La respuesta de China al anuncio hecho el jueves pasado por el gobierno de Estados Unidos, en cuanto a la aplicación de un nuevo arancel del 10% sobre bienes chinos importados por hasta 300.000 millones de dólares desde el 1º de septiembre, no se hizo esperar y no fue tibia.
Una fuerte devaluación del yuan –mejora la competitividad de las exportaciones chinas– provocó el primer temblor en la apertura de la semana de negocios. Y entre las réplicas, la más fuerte la provocó un anuncio del Ministerio de Comercio de China, respecto de que las compañías chinas "han suspendido las compras de productos agrícolas estadounidenses".
El "fuego cruzado", a poco más de un mes de la tregua firmada en Osaka, Japón, por los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de China Xi Jinping, no hace más que acentuar las diferencias entre ambas partes y prolongar la vida útil de la guerra comercial iniciada en marzo de 2018.
En ese contexto, los precios de la soja, el producto agrícola estadounidense más damnificado por el conflicto, se llegaron a cotizar hoy en la Bolsa de Chicago con bajas próximas a los 5 dólares. Sin embargo, con el correr de la rueda, y luego de tres semanas consecutivas negativas para las cotizaciones, la oleaginosa logró "recuperarse", para terminar la rueda casi sin cambios.
En efecto, al momento de fijar los ajustes de la jornada, las pizarras reflejaron un precio de US$312,41 por tonelada para el contrato agosto de la soja, que quedó sin variantes respecto del viernes, y US$314,53 para la posición septiembre, con una "mejora" de 10 centavos.
La escasez de lluvias durante los últimos siete días en las principales zonas agrícolas de los Estados Unidos y la posibilidad de que el USDA redujera en su informe semanal sobre cultivos la proporción de soja en estado bueno/excelente amortiguaron el impacto adverso de las noticias originadas en China.
No obstante, tras el cierre de los negocios en Chicago, el USDA también contrarió la expectativa de los operadores, dado que mantuvo sin cambios, en el 54%, la proporción de cultivos de soja en estado bueno/excelente, por debajo del 69% vigente un año atrás, pero por encima del 53% esperado por los privados.
En el pronóstico de 6 a 10 días, el Servicio Meteorológico de Estados Unidos auguró temperaturas inferiores a las usuales y lluvias mayores a los guarismos normales sobre buena parte de la zona núcleo para la producción de granos gruesos. Esas condiciones –de cumplirse– podrían mejorar la situación de los cultivos donde la falta de humedad comenzaba a dar señales.
Justamente, esas señales de estrés en los cultivos de maíz fueron las que hoy les posibilitaron a las posiciones septiembre y diciembre del cereal cerrar con subas de US$ 2,26 y de 2,07 en Chicago, donde los ajustes fueron de 159,54 y de 163,28 dólares. A diferencia de lo reportado para la soja, el USDA se hizo eco del clima seco sobre los cultivos y redujo del 58 al 57% la proporción de maíz en estado bueno/excelente.
FOB y devaluación
En el mercado disponible local hoy se conjugaron dos factores para posibilitar el aumento nominal del valor de la soja: la devaluación del peso respecto del dólar (la paridad pasó de 44,45 a 45,29, según el Banco Nación) y la suba del precio FOB de la oleaginosa en los puertos argentinos. Ambos factores les posibilitaron a los compradores elevar sus propuestas en pesos.
Si bien la oferta abierta por la soja para las entregas sobre las terminales del Gran Rosario fue de 10.600 pesos, el grueso de los compradores "estiró" la propuesta hasta los 10.700 pesos por tonelada ($500 arriba del valor vigente el viernes) para intentar hacerse de mercadería.
Pero, pese a la mejora, el nivel de actividad fue discreto en la plaza física. "Durante la rueda se comercializaron unas 30.000 toneladas", contó a LA NACION una fuente del sector comercial, y añadió que, ante la tendencia alcista doméstica, muchos vendedores "fijaron los $11.000 por tonelada como nuevo valor ‘gatillo’ para sus órdenes de venta".
Cabe señalar que la mejora del valor FOB de la soja en los puertos argentinos, que hoy pasó de 332 a 341 dólares por tonelada, fue una consecuencia directa del agravamiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, particularmente luego del anuncio del gobierno chino de la suspensión de las compras de productos agrícolas estadounidenses. Sudamérica vuelve a dar un paso al frente en el abastecimiento de China.
La mejora de los precios de la soja también se reflejó en el Matba Rofex, donde las posiciones noviembre y mayo sumaron US$2,50 y 0,80, mientras que sus ajustes fueron de 244 y de 240,80 dólares.
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