La reunión reprogramada para hoy entre la industria lechera y el gremio de la actividad, Atilra,terminó en fracaso y ahora las partes deberán volver a hablar el próximo martes, a las 10, según dispuso el Gobierno.
Hace dos semanas, el sindicato hizo un quite de colaboración y luego un paro reclamando una recomposición salarial por la inflación de lo que va del año. El Gobierno dictó una conciliación obligatoria, llamó a una reunión el viernes pasado pero se pasó para hoy y duró más de 4 horas.
En el encuentro, según la parte sindical la industria no habló de la recomposición salarial. "Ellos hablaron de la pandemia, de que el sector está mal, que no respetamos la conciliación obligatoria. Como reunión de salarios fue un fracaso", indicó.
Según el acta del encuentro, el gremio pidió "la recomposición por el momento al mes de junio o en su defecto al momento que se cierre la negociación, ello de los salarios conforme el IPC acumulado a dicho momento".
"También se reclama las diferencias salariales ocurridas desde enero al momento del acuerdo por falta de actualización conforme al IPC acumulado por cada mes caído. Asimismo la diferencia de aportes y contribuciones a la obra social y a Atilra que se han originado en el mismo periodo ocasionando pérdida y déficit por falta de actualización de los salarios".
En tanto, la industria rechazó deudas con los trabajadores y apuntó a incumplimientos de la conciliación.
"Denunciamos el incumplimiento reiterado de la ley 14.786 por parte de la entidad sindical, desde el inicio del conflicto, en donde se incumplió con la obligación de notificar en forma previa, al momento del dictado de la conciliación obligatoria, en que se demoró más de tres horas en acatar, y actualmente, con interrupciones de la producción que en algunos casos llegan a las 3 hs por turno. Por otra parte, de modo concertado el sindicato ha dispuesto que los trabajadores se abstengan de realizar horas suplementarias, cuando ello es una práctica habitual en la actividad, y especialmente necesaria ante la pandemia para mantener el abastecimiento, siendo por ello que la actividad fuera declarada esencial por el Poder Ejecutivo Nacional", dijeron las industrias.
"Solicitamos entonces se garantice el normal funcionamiento de las plantas durante toda la conciliación obligatoria, y que los tiempos de falta de acatamiento de la misma sean adicionados, de modo de evitar que se vea vulnerado el orden público laboral y el espacio mínimo de negociación y paz social que manda la norma. Por otra parte reiteramos el conflicto que se transita, debe enmarcarse en el momento especial de crisis mundial y especialmente Nacional, derivado ya a nivel local, por las crisis económica ya de arrastre, la que se agrava por la pandemia y el aislamiento establecido por las medidas que ha debido disponer el Poder Ejecutivo Nacional. Las variables que deben ser consideradas a los fines de establecer con certezas las connotaciones de los que plantea, debieran necesariamente incluir áreas del Gobierno como el Ministerio de Producción y/o Industria a fin de que con datos objetivos y verificables permitan conocer al detalle y con información completa la situación de la actividad", agregó el sector industrial.
Según dicen en el gremio, no se tomarán medidas por el momento, pero seguirán las asambleas de los trabajadores en las plantas. En el sindicato señalan que algunas empresas, aunque no está cerrado el conflicto, resolvieron dar adelantos a cuenta a los empleados. "Estamos pidiendo por la inflación pasada, recuperar lo perdido", plantean en el sindicato.
En un informe reciente, en la industria dieron cuenta de que hay rubros muy golpeados en su actividad.
"Los indicadores que maneja la industria láctea muestran que el mercado de los yogures bebibles cayó 25,7% en mayo respecto a abril y 8,3 % de marzo a abril. La venta de postres lácteos mermó de abril a mayo 16,1%, en tanto que la de los postres lácteos firmes cayó 21,3 de abril a mayo. El consumo de yogur registró una fuerte retracción del 20 % durante el 2019, en tanto que según OCLA (Observatorio de la Cadena Láctea Argentina) la caída alcanzó al 35% en la última década", indicaron en el sector.
En el Centro de la Industria Lechera (CIL) apuntaron que el sector está "frente a una de las crisis más severas de la historia". Agregaron que, entre otras razones por la imposibilidad de trasladar la suba de costos, hay "muchas empresas al borde del colapso por el quebranto de sus balances".
"Uno de los temas que impacta en la estructura de costos de los lácteos, es el precio de referencia de la leche pagado al productor. En el caso de productos como yogures y quesos, un costo del 34%, ha tenido una evolución desde el 2019 a la fecha del orden de 110%, frente a una variación del IPC del 53,8 %. A su vez, el resto de la cadena de valor se encuentra impactada por precios dolarizados que muchas veces toman la referencia la cotización de la divisa libre como sucede con los insumos del packaging, tales como plásticos y cartón", indicaron en la industria.
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