Según un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), la participación por impuestos en lo que genera una hectárea agrícola bajó de 64,9% a 61,5%; los gastos para producir en dólares subieron 37,9% en el último año
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Por la mejora de los precios internacionales y rindes un tanto mayores a los esperados en la actual campaña, bajó de 64,9% en marzo pasado a un 61,5% este mes la participación del Estado por impuestos en lo que genera una hectárea agrícola. No obstante, sigue en un nivel muy alto, ya que de cada $100 de una hectárea agrícola 61,50 pesos se van al Estado.
Así se desprende de un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA). “Aunque bajó la participación del Estado en la renta agrícola, igualmente la recaudación fiscal aumentó, porque la cantidad de impuestos en pesos que pagó una hectárea promedio aumentó”, afirmó David Miazzo, economista jefe de FADA. En el caso de la soja, los impuestos nacionales que paga una hectárea pasaron de $74.250 a $89.986; en maíz, de $45.316 a $54.480; en trigo de $26.209 a $38.069, y en girasol de $22.306 a $42.693.
En lo que respecta al impacto del aumento de los precios internacionales, se detalló que no solo generó un mayor aporte fiscal, sino que también un mayor ingreso de dólares. En rigor, los primeros cinco meses del año el sector cereales y oleaginosas ingresó al país 15.329 millones de dólares por exportaciones, lo que representó “un récord histórico de ingreso de divisas”.
Por otro lado, indicaron que en los últimos 12 meses el incremento nominal del tipo de cambio oficial fue del 26,7%, pasando de $94,86 por dólar a $120,16, mientras que la inflación en el mismo periodo fue del 60%. Esto, advirtió el economista de FADA, significa “un escenario malo para cualquier actividad exportadora”. En términos de tipo de cambio real, descontando los efectos de la inflación, en los últimos 12 meses cayó un 21%.
Los productores afrontan mayores costos. Nicolle Pisani Claro, economista de FADA, comento: “El costo de la cosecha se incrementó un 83% en pesos en los últimos 12 meses, mientras que el tipo de cambio oficial sólo subió 26,7%. Esto significa que el costo de la cosecha se incrementó un 44,5% en dólares. Algo parecido pasa con el resto de las labores y los fletes, es la consecuencia típica de los procesos de atraso cambiario, los costos en pesos comienzan a encarecerse al medirlos en dólares”.
“En cuanto a los costos de insumos, los fertilizantes son los que vienen presentando mayores subas en dólares desde principios de 2021, con aumentos en dólares que van desde el 73,6% hasta el 97,1% según los distintos productos”, afirmó Natalia Ariño, economista de FADA.
Asimismo, se detalló que si se analiza la estructura de costos de los cultivos de acuerdo a la moneda en la que están expresados, “se puede identificar que un 54% de los costos de una hectárea de soja están estrictamente dolarizados aunque si se considera el costo de la tierra llega a representar el 66%”.
En el caso del maíz, como los fertilizantes y semillas tienen más peso que en el caso de la soja, los costos dolarizados ascienden al 56% de la estructura, mientras que, si se considera el costo de la tierra, los costos dolarizados ascienden al 63%.
“El costo de producir se ha incrementado sustancialmente en dólares durante el último año. Si tomamos el promedio de los cuatro cultivos considerados, hoy cuesta un 37,9% más en dólares que el año pasado. El mayor aumento se dio en trigo, con un incremento anual del 50,1%. Si se compara con el año 2008, por tomar otro periodo de precios internacionales altos, los costos actuales son un 56,8% más altos en dólares corrientes, para el promedio ponderado de los cuatro cultivos”, completó Miazzo.
En lo que respecta a la carga impositiva, realizaron un análisis de los cultivos uno por uno, el cual mostró que “la participación del Estado en la soja es del 68,4%, maíz 53,9%, trigo 50,4% y girasol 44,8%”.
Según se detalló, los impuestos nacionales no coparticipables, que se componen principalmente por los derechos de exportación, a los que se le suma el impuesto a los créditos y débitos bancarios, representan el 66,8% del total que afronta una hectárea agrícola en la Argentina.
En tanto, los tributos nacionales coparticipables entre Nación y las provincias representan el 27,8%. Por su parte, indicaron que las provincias reciben parte del 27,8% como coparticipación, y también recaudan diversos impuestos. Al respecto, explicaron que para este índice de participación del Estado se consideran el impuesto inmobiliario rural, el impuesto a los sellos y el impuesto a los ingresos brutos, con una alícuota reducida, ya que ni Córdoba ni Santa Fe, por ejemplo, cobran este impuesto. Así, concluyeron que los impuestos provinciales son el 4,9% de los impuestos totales.
Por último, los municipales, que son las tasas viales o las guías cerealeras, de acuerdo a la provincia, representan el 0,5% de los impuestos en el índice FADA promedio nacional.
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