Además de su pasión por el automovilismo y su paso por la política, tuvo una impronta como productor en Llambi Campbell, Santa Fe
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Un apasionado del campo y amante de la maquinaria agrícola. Así describieron quienes conocieron desde el sector agropecuario a Carlos Alberto Reutemann, el excorredor de Fórmula 1, exgobernador dos veces de Santa Fe y senador nacional fallecido hoy. Es que Reutemann fue también productor en la zona de Llambi Campbell en esa provincia.
“Era tan apasionado del campo que podía pasar todo el día hablando solo de eso. Lo que más le gustaba era la agricultura”, dijo Adrián Tibaldo, que trabajó durante ocho años en el campo del exgobernador santafecino. Durante ese tiempo ambos forjaron un vínculo que trascendió lo laboral. “Era un excelentísimo patrón. Muy buena persona”, aseguró Tibaldo.
El campo de Reutemann, de aproximadamente 700 hectáreas, está ubicado una parte en Llambi Campbell y otra en Laguna Paiva, en el paraje Los Aromos. En esas tierras soja y maíz era lo que más sembraba, además de trigo. También tenía hacienda, aunque en menor medida porque no era su prioridad.
Para el “Lole”, como lo apodaron cuando era niño, las escapadas a su campo durante los años en que fue gobernador eran como su “cable a tierra”. En especial durante su segunda gestión, todos los días, cuando terminaba su jornada se lo solía ver salir de la Casa de Gobierno con una pila de diarios bajo el brazo en dirección al establecimiento rural. “Era su lugar en el mundo, donde podía pensar tranquilamente”, contó un conocido que prefirió resguardar su nombre.
Reutemann conocía de tractores y cosechadoras como de autos. Era un apasionado de la maquinaria del campo y de la tecnología. Los que lo frecuentaron relatan que siempre disfrutó de tener todo lo nuevo y probar lo que se se lanzaba al mercado.
“Le gustaba manejar la cosechadora. Nosotros, a la mañana, se la limpiábamos y acomodábamos porque siempre a la tarde él la conducía. Lo mismo pasaba con los tractores, se trasformaba en un empleado más”, dijo Tibaldo.
Reutemann solía recorrer a pie el campo acompañado de sus dos perros o en una moto de cross. En algunas oportunidades lo acompañaba Enrique, su hermano.
Era una persona reservada que solo le permitía a sus vínculos más cercanos el acceso al campo. “No conozco muchas personas que digan que estuvieron alguna vez ahí. El no franqueaba el acceso a su vida personal. Se terminó convirtiendo como en una mitología el haber estado en el campo del Lole”, ilustró otro conocido.
El exgobernador se crio en un campo en la zona rural de Nelson, a 40 kilómetros al norte de la ciudad de Santa Fe. Su padre se dedicaba a la agricultura y a la ganadería. Junto a su hermano recorrían a caballo seis kilómetros para asistir a la escuela Nº 521 Simón de Iriondo de Manucho. Para continuar con sus estudios secundarios, los hermanos fueron enviados de pupilos al Colegio de la Inmaculada Concepción de la congregación jesuita.
Cuando era gobernador se solía mover en helicóptero y le pedía al piloto, si había alguna cosechadora trabajando en un campo cercano a un pueblo, descender para charlar con el conductor de la máquina. “Les consultaba cómo estaba la soja, el maíz y charlaba sobre el campo”, contó un productor que lo frecuentó. “Después todos decían que había bajado en su campo”, comentó.
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