En la Mesa Nacional del Trigo, que se realizó en Leones, Córdoba, la entidad sostuvo que hoy los resultados económicos de esta producción son “negativos”
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Durante la Mesa Nacional del Trigo que se realizó en Leones, Córdoba, este jueves, la Sociedad Rural Argentina (SRA) explicó que los resultados económicos esperados para el negocio del trigo hoy son “negativos”. El presidente citó un informe que fue enviado a los socios de la entidad donde reflejan que como condición necesaria es esencial repensar el alto impacto que generan los derechos de exportación en el negocio del cereal. Además, sostienen que es vital eliminar la brecha cambiaria puesto que sigue generando distorsiones en el ingreso del productor. Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el complejo triguero prevé una entrada por US$2244 millones para este año; en enero pasado se estimaba que ingresarían al país US$1907 millones por este mismo cultivo.
De acuerdo con la Bolsa de Rosario, la cosecha 2023/24 de trigo alcanzó los 14,5 millones de toneladas. Este valor es un 24% mayor al de la campaña pasada, marcada por una caída de la producción por cuestiones climáticas. Según mencionaron, este nivel de producción reflejó una caída de 5 millones de toneladas, un 26% menos, respecto del promedio alcanzado durante las cuatro últimas campañas previas a la pasada marcada por la seca. En ese sentido, ejemplificó que en Córdoba las últimas dos campañas el volumen de producción fue una tercera parte del nivel promedio alcanzado entre 2016 y 2022.
Según el reporte, entre los puntos positivos, se terminó con la administración de la oferta exportable (DJVE) o acuerdo de volúmenes exportados como fue en el caso del trigo con el volumen de equilibrio. Además, enumeran que se avanzó en el acople de los precios internos con los internacionales desregulando los precios al consumidor. Así como también se terminaron las transferencias por medio de los fideicomisos para transferir recursos entre eslabones. Pero los resultados económicos esperados para el negocio del trigo hoy son negativos.
Según el informe, por la caída del 23% de los precios internacionales, aún persisten los descuentos que generan la distorsión cambiaria y los derechos de exportación en los precios que recibe el productor. “Durante el mes de enero el productor argentino recibió por las ventas realizadas por su grano el 52% del valor FOB Golfo México del mes pasado. (Precio promedio SIO granos enero 2024 fue de $178.900 por tonelada, dividido CCL US$1204 es igual a US$149. El FOB Golfo promedio para enero 2024 fue de US$284 por tonelada”, resume. Además, aseguran que juegan los costos de producción disociados de la caída de precios. Los números de los cultivos sustitutos también han cambiado.
Brecha cambiaria
Por eso, agregan que como condición necesaria es vital repensar el alto impacto que generan los DEX en el negocio del trigo. Asegura, en tanto, que “es vital eliminar la brecha cambiaria puesto que sigue generando distorsiones en el ingreso del productor”. Solucionado el tema del buen funcionamiento de los mercados, se pueden abordar otros temas tales como: desarrollar el valor agregado que comienza en la semilla de trigo. La diversidad de ambientes que tiene el área triguera en la Argentina permitiría aumentar la producción y exportar de manera regular con alta calidad, homogeneidad consistente con las variedades de trigo que el mercado demanda.
Por otra parte, agregan que se debe impulsar el aumento de las exportaciones con farináceos procesados (fideos, galletitas, alimentos para el desayuno, etc), con estrategias de productos y marcas. También se refirieron al uso comercial de la producción del trigo HB4 tolerante a sequía. “Es un riesgo latente la exigencia por parte de la totalidad de los compradores tanto locales como internacionales respecto a garantizar la no presencia de este evento en los granos comercializados. Esta situación puede generar un conflicto con Brasil, nuestro principal destino de exportación, que termine sumando argumentos en favor de que el vecino país impulse una baja de los aranceles extra bloque”, indicaron.
En esa línea recuerdan que “la campaña 2023/24 partió de una situación económica con números muy ajustados, esto sumado a la falta de condiciones climáticas al momento de la siembra hicieron que el nivel de superficie sembrada se mantuviera con 1 millón de hectáreas menos que en los cuatro años inmediatos anteriores a la seca”, relatan.
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