MONTEVIDEO.- La cosecha de soja comenzó en Uruguay con caras largas. Luego de que el ciclo anterior marcara un récord en materia de rendimientos, esta campaña el clima con falta de lluvias jugó una mala pasada y las pérdidas están a la vista.
La consultora Unicampo Uruguay realizó un monitoreo del área de soja para lograr una estimación de producción y el resultado fue muy negativo. La caída de producción en el cultivo, medida a valores de mercado, fue estimada en algo menos de US$600 millones, lo que para un país chico como el Uruguay significa un impacto muy duro.
Los datos y nuevas proyecciones obligan a recalcular a la baja las proyecciones macroeconómicas de este año, lo que no significa que igualmente el Uruguay pueda estirar a 16 años el período de crecimiento iniciado en la primavera de 2003. El año pasado, el Producto Interno Bruto (PIB) del Uruguay creció 2,7% pero al interior de los sectores el rubro "Actividades Primarias" dio una caída de 1,5%. Eso fue porque el producto de "Agricultura, Ganadería, Caza y Silvicultura" tuvo una caída de producción del 0,8% y la minería se desplomó en 21%. Por su parte, la pesca logró un aumento del 22,3 por ciento.
Dentro del rubro agropecuario, el sector agrícola (Cultivos en general y servicios conexos) registró una caída fuerte del 8,2%. La ganadería (Cría de animales y servicios ganaderos) aumentó un 2,6%, en tanto que la silvicultura una leve baja de 0,4% por ciento.
Sobre la soja en 2018, Unicampo evaluó el estado de los cultivos en la segunda quincena de febrero y la primera de marzo. El resultado confirmó "un deterioro en términos generales de las plantaciones de soja en la zona del núcleo agrícola", que va de la mano de la ausencia de lluvias y la poca humedad en los suelos.
El estudio señaló que el rendimiento de la soja será de entre 1500 y 1600 kilogramos por hectárea, lo que muestra una caída abrupta respecto al año pasado. El 2017 había sido un año extraordinario, que supuso un rendimiento mayor al de años anteriores. El rendimiento medio de soja se había incrementado 52 por ciento en 2017 en relación a la zafra anterior.
En 2016, el rendimiento por hectárea del cultivo de soja había sido de 1937 kilogramos y en 2017 se ubicó en 2951 kilogramos. La variación se explicó por condiciones climáticas favorables a diferencia del año anterior, según destacaron los técnicos del Gobierno.
El trabajo de Unicampo proyecta que toda la campaña 2017/2018 sea levantada de los campos (estimada en una cobertura de 1,060 millones de hectáreas, según los cálculos oficiales), con un rendimiento medio de 1550 kilos por hectárea.
De acuerdo a la proyección, la producción total llegaría a 1,650 millones de toneladas, lo que llevado a precios de mercado daría una caída de US$586 millones menos que el año pasado. Eso es solo el impacto en la soja, sin sumar ganadería y la lechería, entre otras actividades, y representa un golpe duro al campo uruguayo, que se ha movilizado en reclamo de atención del Gobierno por los costos de servicios públicos y la presión tributaria.
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