El viernes pasado, cuando Leonardo Bonet, un productor de Mendoza, logró ingresar a su campo en San Luis, se encontró con un panorama desolador: 35 cabezas de ganado habían muerto de hambre y sed culpa de que por las trabas de la provincia puntana él no podía cruzar. Ahora perdió con la muerte de los animales $1,5 millones.
En marzo pasado, cuando se decretó la cuarentena, Bonet se fue a su casa de Mendoza, sin embargo, ante la constante reanudación del aislamiento social, preventivo y obligatorio y el cierre en las provincias, no pudo volver a ingresar al campo hasta julio. Si bien los animales habían quedado al cuidado de una persona, no contaba con los recursos indispensables para atender las necesidades urgentes.
"Si yo hubiese entrado antes, no hubiese pasado esto. Las pérdidas hoy son sobre $1,5 millones y no es por desidia, fue por el impedimento de poder entrar a la provincia con un protocolo más flexible. Hubiese sido evitable si me dejaban entrar y no tenía que hacer la cuarentena", apuntó. Desde marzo a la fecha solo pudo entrar dos veces a su campo en donde trabaja 350 cabezas de ganado, aproximadamente.
"Por ahora cuento 35 animales y capaz que un poco más. Todavía no las conté bien porque hay otras que están agonizando y no sé qué va a pasar", explicó el productor.
Antes de poder ingresar a San Luis, el productor debió pasar 14 días en un hotel para cumplir con los protocolos sanitarios exigibles por esa provincia. "Para que me dejaran entrar tuve que mandar muchos correos solicitando permisos para ingresar y la primera vez lo pude hacer recién el 17 de julio, después de hacer la cuarentena en un hotel que yo pagué y me salió $25.000", contó. Después de esa visita que había hecho para proveer de suministros y víveres al empleado, había intentado ingresar nuevamente, pero no lo consiguió hasta el fin de semana pasado cuando ya era tarde para salvar el ganado.
"Como no estuve acá, el empleado no pudo hacer las cosas como tenía que hacerlas. Soy el motor de toda la empresa y si hubiera estado, esto se hubiese evitado. El empleado no pudo hacer todo lo que tenía que hacer porque no había gasoil para el tractor, no había un montón de medios para evitar la muerte", señaló.
"Está pasando en todos los campos que se les desborda la situación a los empleados que con un tractor o camión lo podés solucionar rápido, pero no se puede enviar gasoil, plata ni un montón de cosas. No puede ingresar nada acá y tenés que estar un mes mandando mails para que te habiliten ingresar con un bidón de 20 litros de gasoil. El problema fue por todas las trabas legales que tiene San Luis", aseguró. A la imposibilidad de poder ingresar al campo, también se le sumó el problema de la sequía.
"Lo único que tengo en la cabeza es que no se me mueran más animales. Es una situación triste ver cómo pierdes tu capital. Más que ser ganadero, esto para mí es una pasión, pero es muy triste ver que se te mueren", describió el productor que normalmente trabaja el campo con dos personas, una que es de Mendoza, pero que ahora no está empleándola por la restricción en el ingreso.
"Somos puntanos por elección, pero San Luis nos está soltando la mano al no flexibilizar el ingreso de los productores. Entiendo la pandemia y el cuidado de la población, pero lo que no es entendible es que tengamos que suplicar para poder entrar a nuestros campos. Queremos ingresar y necesitamos que nos flexibilicen la circulación para poner el motor de la economía en marcha", subrayó.
En tanto, productores mendocinos, cordobeses, pampeanos, puntanos y santafesinos tienen pensado hacer un corte indefinido a partir de las 12 de mañana en los accesos a San Luis sobre las rutas 7, 8, 20, 30, 188 y 55. Lo harán para reclamar el libre acceso de quienes tienen que atender sus campos en esa provincia.
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