Se trata de la firma CIMA, que se quedó con montos verificados al momento del default de la cerealera por más de US$447 millones; la compañía exportadora, por su parte, pidió a la Justicia una resolución de su concurso
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Una empresa inversora argentina compró la acreencia que un grupo de bancos internacionales tienen de la cerealera Vicentin, en default desde diciembre de 2019 y en concurso de acreedores formalmente desde febrero de 2020.
Se trata de CIMA SA que, según informó Rosario 3, tiene como referente a Esteban Nofal. El grupo empresario, que se dedica a buscar oportunidades de inversión en distintas actividades, informó en un comunicado que adquirió un conjunto de créditos correspondientes a los montos verifcados en el marco del concurso de la cerealera por un total nominal de US$447.194.396,91. Dijo que el detalle de las entidades financieras que cedieron los créditos es el siguiente: IFC, US$205.785.014,45; FMO, US$122.278.129.55; ING, US$46.429.718,73; RaboBamk US$22.781.133.64; MUFG, US$12.381.296,09; SMBC, US$12.381.296,09; Natixis US$, 9.934.586,27.
Aunque no se informó el monto pagado por la transacción, trascendió de fuentes del mercado que, mientras en el concurso que tuvo todas las aprobaciones necesarias, a los bancos la propuesta de Vicentin era devolverle un 30%, esto es por cada dólar 30 centavos de dólar, el grupo inversor se habría quedado con las acreencias de los bancos internacionales por el equivalente, sobre cada dólar de acreencia, a unos 11 centavos. Fuentes del sector señalaron que la operación habría rondado los US$70 millones. Vicentin, en tanto, a los bancos en su propuesta les daba unos US$135 millones.
El concurso de Vicentin está en la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe. Allí los jueces tienen que decidir si lo homologan, como lo confirmó una cámara de apelaciones en un paso anterior, o si en cambio va a un proceso de cramdown para que ingrese un tercero.
En el mercado especulan que el inversor estaría confiado en que, si no gana haciendo una diferencia con lo que compró ahora versus la propuesta inicial de la cerealera a los bancos para el cierre del concurso, también tiene la opción del cramdown si la Corte de Santa Fe rechaza la homologación. A los fines objetivos el ingreso del inversor no cambia el proceso del concurso, salvo que se produzca el cramdown.
“El grupo inversor que ha adquirido esta deuda tiene como objetivo contribuir a destrabar el prolongado proceso judicial, que ya lleva cinco años, y trabajar en una solución que permita reactivar a la mayor compañía del sector agrícola de bandera argentina. En este contexto, CIMA ha iniciado diálogos con diversos actores interesados en el proceso, incluyendo al Grupo Grassi, con miras a explorar su participación en un eventual cramdown”, apuntó la empresa.
En tanto, Vicentin reaccionó con un comunicado donde pidió definiciones a la Corte de Santa Fe. “Hacemos saber a nuestro personal, a nuestros acreedores y a todas las partes relacionadas con el concurso de la sociedad que, de confirmarse esta información, nada habrá cambiado en el proceso cuya terminación perseguimos hace más de dos años y medio”, dijo. Y explicó los motivos sobre su postura: “Desde hace dos meses, la Corte Suprema de Justicia de la provincia de Santa Fe tiene en sus manos la homologación definitiva de la propuesta que aprobaron una mayoría contundente de acreedores, y esperamos que resuelva conforme a derecho. El procurador General, por su parte ya se ha expedido por el rechazo de la queja presentada por Commodities y ahora corresponde el voto de los jueces del Tribunal Superior”.
Y agregó: “La sociedad ha hecho saber reiteradamente que, frente a las reiteradas dilaciones en alcanzar la homologación, ha agotado su disponibilidad de caja para financiar su giro ordinario, y que ha adoptado las medidas de crisis necesarias para sobrellevar la situación afectando lo menos posible a sus trabajadores, lo que no podrá sostener en el futuro cercano”. Según señaló, “dadas las dificultades financieras tan acuciantes en este momento, la sociedad también ha hecho saber que no dispone de los recursos para financiar un proceso de cramdown”.
Pidió a la Corte Suprema de Santa Fe que “resuelva sin más dilaciones el recurso presentado por la firma Commodities [que presentó un recurso en el máximo tribunal para bloquear la homologación y buscar el cramdown] para que finalmente, todas las partes relacionadas al proceso concursal puedan dar vuelta la página y terminar este largo capítulo por un camino comprobadamente seguro para la continuidad de la empresa y de las fuentes laborales relacionadas directa e indirectamente”. Hace unas semanas, Vicentin solicitó su procedimiento preventivo de crisis que incluye, entre otros puntos, un ajuste sobre beneficios del personal y retiros.
Disputa
Al ser consultados por este medio, allegados a Vicentin criticaron al grupo inversor y remarcaron: “Con este comunicado queda evidenciado que quienes durante dos años y medio hicieron todo lo posible para impedir que Vicentin alcance la homologación ahora demuestran que no buscaban corregir un daño derivado de una propuesta abusiva, sino que su verdadera intención siempre fue encontrar algún camino para quedarse con Vicentin”.
En este contexto, recordaron que, a principios del actual, Vicentin presentó una querella en la Fiscalía Regional N° 4 de Reconquista, acusando a Commodities, Olzen y Mariano Grassi de participar en presuntas maniobras que, según la denuncia, constituirían una estafa procesal y extorsión. En dicha presentación se mencionaba a CIMA, señalando a Mariano Grassi como “el autor intelectual del plan de adquisición de Vicentin presentado junto a CIMA -hoy CFS Advisors- (una ALYC del Mercado de Capitales), por ser la persona responsable detrás de estas sociedades, con el mismo patrocinio de los abogados Casanova, Mattos, Salvatierra, Feldman y Cosentino, o por haber intentado trasladar el concurso de Vicentin a Rosario, donde claramente tiene mayor influencia”.
En relación a CIMA, los allegados a la cerealera opinaron: “Es una sociedad de bolsa profesional, a la que le ofrecieron un negocio ya armado y lo entendió bien: hoy pongo un poco de plata y si después homologan el acuerdo concursal me quedo con más. Hasta allí se puede entender. Pero pretender usar esta inversión para tratar de adquirir Vicentin en un crawdown es una jugada inexplicable, porque es claro que las finanzas de la firma no resisten ese proceso”.
Quién es el comprador de la deuda
CIMA fue fundada en 1998 y está liderada, como se mencionó, por Esteban Nofal. Según información a la que accedió este medio, se especializa en encontrar oportunidades de inversión en distintos sectores. Participó en varias operaciones de banca de inversión, comenzando a fines de los 90 con la venta de Sinectis a UOL. También invirtió en startups como Decidir.com y, más recientemente, estuvo involucrada en la venta de parques eólicos y en la compra de compañías constructoras.
Según comentaron a este medio, su estrategia abarca no solo la Argentina, sino también Brasil, Uruguay y Venezuela. Brinda también asesoramiento en mercados desarrollados. En la Argentina, la firma tiene licencias como administradora de fondos comunes de Inversión y agente Productor. Antes de CIMA trabajó en diferentes instituciones financieras como Morgan Stanley, Oppenheimer & Co. y BBVA Banco Francés.
En tanto, CIMA Inversión es la firma que adquirió la constructora SES SA en 2021, luego de que TGLT, la compañía del empresario Daniel Lizzano, se la vendiera. En la gestión de Horacio Rodríguez Larreta SES SA fue una de las principales contratistas de su administración. Hasta 2016, el 50% de SES pertenecía al empresario Nicolás Caputo, amigo íntimo de Mauricio Macri.
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