En Aldao, Santa Fe, el productor Pablo Spirandelli sufrió un incendio que no terminó en un mayor daño gracias a un vecino que le advirtió de la situación; teme que haya sido intencional
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El sábado pasado, mientras el productor agropecuario Pablo Spirandelli miraba una entrega de premios de uno de sus hijos en Rosario, le sonó el teléfono. “Pablo, se te está prendiendo fuego uno de los lotes de soja”, escuchó al atender. Quien lo contactaba era uno de los vecinos de su campo ubicado en la localidad santafecina de Aldao, a 25 km de donde él se encontraba. El productor teme que hay sido intencional.
Veinte días antes, vivió una situación similar: recibió el llamado de otro vecino que lo contactó para avisarle que se estaba quemando uno de los campos que él asesora, también en la misma localidad. Tras ese episodio, 55 hectáreas quedaron cubiertas por cenizas.
“Si bien no estaban sembradas con ningún cultivo, estaban cubiertas por chalas”, explicó Spirandelli en diálogo con LA NACION y agregó: “Son muchos años de siembra directa, de ir acumulando cobertura y rastrojos que se pierden porque el campo quedó totalmente desnudo”.
Esa vez, el productor viajó al lugar y llegaron los bomberos que apagaron el incendio junto con otros productores que ayudaron con tractores y discos. En cambio, el sábado pasado, Spirandelli contactó a otro vecino para que lo ayude porque no iba a poder llegar.
“Afortunadamente en el campo todavía hay mucha solidaridad porque, si no fuera por mi vecino que enseguida se subió al tractor y con un disco lo apagó, hoy estaría lamentando grandes pérdidas”, indicó. En rigor, gracias a la colaboración de su vecino fueron alcanzadas por las llamas tres de las 80 hectáreas que pudo sembrar con soja.
Aseguró que tuvo “suerte” porque, como ese día no había viento, el fuego avanzó mucho más lento. “Si los vecinos no lo hubieran podido apagar rápidamente, el lunes en mi recorrida habitual me hubiera encontrado con todo el campo destruido. La soja estaba recién nacida en un lote sobre chalas, es decir un rastrojo de maíz que con la sequía que hay enseguida se prende”, dijo.
Luego de estos dos hechos, Spirandelli manifiesta estar preocupado porque teme que hayan sido provocados de forma intencional. “Si bien hay mucha sequía, es sospechoso que los incendios empiezan desde la calle y siempre durante el fin de semana a la tardecita, que hay poca gente en la zona, pero no puedo culpar a nadie porque no tengo pruebas”, comentó.
El productor contó lo sucedido en las redes sociales en respuesta a la publicación de otro productor de Arrecifes, una localidad ubicada al norte de la provincia de Buenos Aires, que denunció que tres hombres ingresaron a su campo con una moto y prendieron fuego intencionalmente el único lote de trigo que tenía en esta campaña.
Spirandelli tiene 48 años, es ingeniero agrónomo y asesora en varios campos de los alrededores de Rosario. Aseguró: “Yo nunca vi estos incendios que ahora se escuchan en la zona, no sé si tiene que ver con que hay una seca terrible, pero estas cosas no las vi nunca”, dijo. Por esta razón, en el campo de su cliente hicieron la denuncian para dejar constancia de lo ocurrido.
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