El precio del trigo completó hoy la segunda semana alcista consecutiva en el mercado estadounidense, donde restricciones a las exportaciones rusas y una demanda creciente de quienes buscan materia prima para abastecer al consumo en medio de la pandemia global de coronavirus sustentaron las ganancias.
Durante el primer tramo de los negocios, la propuesta hecha por el Ministerio de Agricultura de Rusia, de imponer una cuota de 7 millones de toneladas para las exportaciones rusas de trigo, maíz, cebada y centeno entre abril y junio para preservar el abasto interno, posibilitó alzas sobre las cotizaciones del trigo que rondaron los 5 dólares en las Bolsas de Chicago y de Kansas. Sin embargo, las pérdidas registradas por el maíz, que padeció por otra jornada negativa del valor del petróleo (cayó un 4,87%, de 22,60 a 21,50 dólares por barril), y la caída generalizada de los principales indicadores bursátiles, limitaron la ganancias del grano fino.
Al momento de fijar los ajustes de la rueda, las posiciones mayo y julio del trigo en Chicago subieron US$0,83 y 0,36, mientras que sus ajustes fueron de 209,90 y de 204,75 dólares por tonelada. En el balance semanal estos contratos ganaron un 5,94 y un 4,01% frente a los 198,14 y a los 196,85 dólares vigentes el viernes anterior.
En la Bolsa de Kansas, en tanto, al cierre de la jornada las pizarras reflejaron una baja de US$0,18 sobre el contrato mayo del trigo y una suba de US$0,10 para julio, con ajustes de 178,85 y de 180,60 dólares por tonelada. En la semana estas posiciones aumentaron un 3,78 y un 4,03% respecto de los 172,33 y de los 173,61 dólares del viernes pasado.
Sobre la cuota para las exportaciones rusas, desde Moscú, Andrey Sizov, director General de la consultora SovEcon, contó a LA NACION que, "preocupados por el aumento del valor del trigo, en el inicio de la semana la Asociación de Molineros de Rusia le pidió al Ministerio de Agricultura que regulara los precios del cereal". Y añadió que si bien la posibilidad de restringir las exportaciones no fue un tema abordado por el presidente Vladimir Putin en su mensaje público del miércoles, la posibilidad "estaba en la agenda".
Vale destacar que esa posibilidad, con la que los operadores estadounidenses vinieron especulando en los últimos días, fue uno de los principales fundamentos de la tónica alcista del valor del cereal, que entre el lunes y el miércoles superó el 7% en Chicago, luego de cerrar la semana anterior con ganancias superiores al 6 por ciento.
También favorecieron el movimiento alcista el crecimiento de las compras de los molinos en Estados Unidos, por el aumento de la demanda interna de productos como pan y pastas; la posibilidad de que la crisis desatada por la pandemia restrinja el movimiento global de buques, y la chance de que varios de los países importadores incrementen sus pedidos para fortalecer las reservas estratégicas de un producto clave para la seguridad alimentaria, como lo es el trigo.
Sobre esto último, Sizov explicó que por el momento no percibe preocupación, "pero creo que podríamos ver más adelante un aumento en las compras" de países que dependen de las importaciones para sostener la demanda interna.
"Dada la situación actual, los problemas de seguridad alimentaria ciertamente se destacan. El conjunto de medidas propuestas garantizará el volumen necesario de granos en el mercado interno, evitará un aumento en los precios de los principales cultivos, así como los precios al consumidor de los productos finales de las industrias de harina, cereales, panadería, carne y lácteos para la población rusa", dijo hoy el ministro de Agricultura de Rusia, Dmitry Patrushev, que, además del cupo para exportar, anunció una serie de controles sobre los precios de productos alimenticios básicos.
Según Sizov, a corto plazo lo anunciado por el Ministerio de Agricultura de Rusia no tendrá efectos sobre la exportación de trigo. "Esta propuesta, que debe ser aprobada por el Gobierno y que creo tiene posibilidades ciertas de ser aprobada muy pronto, aporta cierta claridad frente a las especulaciones, pero, desafortunadamente, no garantiza que no veremos restricciones adicionales en el futuro".
Añadió que los 7 millones de toneladas propuestos por el organismo están bastante en línea con los 6,9 millones de toneladas que estima SovEcon como ventas externas de granos rusos para el período abril/junio.
El plazo impuesto tiene que ver con que en julio se inicia el ciclo comercial 2020/2021 en el hemisferio norte, con la entrada de la nueva cosecha. En ese sentido, Sizov explicó que los cultivos de trigo de Rusia "se ven en buen estado", pero con algunos problemas en cuanto a las reservas de humedad en el sur (región clave) tras un invierno seco. "Nuestra estimación más reciente para la nueva cosecha de trigo ruso es 84,40 millones de toneladas, 9,90 millones por encima de la producción obtenida en 2019", dijo el especialista.
El cierre de los precios del trigo en las Bolsas estadounidenses coincidió con lo anticipado por Sizov a LA NACION cuando las cotizaciones reflejaban alzas superiores a los 5 dólares. Es que sobre el impacto de las restricciones a las exportaciones rusas dijo: "En lo inmediato serán interpretadas como alcistas, pero creo que podría volverse bajista cuando el mercado vea que, en la práctica, no generarán cambios estructurales. Aquí se volverá a revalidar la máxima de 'compra con el rumor; vende con la noticia'".
En el mismo sentido, algunos operadores comentaron tras el cierre de la rueda en Chicago que el cupo de 7 millones de toneladas para el último trimestre del ciclo comercial ruso (además de trigo se incluyó maíz, centeno y cebada, pero el grueso del volumen corresponde al grano fino) es incluso mayor al previsto por el mercado, por lo que "más allá del espíritu alcista que conlleva toda restricción al libre comercio en el principal proveedor mundial de trigo, el fondo de la cuestión es bajista, al igual que las perspectivas de oferta para la nueva campaña en ese país". Ese llamado a la cautela, además de la caída del maíz, invitó a muchos administradores de fondos de inversión a retirar ganancias de la plaza estadounidense, con el consecuente debilitamiento de las cotizaciones en tramo final de los negocios.
Maíz y soja
Bajo el peso de la caída del petróleo, las pizarras de la Bolsa de Chicago reflejaron hoy quitas de US$1,09 y de 0,98 sobre los contratos mayo y julio del maíz, cuyos ajustes fueron de 136,21 y de 138,48 dólares por tonelada. En el balance de la semana, y luego de las pérdidas del 6% acumuladas en el segmento comercial precedente, estas posiciones del cereal recuperaron apenas un 0,65% frente a los 135,33 y a los 137,59 dólares vigentes el viernes anterior.
Para la soja el cierre diario en la plaza estadounidense mostró subas de US$0,46 y de 0,18 sobre las posiciones mayo y julio, en tanto que sus ajustes fueron de 323,90 y de 325,27 dólares por tonelada. El balance de la semana fue positivo, con mejoras del 2,21 y del 2,37% sobre los contratos citados, frente a los 316,91 y a los 317,74 dólares del viernes pasado.
Mercado doméstico
En la plaza local, la necesidad de mercadería que evidencian fábricas y exportadores posibilitó mayoría de alzas sobre los precios de los granos, dentro del clima de incertidumbre que impone la cuarentena por la pandemia de coronavirus, que si bien tiene a las actividades de la agroindustria exceptuadas, sigue generando focos de conflicto en los diversos eslabones logísticos de la cadena.
Por tonelada de soja la oferta abierta de las fábricas para la zona del Gran Rosario subió hoy de 220 a 225 dólares por tonelada, pero no se descartaron valores mayores para quienes pudieran comprometer lotes importantes.
Lo mismo rigió para la venta de la soja de la nueva cosecha para las entregas en mayo, dado que las propuestas para el Gran Rosario crecieron de 215 a 218 dólares; para Bahía Blanca, de 220 a 223 dólares, mientras que para Necochea se mantuvieron en 220 dólares por tonelada.
En el Matba Rofex la posición mayo de la soja cerró sin cambios, con un ajuste de 227 dólares por tonelada, mientras que el contrato julio subió de 230,90 a 231 dólares.
Acerca del maíz, los exportadores ofrecieron 150 dólares por tonelada disponible para el Gran Rosario, US$5 más que ayer. En tanto que para Bahía Blanca volvieron a proponer 160 dólares por tonelada.
Por el maíz con entrega durante el mes próximo los compradores elevaron su oferta de 145 a 148 dólares por tonelada para el Gran Rosario, donde algunos exportadores convalidaron hasta 150 dólares cuando se trató de lotes importantes, mientras que para Bahía Blanca el precio se mantuvo firme en 155 dólares.
En el Matba Rofex las posiciones abril y julio del maíz retrocedieron de 149,10 a 148 y de 135,50 a 135,20 dólares por tonelada.
Respecto del trigo, los exportadores necesitados de completar buques ofrecieron hoy hasta 200 dólares por tonelada de trigo para el Gran Rosario, US$10 más que ayer, mientras que en Bahía Blanca y en Necochea las propuestas se mantuvieron estables, en 200 y en 185 dólares, respectivamente.
Por el trigo de la próxima cosecha, para las entregas entre diciembre y enero, los interesados mantuvieron un rango posible de entre 160 y 165 dólares por tonelada.
En el Matba Rofex, las posiciones julio y diciembre subieron de 205,50 a 207 y de 162 a 166,50 dólares por tonelada.
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