La senadora por Río Negro, Silvina García Larraburu (Frente de Todos), volvió al centro de la escena luego de presentar un proyecto para crear nueva junta nacional de granos. Pero esta no es la primera vez que la licenciada en Relaciones Públicas de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) toma protagonismo. Ya lo había hecho el año pasado, tras ganar las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), cuando dio un discurso en el que dijo que era peronista a pesar de ser "rubia y un poco alta".
En su página web en el senado, García Larraburu se presenta como "una militante y política rionegrina" que proviene "de una familia con trayectoria militante y desde chica participó en el debate público defendiendo las banderas Justicialistas".
"Desde el año 1995, y hasta el 1999, trabajó en la administración pública como Directora de Relaciones Públicas de la Municipalidad de San Carlos de Bariloche. Con la llegada de Néstor Kirchner a la Presidencia fue electa Concejal del Municipio de San Carlos de Bariloche por el Partido Justicialista por el periodo 2003-2007. El reconocimiento de su comunidad la llevó a encabezar la lista por Representación Poblacional del FPV en las elecciones para legisladores provinciales de 2007, logrando un contundente triunfo del 40,39%", explica su descripción.
La biografía cierra: "Gracias al intenso trabajo desarrollado durante 4 años en la Legislatura de Río Negro, ganó la confianza de su provincia para volver a encabezar la lista del FPV, pero esta vez como Diputada Nacional, arrasando con el 63,81% de los votos en Río Negro y particularmente en San Carlos de Bariloche, su ciudad natal, donde obtuvo un histórico 69%. Actualmente se desempeña como Senadora por Río Negro en la Honorable Cámara de Senadores, tras una nueva victoria y gracias a la confianza y reconocimiento del pueblo rionegrino".
La polémica por las rubias se desató a través de un video grabado en el comité de campaña de la parlamentaria, que fue reelecta en octubre pasado. Tras obtener casi el 44% de los votos en las PASO, García Larraburu habló a la militancia del Frente de Todos y les agradeció: "A mis compañeros, a las compañeras y por supuesto a mi padre. Lo perdí cuando era muy chica pero él me enseñó lo que era el peronismo y la voluntad de ayudar y de estar siempre al servicio de la gente".
La licenciada en Licenciada en Relaciones Publicas de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), agregó emocionada: "Por eso soy peronista, aunque a veces el aspecto me juega en contra, con esto de ser rubia y un poco alta. Pero soy peronista hasta el hueso".
El proyecto
El proyecto se presentó el 10 de marzo pasado. Fuentes cercanas a la legisladora indicaron a LA NACION que la iniciativa había perdido estado parlamentario y se representó. Es la cuarta oportunidad que lo hace, ya que también intentó con la iniciativa en 2014, 2016 y 2018. Pese a que el proyecto está de nuevo vigente y girado a comisiones, desde el entorno de la senadora indicaron: "Ahora no forma parte de la agenda de trabajo".
No obstante esto último, la difusión del proyecto entre grupos de productores fue suficiente para que se cruzaran mensajes de preocupación. En el país, la Junta Nacional de Granos funcionó entre 1933 y 1991 y adquiría trigo, maíz y lino. Compraba por ejemplo trigo, les daba la mercadería a los molinos, les pagaba un almacenaje y luego les vendía el producto por debajo del precio de mercado.
En el proyecto, la senadora propone crear la Junta Nacional de Granos como ente autárquico con vinculación con el Ministerio de Agricultura de la Nación con el fin de "controlar el comercio de cereales, oleaginosas y sus subproductos", "garantizar la provisión interna de cereales, oleaginosas y sus subproductos, independientemente de lo que suceda en el mercado externo", "tomar medidas activas con el fin de evitar los monocultivos", "producir una concientización en los productores para que proyecten sus siembras en función de los saldos de exportación o importación de cada grano, garantizando la estabilidad interna de sus precios".
La iniciativa habla de una fuerte intervención en el comercio, ya que menciona "ejercer el control de todas las instituciones o entidades que intervengan directa o indirectamente en el comercio interno o externo de granos y sus subproductos, las que deberán ajustar sus actividades a lo dispuesto en esta ley y a las reglamentaciones pertinentes que expida el Poder Ejecutivo".
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