Juntos por el Cambio. Vicentín donó $13,5 millones de pesos al espacio político encabezado por el expresidente Mauricio Macri.
En la Bolsa de Comercio de Rosario la situación de Vicentín acarreó un malestar interno muy intenso, porque muchos de los damnificados por el default caminan los pasillos de la entidad desde hace mucho tiempo.
"Algunos socios nos piden que actuemos en los temas que los afectan y en ese marco es que tenemos que asegurar que la actuación de la Bolsa se de dentro de su reglamento, que son procedimientos e instancias que hay que respetar. Sabemos que la cesación de pago de Vicentín afecta de manera negativa en la cadena comercial y de producción", admitió Nasini.
Con respecto al rol de la entidad, el presidente de la Bolsa de Comercio aclaró que la institución "no tiene injerencia en las decisiones de los operadores ni en la situación interna de las empresas. Por eso, debe ser respetuosa y cautelosa a la hora de actuar e intervenir solo en las situaciones en que sus estatutos y reglamentos la habilitan para ello".
La situación de Vicentín se complica aún más luego de esta decisión de la Bolsa de Comercio, ya que no solo tiene las plantas de Ricardone y San Lorenzo paralizadas desde diciembre pasado, sino que ahora se suma la prohibición a operar en el mercado hasta que se homologue un acuerdo con los acreedores.
La idea original del grupo, según dejó trascender en varios comunicados, era alquilar las plantas para trabajar a fasón la cosecha de girasol, pero los tiempos se dilataron y esta posibilidad se desperdició. Fuentes del mercado señalaron que esa estrategia quedó relegada luego de que se presentaran once cautelares en los tribunales de firmas que intimaban a cobrar las deudas.
La deuda con el Banco Nación
Según pudo saber LA NACION, la estrategia del Banco Nación para negociar el cobro de la deuda de Vicentín con la entidad, que supera los 18.000 millones de pesos, apunta a juntar fuerzas entre las entidades públicas que están en la lista de acreedores de la cerealera.
La idea, según explicaron voceros del Banco Nación, es "negociar en bloque" con el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), el Banco Ciudad y el Provincia. Fuentes del Nación señalaron a este diario que después de que comience a ver cómo evoluciona la convocatoria de acreedores el objetivo es designar a un único negociador entre las cuatro entidades bancarias, con las que Vicentín afronta un pasivo superior a 21.000 millones de pesos. La semana pasada, cuando aún no estaba sobre la mesa la convocatoria de acreedores, los directivos del banco le exigieron a Vicentín un incremento de las garantías.