Es clave conocer los requerimientos, lo que pasa según cada categoría, entre otros factores, para tomar buenas decisiones
- 7 minutos de lectura'
¿Cada categoría de ganado vacuno tiene requerimientos diferentes y varían con la temperatura del ambiente y el agua? Sí, es correcto. Los consumos de agua varían según cada categoría y se modifica según la temperatura del ambiente: a mayor temperatura del ambiente se incrementan los consumos. Sin embargo, el comportamiento es inverso respecto a la temperatura del agua, es decir, a mayor temperatura del agua los consumos se reducen. Por este motivo, es aconsejable que los animales consuman siempre agua fresca y limpia.
Para ello, se recomienda que los tanques australianos (reservorios de agua) tengan árboles en su cercanía. En este caso, se debe limpiar periódicamente las hojas que caen ya que esto puede arruinar la calidad del agua. Caso contrario habría que cubrir el tanque con tejido media sombra.
Las investigaciones han mostrado que el agua fría ayuda a mantener una adecuada temperatura corporal e incrementa su consumo, mejorando la ganancia de peso. Las aguas subterráneas están frías de forma natural y constante (19°C), aunque a medida que se exponen a los rayos del sol en los tanques australianos o bebidas se elevan rápidamente, en especial en verano. Por ello, las dimensiones de las bebidas deberían ser tal que permita una rápida recuperación o llenado y de esa forma el agua se mantendrá más fresca.
¿Los consumos varían cuando los animales comen un silaje de planta entera o de grano húmedo? Sí, es correcto. Los consumos varían tanto cuando los animales comen un silaje de planta entera como de grano húmedo, ya que en ambos casos se han producido fermentaciones para estabilizar el pH (o acidez). Este aumento de la acidez (baja del pH entre 3,8 a 4,2) les produce astringencia en el paladar, similar a cuando se comen pickles. Debido a ello se incrementa entre un 30 al 50% el consumo de agua por cada kilogramo de silaje de planta entera o de grano húmedo consumido.
¿Es cierto que el consumo de agua está directamente relacionado con el consumo de alimentos y éstos con la producción de carne o leche? Sí, es correcto. Los consumos de agua por cada kilogramo de alimento seco varían entre 2,5 a 3,5 litros de agua/kg de alimento seco. Esto demuestra el vínculo directo entre el consumo de agua con el de un alimento. En otras palabras: a mayor consumo de agua estimulará un mayor consumo de alimento, y a medida que haya un mayor consumo de alimento habrá mayor producción de carne o leche.
Esta pregunta es “clave” en cualquier sistema productivo. Y demuestra el rol extraordinario que cumple el agua, tanto en lo que respecta a su calidad como a la cantidad que se dispone. Nuevamente, se pueden hacer todos los esfuerzos posibles en suministrar los mejores alimentos (granos, concentrados, silajes, forrajes frescos, etc.) pero si no hay la calidad y cantidad de agua necesaria, es imposible tener una respuesta adecuada en carne o leche. Es más, la calidad y cantidad de agua que se disponga determina qué tipo de actividad ganadera se puede realizar en dicho campo, que permita obtener un resultado productivo eficiente y rentable.
¿Es cierto que es tan malo tener altos niveles de “sales totales” en el agua como cuando son muy bajos? En realidad no es lo mismo tener altos contenidos de sales totales (mayor a 6-7 g/litro) que tener bajos niveles (menores a 1 g/l). Pero sí es cierto que en ambos casos se produce un efecto negativo sobre la producción de carne o leche.
Desde ya que es más fácil corregir cuando hay bajos niveles de sales totales, lo que se llaman “aguas desmineralizadas”, pues esto se corrige agregando una mezcla de sales a voluntad en bateas o comederos para que los animales consuman lo que necesiten. Estas mezclas de sales deben ser de buena calidad, si son granuladas es mejor y que sean ricas en fósforo, calcio, magnesio, azufre y microelementos. Por ello, nunca se deben comprar las sales por el precio, buscando las más baratas, sino aquellas que provengan de algún proveedor o laboratorio serio y responsable.
¿Si el agua tiene altos niveles de “sales totales” o de algún elemento químico peligroso, hay alguna alternativa para mejorar su calidad? Es muy difícil mejorarla porque depende de las características y orígenes de los suelos y muchas veces coincide con zonas de escasas precipitaciones. Hay regiones del país (por ejemplo el sur de las provincias de Córdoba, Santa Fe y San Luis) que tienen, a diferentes profundidades, capas de sal y/o exceso de algún elemento químico (flúor, fósforo, arsénico) que afectan a las napas freáticas y con ellas, el agua que tendrán acceso los animales y los seres humanos. Las posibilidades de corregir la calidad de las aguas en estas regiones son limitadas.
Una opción es la construcción de represas para almacenar el agua de lluvias y luego mezclar, a través de cañerías especiales, ambas aguas (la de lluvia con la napa freática), aunque en muchos de estos lugares las lluvias son escasas como para llenar esas represas. Mientras que hay otras zonas del país, como en el sudoeste y sudeste de Buenos Aires, cuyos suelos provienen de la sedimentación (desgaste), en millones de años, de las piedras de la Sierras de la Ventana y de Tandilia, el agua de profundidad tiene características muy diferentes.
Muchas de sus piedras tienen gran variabilidad (alta y baja concentración) de fósforo, arsénico o flúor. Esto provoca que haya sectores del mismo potrero con valores muy diferentes de ellos. Por ello, si el campo tiene varias perforaciones, se aconseja realizar un análisis completo de todos los molinos (perforaciones) para detectar la calidad de cada uno.
En caso de que haya variaciones en la calidad de los molinos, se aconseja utilizar los de mejor calidad con los animales de mayores requerimientos (vacas lecheras y animales en crecimiento y engorde) y los de regular a mala calidad con vacas de cría o directamente, que no haya animales para no afectar la producción.
Existen muchos casos que habiendo cinco molinos o perforaciones haya dos que tienen buena calidad y los otros tres es de mala calidad, las siembras de las pasturas, verdeos, etc. para los animales de altos requerimientos (carne o leche) se debe sembrar cerca de esos dos molinos de buena calidad, y dejar los potreros que están cerca de los otros tres para tener forrajes de menor valor nutritivo para destinarlos a vacas de cría que estén acostumbradas a ese tipo de aguas, que es la categoría más tolerante.
Incluso, hay muchos casos que directamente se destina ese sector del campo para agricultura, porque la calidad del agua es tan mala que aún con vacas de cría el comportamiento reproductivo será menor (índice de parición por debajo del 70%).
¿Es común hacer análisis del agua de todos los molinos o perforaciones cuando se va a comprar o arriendar un campo? No es común que se haga analizar el agua de todos los molinos o perforaciones. Es más, se aconseja que el futuro propietario del campo sea él quien saque las muestras de cada molino y las lleve a un laboratorio o directamente a un bioquímico del pueblo para hacerla analizar.
Me atrevo a decir que, si antes de hacer la compra o arrendamiento de un campo, se analizara el agua de todos los molinos, muchos campos no se comprarían o arrendarían, ya que la calidad del agua determina qué tipo de ganadería de carne o leche se puede hacer, con buenos resultados productivos, en ese campo.
El autor es doctor en Ciencias Veterinarias, especializado en Nutrición Animal, director ejecutivo de la Consultora Internacional de Producción y Nutrición de bovinos (carne y leche)
Otras noticias de Ganadería
Más leídas de Campo
Vacunos. Con dos remates especiales se abrió la operatoria en el Mercado Agroganadero de Cañuelas
Mercado de campos. Lo que dejó 2024, los inversores que dieron la sorpresa y la continuidad que se espera para 2025
Balance. Una empresa destacó avances en los principales mercados del mundo
Ajuste en una multinacional. La cerealera Cargill acelera un plan y ya desvinculó a 45 empleados en el país