Cuando falta poco para la siembra de los cultivos de invierno hay sobreprecios en el combustible, advierten productores y contratistas
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A medida que se acerca la fecha de siembra de los cultivos de invierno, los productores toman conciencia y se alarman por el fuerte encarecimiento de los costos de producción. Así, con todo derecho, lo contratistas pretenden incrementos del 30-40% en el valor de las labores respecto del año pasado, en función del aumento del gasoil, de los repuestos y del costo de vida. Frente a eso, los empresarios agrícolas ven que el dólar oficial con el que comercializan sus productos aumentó mucho menos -100 a 113 pesos- aunque también consideran la suba del precio de los granos en dólares, con una negociación que recién comienza.
Algo parecido pasa con los fletes. Los transportistas siguen penando para conseguir gasoil viajando con los tanques semivacíos. Muchas veces se ven obligados a pagar precios superiores a los que marca el surtidor para terminar sus recorridos, lo que llevó al paro y a forzar el convenio de aumento reciente de tarifa. Hay muchas realidades zonales en la disponibilidad de combustibles: desde colas de vehículos de 400 metros, hasta estaciones que pueden despachar más fluidamente a los consumidores, explican los observadores.
“La cosecha avanza a los tirones, pero he visto pocos casos en que las máquinas quedaron varadas una semana por falta de gasoil; una situación no infrecuente es que el combustible aparezca si se acuerda un precio 20 o 30% superior al de lista. En algunas zonas, lo que no fue capaz de organizar el Gobierno lo está concretando el mercado”, sintetiza un camionero de Rufino.
Sucede que nadie quiere quedar con una trilladora o con un camión parado en esta época en que el clima permite cosechar y mover los granos; por lo tanto, en muchos casos, la demanda sitúa los precios del combustible en un nuevo nivel. Otro problema se desata cuando se quieren comprar fertilizantes, sobre todo urea. “Cuesta conseguir que un equipo llegue al campo, aún con pago contado”, se queja el gerente de compras de una empresa agrícola que se ha convertido, de hecho, en gerente de logística.
“El propietario del campo me dice que la prioridad es tener el producto, más que pelear a muerte el precio, porque no se puede pensar en altos rindes de trigo sin nitrógeno, y nadie asegura que habrá mayor disponibilidad de fertilizantes cuando se generalicen las siembras”, resume.