ROSARIO.- La empresa exportadora de granos Díaz & Forti, que operaba a fasón una planta de Vicentin, se presentó en convocatoria de acreedores luego de que fuera suspendida para operar por pedido del Banco Central, que le informó al Ministerio de Agricultura que no había liquidado exportaciones por unos 450 millones de dólares.
Esta firma pertenece al llamado Grupo Olio, un holding que creció en inversiones en el sector frigorífico en los últimos tres años. Tras la caída en default de Vicentin en diciembre de 2019, este grupo empresario empezó en mayo a operar la planta que la agroexportadora, oriunda de Avellaneda, posee en San Lorenzo, a 30 kilómetros de Rosario. Los ingresos por los trabajos a fasón le servían a Vicentin para pagar parte de los salarios a los 800 trabajadores de esa terminal.
Fuentes de la empresa señalaron a LA NACION que no tienen deudas con productores que entregaron sus granos para exportar. La estrategia apunta a que los fondos por liquidación de exportaciones que la firma tiene pendientes ingresen en la convocatoria de acreedores. Son 450 millones de dólares.
A fines del año pasado, las cosas comenzaron a complicarse luego de que el Banco Central y el Ministerio de Agricultura de la Nación pusieran la lupa sobre esta empresa, que tiene sus oficinas en Puerto Norte en Rosario.
Como publicó LA NACION, a principios de diciembre pasado, el Ministerio de Agricultura suspendió del Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA) a Díaz & Forti, una decisión que ya había tomado y levantado el 24 de noviembre pasado. Ninguna firma puede operar en el mercado sin estar en ese registro.
Fue el final de una serie de disposiciones del Banco Central de la República Argentina (BCRA), que puso la lupa sobre el grupo Olio. La entidad pidió en ese momento a la Dirección General de Aduanas que no de curso a los pedidos de embarque y despacho de granos. Un día antes el BCRA emitió la resolución Nº C88678 que suspendió a la empresa para realizar operaciones de cambio para "egresos" del país de divisas.
Según una comunicación del BCRA, al que tuvo acceso LA NACION, "las operaciones vencidas al 30 de noviembre registran un saldo pendiente de regularizar de 450.341.892 dólares". Este monto representa -de acuerdo al Central- un "incumplimiento en la liquidación de divisas" del 97,8 por ciento de las operaciones de exportación.
Es decir, el grupo Olio no habría liquidado hasta el 30 de noviembre casi ninguna de las exportaciones que hizo operando la planta de Vicentin. ¿Cuál es la sospecha? Que habrían operado con lo que debían liquidar en la compra de Contado Con Liqui, que habría generado una diferencia a favor de la firma que podría superar los 30.000 millones de pesos.
La empresa lo niega, aunque admite que está en mora en la liquidación de divisas por un monto que sería la mitad de lo calculado por el BCRA.
La decisión de suspender las exportaciones del grupo Olio se conoció unas horas antes de que el juez Civil y Comercial de Reconquista, Fabián Lorenzini, interviniera Vicentin durante 90 días, según la resolución de 56 páginas que el magistrado venía analizando desde hace varios días.
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