Esta localidad de arquitectura señorial se fundó el 1° de octubre de 1907
SAN MAYOL.- En el nordeste del partido de Tres Arroyos, a la vera de las vías por donde alguna vez pasó el Ferrocarril del Sud, y entre caminos que levantan enormes polvaredas, una pintoresca Iglesia, propia del centro de cualquier ciudad pujante, se erige, esbelta. Más lejos, casas de altos y una estación olvidada, con un pequeño rebaño de ovejas pastando al costado de un cartel que reza San Mayol, terminan de trazar la silueta de un pueblo que esconde entre sus calles solitarias la prosperidad de tiempos idos.
El 1° de octubre de 1907 el tren llegó por primera vez a este rincón del sudeste bonaerense y dejó inaugurada la estación Mayol, que al poco tiempo pasó a denominarse San Mayol, en conmemoración del santo francés que vivió entre 906 y 994, uno de los candidatos a asumir el gobierno de la Santa Sede tras la muerte del papa Domus II.
Pasaron 98 años, dos nombres y varios cientos de habitantes. Pero en este pueblo de estilo señorial quedan pocos para festejar: ya no hay clubes, ni negocios; sólo una despensa, un puñado de familias y ocho alumnos que corretean por los pasillos de la Escuela Nº 10.
Acento francés
Felipe Mayol de Senillosa era un importante estanciero que en 1895, cuando el asedio indígena había pasado al olvido, tras la Conquista del Desierto realizada por el presidente Julio Argentino Roca, compró 24 mil hectáreas de campo en el partido de Tres Arroyos. Estaba casado con María Luisa Cramer -una distinguida dama de la aristocracia porteña que costeó la construcción del Convento de las Carmelitas, en La Plata- y alternaban sus días entre Buenos Aires y París, donde se educaron sus hijos.
Los campos de Mayol se fueron poblando con arrendatarios que llegaban desde Italia, Dinamarca y Holanda, escapando de la grave crisis que asolaba a Europa. Con el trazado de la línea ferroviaria que unía Lobería con Tres Arroyos, San Mayol comenzó a ser el centro de encuentro de los campesinos a los que se sumaron los pasajeros que llegaban en el tren.
Desde 1919, el ingeniero civil Julio Argentino Jorge Mayol, uno de los hijos de don Felipe, comenzó a administrar los campos que su padre poseía en la pampa bonaerense y se convirtió en el urbanista por excelencia de San Mayol.
Construyó el hotel, unas casas que el trazado de la calle hizo que quedaran al revés y la imponente Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, a pedido de su madre, que contiene en el interior la figura de un Cristo tallado en madera, traída especialmente desde París.
Don Felipe murió en 1926 y sus campos se repartieron entre sus herederos. Así llegó a San Mayol, Francisco de Masferrer, que mandó a edificar un caserío igual a los que escoltan las callejuelas de Cataluña, con balcones de hierro forjado y glorietas sobre sus techos. Aquí vivieron varias familias, estaba la sede del Club Social y Deportivo San Mayol y funcionaba la Salita de Primeros Auxilios.
El lugar se fue poblando y en 1947 llegó a tener 263 habitantes, dos hoteles, clubes, la Cooperativa Agrícola San Mayol, el almacén de ramos generales Tavelli, escuela, teléfonos y hasta surtidores de nafta.
"Soy porteña y cuando me casé me vine sin conocer nada, ni con mis suegros me habían dejado venir al campo, pero aquí me quedé desde hace 53 años", cuenta María Angélica, casada con Felipe Mayol, nieto del fundador del pueblo, con el que tuvo nueve hijos varones (el séptimo, Javier, ahijado del presidente José María Guido).
María Angélica y Felipe viven frente a la desolada estación de trenes, en el hotel que construyó su padre, Jorge Mayol, colmados de recuerdos. Es que San Mayol, tenía vida propia. Los vecinos del pueblo esperaban la llegada del tren para salir a relucir sus galas y dar "la vuelta al perro" a lo largo de los andenes de la estación.
Del baile, a la soledad
Los bailes eran famosos y nunca faltaba la excusa de recaudar fondos para la cooperadora del colegio, del jardín de infantes, del club o del equipo de fútbol. Alrededor de la cancha se reunían automóviles que llegaban a alentar a los jugadores locales o visitantes y el partido era una fiesta.
Pero desde que la estación desapareció, las calles de San Mayol están solitarias y las ovejas pastan alrededor de la Iglesia, sobre las vías y en las esquinas; es que ya ni carnicerías hay.
Los arcos de la cancha de fútbol siguen estando, rodeados por pastizales, pero faltan jugadores. "Vamos a ver si podemos volver a vivir", resume Mabel García, una de las cuarenta personas que trabajaba en la Cooperativa local antes de que cerrara definitivamente. Ella tiene las esperanzas puestas en la reunión que el 19 de septiembre tuvieron los habitantes del pueblo con el intendente de Tres Arroyos, Carlos Sánchez. No faltó nadie. Todos quieren trabajar para llegar al centenario.
Ficha técnica
- Nombre: San Mayol.
- Fundación: 1° de octubre de 1907.
- Ubicación: en el partido de Tres Arroyos, a 28 km de la cabecera.
- Población: 47 habitantes.
- Santo patrono: Sagrado Corazón de Jesús.
- Fundador: Felipe Mayol de Senillosa.
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