En Mendoza, el tomate, que venía creciendo como un interesante negocio de producción, sufrió una caída del 10% en su superficie; las causas
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MENDOZA.- Tras el boom experimentado en los últimos años, ahora la realidad volvió a cambiar. Así, el crecimiento en la producción de tomate en esta provincia cuyana, una de las regiones líderes del país, experimentó una reducción, lo que evidencia que la Argentina perdió una oportunidad para el autoabastecimiento. Los datos oficiales dan cuenta del fenómeno: la caída en las hectáreas implantadas en 2023/2024 se ubicó cerca del 10%, en relación con la temporada anterior.
De esta manera, de acuerdo con el último informe del Instituto de Desarrollo Rural (IDR), dependiente del Ministerio de la Producción de Mendoza, la superficie cultivada con tomate en Mendoza se ubicó en 3683 hectáreas. Vale mencionar que la provincia, junto con San Juan, representan el 80% de la producción nacional.
Para el Gobierno local, los números indican que la temporada es “típica”, dentro de los márgenes habituales. Sin embargo, ya no es tal el entusiasmo de los últimos años, cuando se había producido un salto significativo en el sector, tal como contó LA NACION en 2022, que incluso fue celebrado por el Ejecutivo local en ese entonces, ya que se logró una suba del 40% en comparación con 2019, en la prepandemia.
Ahora, los números son más ajustados, y vuelven a evidenciar el vaivén de evolución de las últimas décadas. De hecho, si se compara con lo que sucedía a comienzos del siglo, en 2003, las cifras no son muy alentadoras: en ese período Mendoza llegó a contar con una superficie cultivada de 6000 hectáreas. Es más, si la comparación se hace más atrás en el tiempo, se observa la misma diferencia: en 1993 se alcanzó también las 6000 hectáreas.
Más allá de este contexto histórico, el documento oficial pone el énfasis en los registros de las últimas 12 temporadas, donde se observa que la superficie del tomate osciló entre 2000 y 4000 hectáreas en la provincia. “Esta última fue una temporada típica, dentro de estos márgenes y cercana al límite superior”, indicaron desde el Gobierno provincial.
Así, la última información recabada muestra un retroceso promedio de 8% de la superficie cultivada con este fruto en relación a los datos relevados durante la temporada anterior. Entre Mendoza y la vecina provincia de San Juan, se produce 80% del tomate para industria de Argentina.
El resto de la superficie se encuentra distribuida entre Salta y Jujuy (región NOA), Corrientes y Formosa (NEA), Río Negro y Buenos Aires. En cuanto a las hectáreas cultivadas en Mendoza, el tomate representa 22% de la superficie y es la especie más cultivada después del zapallo y de la papa. La producción contempla tomates perita o para industria, tomates redondos tipo larga vida y tomates redondos tipo platense.
“El tomate es uno de los cultivos hortícolas de la provincia más importantes para trabajar. Constituye un sector en permanente crecimiento en cuanto a organización e incorporación de tecnología de manejo, que, en los últimos años, ha traído aparejados grandes incrementos en los rendimientos, posicionando a Mendoza y a San Juan como los principales productores del país”, dijeron desde el Ejecutivo local. De igual modo, en el informe del IDR se pone en consideración la deuda que tiene el país a la hora del autoabastecimiento.
“En cuanto al tomate industria, la producción nacional está muy por debajo de la demanda interna. Chile e Italia son quienes generalmente cubren su demanda, mostrando claramente las oportunidades de expansión para lograr el autoabastecimiento”, señaló el documento oficial, el cual asegura que en la Argentina se consumen al año unos 650 millones de kilos de tomate para industria y, en una temporada normal, la cosecha local alcanza los 450 millones de kilos, lo que representa una brecha de más del 40%.
Regiones
Las principales zonas productoras de tomate industria son las provincias de Mendoza y San Juan (la región cuyana concentra el 80 % de la producción del país), luego, La Rioja, Salta y Jujuy (región NOA), Corrientes y Formosa (NEA), Río Negro, y Buenos Aires. Además, los cinturones hortícolas que se ubican alrededor de las principales ciudades del país contribuyen al abastecimiento de los centros de consumo que abrazan.
En cuanto a la distribución de la producción por zona en Mendoza, desde el IDR informaron que la zona que más producción de tomate concentró esta temporada es la zona centro con 33% de la superficie de la provincia, en Maipú y Luján, principalmente. En segundo lugar se encuentra el Valle de Uco, con 24%. Los principales departamentos que cultivaron tomate fueron Lavalle (19%), Maipú (19%), San Martín (13%), San Carlos (11%) y Tunuyán (10%).
A la hora de analizar los costos de producción, según cifras actualizadas a febrero de este año, para producir una hectárea de tomate industria, en base a un modelo tradicional de cinco hectáreas, con riego por surco, 26.000 plantines y un rendimiento promedio de 80 toneladas, se deben tener en cuenta los valores de preparación de la tierra, riego, implantación, curaciones y cuidado del cultivo hasta la cosecha.
Así, como resultado de todas esas variables, se determinó que, para realizar las tareas de cultivo de un ciclo productivo completo en una hectárea, se necesitan 4,5 millones de pesos. En este sentido, desde Producción, indicaron que este valor no tiene en cuenta las depreciaciones ni los costos de gestión, únicamente, los gastos de las labores culturales. De este modo, para un rendimiento de 80 toneladas, el costo directo de las labores culturales del cultivo por kilogramo de tomate es de $59,58, señalaron las fuentes.
Los proyectos tomate
El tomate es una de las producciones más importantes del país, ya que la Argentina posee condiciones adecuadas para su cultivo, en todo su territorio, con excepción de las provincias de la Patagonia, excluyendo a Río Negro. Los últimos años, esta provincia, ha logrado incrementar sus rendimientos, gracias al proyecto “Tomate Patagonia” que se viene impulsando desde 2008, con el objetivo de promocionar la producción y el aumento de los rindes, en vinculación directa con el programa de “Tomate 2000″.
El mercado se divide en mercado en fresco e industria. La producción promedio anual, de tomate argentino, los últimos años se ubica en torno a 1.150.000 toneladas y 17.500 hectáreas productivas, aproximadamente un 60/70 % se destina a consumo en fresco y el 30 al 40% restante para la industria. En base a los últimos datos publicados por FAO, la superficie 2022 de tomate en la Argentina alcanzó las 19.445 hectáreas, con una producción de 1.393.000 toneladas. El consumo de tomate fresco ronda los 16 kilogramos por persona por año, y dentro del rubro hortícola, sólo es superado por la papa.
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